Nuevos horizontes. Resultados de la gira de la Presidenta por el norte de África, en virtud de incrementar vínculos comerciales con economías emergentes, para diversificar mercados y descomprimir la dependencia de los centros.
La comitiva argentina visitó Argelia, Túnez, Egipto y Libia, entre el 16 y el 22 de noviembre, con el objeto de concretar operaciones comerciales en materia energética y alimentaria, sobre todo. La elección de este destino de negocios para Argentina se explica en función del contexto internacional actual, dónde los países exportadores de petróleo y derivados, que lograron industrializarse en torno a los productos primarios (como petróleo y gas) representan complementariedad en los mercados, sobre todo en los productores y exportadores de alimentos y maquinarias pesadas.
Argelia, que posee un crecimiento de su PBI de un 4,5% (2007), basa sus exportaciones sobre todo en petróleo, gas y dátiles; mientras que importa alimentos varios maquinaria pesada y equipos de transporte. Egipto (crecimiento PBI 6,7% en 2007) tiene una base exportable de petróleo y derivados, algodón, textiles y metales; en tanto que importa maquinaria, alimentos, acero y químicos. Libia, con 7,9% de crecimiento de su PBI (2007), exporta principalmente petróleo crudo y refinado, y acero; mientras que importa alimentos varios, maquinaria y químicos. Por último, Túnez, 6,3% de crecimiento en 2007, exporta ropa, combustible mineral, equipos eléctricos y fosfato; en tano que sus importaciones se basan en textiles y equipos de transporte.
Más allá de estos datos económicos, la composición política de estos Estados del norte árabe-africano tiene su origen en movimientos revolucionarios de corte castrista y producto de guerras civiles, en el caso de las tres Repúblicas, Argelia (Abdelaziz Bouteflika), Egipto (Muhammad Hosni Mubarak) y Túnez (Zine al-Abidine Ben Alí), y también es el caso de la Gran Jamahiriya (gobierno de masas con Líder de la Revolución) de la mano del Gral. Muammar Gadhafi, que tomó el poder de Libia con un golpe de Estado en 1969. Estos antecedentes originaron protestas de grupos de Derechos Humanos en Argentina que recordaban viejos acercamientos de gobiernos con regímes despóticos como fue el caso del racista gobierno de Pretoria entre 1976 y 1983.
Lo cierto es que el objetivo de la gira fue concretar acuerdos para superar el volumen de exportaciones que, según cifras oficiales, ronda los 4.000 millones de dólares anuales (La Nación, 9 de noviembre de 2008). Para ello, se pretende reforzar el vínculo comercial con la región del Magreb. Argentina vendió reactores nucleares a Argelia y busca potenciar la cooperación espacial; las exportaciones rondan los 50.000 millones de dólares anuales y en los primeros seis meses de 2008, Argentina exportó a Argelia 606 millones de dólares.
En el caso de Túnez, los números muestran un crecimiento en el intercambio comercial. En 2007, se exportó a ese destino por más de 166 millones de dólares y se importó por 12 millones. En lo que va de 2008 existe un saldo a favor de Argentina de casi 260 millones. Egipto importó de todo destino en los últimos años unos 33.000 millones de dólares. En el primer semestre de 2008, importó de Argentina 562 millones de dólares. Las exportaciones argentinas a Libia aumentaron más de un 500% en el período 2002-2007. En 2008 se exportaron 129 millones de dólares.
Objetivos y proyecciones
Cuando la inestabilidad de los escenarios internacionales en materia económica se hace evidente y notoria, es necesario tomar otras instancias y proyectar nuevos horizontes. Las relaciones argentinas con el continente negro han estado signadas por “impulsos” más que por una continuidad a lo largo de la historia de una “política africana”. Actualmente, vivimos una realidad tal que los momentos históricos sobre los cuales se gestan los cambios, parecen hacerse presentes. Es tiempo de emprender este camino con políticas concretas y con objetivos realizables en el mediano y largo plazo.
La intensificación de los vínculos bilaterales con países africanos significa una decisión política en el sentido de sentar bases para la consecución de nuevos mercados. Este precedente debe ser el impulso motor de una política diversificada en pos de descomprimir escenarios adversos, pero también en el sentido de contribuir a un mayor poder de desarrollo doméstico y externo, que explote las potencialidades de Argentina de manera lineal y proyectada hacia delante.
por el Lic. Ezequiel Escudero, Coordinador del Programa África Subsahariana del Centro Argentino de Estudios Internacionales