Invadida por el pesimismo y con 15 horas de viaje por delante (el promedio entre las mas o menos 11 o 19 horas que balbucean las empleadas en las ventanillas de Retiro) me puse a recordar el historial de las por lo menos 50 visitas que hice a mis pagos en los ultimos seis afios. Una historia de decadencia inversamente proporcional a la recuperation econOmica del pals, ya que mientras mas crecia el PBI y los subsidios al transporte, mas empeoraron las conditions para el viajero. En 2003, para hacer este trayecto habia una oferta de seis frecuencias vespertinas y al menos cinco empresas para elegir, y por $ 50 se podia viajar en un omnibus respetable y Heger en unas 11 horas.
Los alias fueron pasando y el servicio, empeorando. Primer° se redujo el niunero de empresas, por una alianza entre cinco de las compaiiias princi
pales que condena a los usuarios que viajamos a lugares lejanos a usar los colectivos de esa suerte de monopoho. Luego, las frecuencias: de las seis pasamos a dos. Despues de convertir la cena respetable en una paquete de galletitas, fueron por los horarios, y el tiempo de viaje de 12 horas se transformo en una aventura de 18 a 19 horas, con paradas en Rosario, Ceres y un sinful de pueblos mas.
Intente evadir estos pensamientos, mientras vela la peor pelicula que pudiera elegirse para un viaje asi, que es un DVD trucho sobre un avion secuestrado. No se si era para convencer a los pasajeros de pasarse al aviOn ante lo defectuoso del Om¬nibus, pero creo que el gesto estaba de mas, ya que la semana anterior
Aerolineas nos habia dej ado a unos 100 pasajeros varados en un aeropuerto por 12 horas. Para pasar el mal humor, intente alegrarme pensando que, luego de hablar hablado como periodista que cubrio el conflicto Gobiernocampo con todos los piquetes del campo de la frontera de Tucuman y Santiago, del Estero habia logrado la garantia de todos de que no habia ruta cortada, asi que iba a llegar a ver a mi sobrina Trinidad izar la bandera y darle un beso por su impresionante repunte academic° tras un afio de malas calificaciones.
A seis horas de Tucuman, me relaj 6. No se nos rompio el colectivo y no nos pare ningim piquete. Y entonces, cuand6nos disponiamos a cruzar la frontera entre la arida Santiago y la verde Tucuman, el chofer dice «No podemos seguir. Hay piquete». Yo salte de mi asiento: %Como que hay piquete? liable anoche con todos los piquetes y me garantizaron que estaba libre la ruta». Pero el chofer insist& «Ordenes de Buenos Aires. Demos la vuelta y hacemos el camino al reves». Camino al reves significaba que, en vez de hacer San Mi¬guel de Tucuman y luego terminar en Alberdi, una surefia localidad tucumana, se hacia el camino inverso, lo que demoraba el trayecto cinco horas mas y pinchaba cualquier posibilidad de estar a tiempo en el acto de mi sobrina.
Desesperada, intente convencer al chofer de que las rutas no estaban cortadas, pedi que me prestaran un telefono para hablar con la empresa. Llore. Las rutas no estaban cortadas en ese momento ni lo estarian despu6s, segim comprob6 con algunos llamadas y la lectura de los diarios. La explication de por que pas() lo que paso nunca la tuve: los choferes ni siquiera me quisieron dar sus nombres. Asi que cuando el Omnibus Rego, cinco horas despues de lo previsto, baje corriendo y de la furia me olvide del hambre que teniamos porque la empresa tambien se nego a pagarnos el almuerzo a pesar de que pasamos largamente el mediodia a bordo del colectivo.
Hice una denuncia en ventanilla y, como miles de usuarios, me quede con una copia cuyo original servira para rellenar un abundante libro de quejas sin destino alguno. Eso si, 20 dias despues me ago un email en el que la empresa informaba que mi redemo era totalmente incorrecto, pero como eran generosos, me daban 40% de descuento en proximos pasajes. Lo malo es que ya hice la prueba de viajar en avion y no me fue mejor. Me
•queda el tren, que demora 24 horas pero tal vez llegue a horario.