“Sería una torpeza creer que solo subiendo el dólar nos va a ir mejor”

La economista Diana Mondino trazó un panorama de la situación y los desafíos de la economía actual. El rol del Banco de Alimentos en el propósito de mejorar el acceso de los que menos tienen.

“Los mercados emergentes están abandonados por las grandes inversores del mundo y es una relación que se vino deteriorando y no se ha podido mejorar en por lo menos los últimos 25 años. No es solo una situación que nos pasa solo a nosotros, es global”, advirtió como una preocupación la economista Diana Mondino, docente de la Universidad del CEMA, quien además de hacer una reseña de los primeros dos años de la actual Gobierno se refirió a los climas cambiantes de una economía con futuro incierto.
Con un Máster en Economía y Dirección de Empresas, Mondino se preguntó ante el auditorio presente en Expo Logisti-k 2018 qué había pasado con una economía que hasta diciembre de 2017 parecía tener un mejor orden, avances en infraestructura, impulso en el sector exportador y varias provincias con superávit fiscal. Enumeró las razones del quiebre manifestado en abril, entre ellas, al aumento de las tasas internacionales, el precio del petróleo, las enormes retracciones de los flujos que venían a la Argentina, pero sin dejar de asumir las responsabilidades del Gobierno en el déficit primario (2,7%).
“El impacto nos pega en el bolsillo -aseguró- y esperemos una mejora en la balanza comercial porque se va a exportar más e importar menos, pero sería una torpeza creer que solo subiendo el dólar y sin mirar los costos locales nos va a ir mejor, vamos a tener una mejora en competitividad nula y no les irá bien a todos. Si la tasa de interés retrocediera y si aguantase el mercado una tasa del 60% uno pensaría que después de eso viene el alivio pero hay que ver cuánto tarda en bajar o si uno llega a estar en buenas condiciones al momento en que baja. Y hoy el capital de ahorro ha sido muy castigado”, explicó.
¿Qué efecto tendrá sobre la logística el nuevo dólar? Mondino señaló que “posiblemente tengan algún competidor extranjero menos, pero sus costos para llegar afuera no va a ser menor sino más elevado, se van a tener que considerar una cantidad de elementos dentro de la logística pura, como maquinarias compradas, el costo de su financiación y todos los puntos intermedios que van desde la boca de salida hasta el consumidor a un costo muy oneroso. Y la única posibilidad para salir de eso es un aumento muy grande de la productividad, pero frente al enigma que todos sus eslabones están afectados por el dólar”.
En su rol de tesorera del Banco de Alimentos y cuyos objetivos como organización apuntan a trabajar para reducir el hambre, mejorar la nutrición y evitar el desperdicio de alimentos, planteó las dificultades en el acceso (ya sea a alimentación, salud y educación, como al mercado de trabajo) y de la necesidad de abrir la discusión en la mesa chica de donde se toman las decisiones: “Estamos haciendo una autopista nueva en el Bajo y desde los tambos no puede sacar la leche por el estado en que están los caminos rurales ¿quién decide estas cosas? Deberíamos pensar más que en el dólar o la calidad del camión que vamos a comprar en los incentivos que le damos a la gente para poder desarrollar y trabajar”, dijo, a modo de conclusión.