Los ingenieros, esos enemigos íntimos de la logística

T) todos pero si una proporcion. IN nada desdefiable.de ingenieros son enemigos de lalogistica. 1,Por’ que? Hay un grupo de profesionales que diseiian y proyectan productos de todo tipo buscando algo asi como el diseno de costo minimo o de caracteristicas ()pumas de funcionarniento, buscando, dentro de una serie de tamafios diferentes, la utilizacion de materiales y de componentes diferenciados para cada elementos de la serie.
Ese grupo de profesionales no conocen o no les interesa uno de los pocos principios fundamentales de la logistica, que consiste en mantener en un nivel minimo el numero de partes distintas de los procesos de produccion de la empresa. 0 sea, cuanto menos componentes distintos, tanto mejor.
Me parece interesante recordar al respecto el caso de un fabricante de equipos electricos y electrOnicos que, para un tipo de producto en particular, tenia seis tamafios diferentes, equipados en todos los casos con una bobina formada por alambre de cobre esmaltado. Originahnente habia tres secciones de alambre distintas, pero el jefe del departamento de Ingenieria modifico los diseiios (61 decia que los mejorO) adoptando seis secciones diferentes. De esta manera la empresa dice haber obtenido boneficios de $ 0,42 por cada producto de los tarnaflos modificados, pero complica los niveles de stock de alambre de cobre, los programas de produccion y los tiempos de entrega de los productos finales a los clientes. Pero, claro, estas cornplicaciones se transformaban en costos, que nadie en la companio sabia determinar.
Shnultaneamente, otro grupo de ingenieros se dedica a dirigir

y programar la produccion, con un criterio opuesto a las reglas de la logistica: piensan, como era corriente hace unas cuantas &eadas, que ningCn operario debia interrumpir su actividad de producciOn por ninguna causa, entonces cuando no habia ninguna tarea util programada, mandaban producir «cualquier cosa» porque, de alguna manera, esa «cosa» se iba a necesitar en algdn. momento.
Gravisimo error, violando otra norma capital de la logistica, que manda tener siempre los mate¬

riales en el estado menos desarrollado posible del proceso, por si esas partes pudieran ser utilizadas en mas de un proceso distinto. Recuerdo en este momento un caso bastante reciente, en que debia realizar un diagnostico de los procesos logisticos de una empresa metahlrgica liviana; el pri¬mer dia, antes de entrar de lleno en la tarea, hice una recorrida rapida por la planta, acompaiiado por uno de los gerentes; pude observar tres recipientes con piezas metalicas de chapa plega

a
da y agajereada, Reno’s. Progutii,.
te que Selrataba., stadia que habla darteles indicadores, y me contaron que eras componentes que se Than a utilizar eh los dias siguientes. Pa.s6 por el lugar a los cuatro dias, y los recipientes no se habian movido; pase otra vez a los 10 dias, y todo seguia igual; pero para empeorar la situation, la empresa carecia de un sistema de stocks de semielaborados, se contabilizaban las materias primaS y los productos termin.ados, cuando se terminaba un lote de producto se descontaban las materias primas utilizadas. 1,Existe un sistema mas perverso? Pero, posiblemente, se habia adoptado por un terra de «simplicidad».
Un tercer grupo de casos: los ingenieros, y muchos otros profesionales de distinta formaciOn, que ahora, en pleno siglo XXI, siguen pensando en los «consumos constantes», recuerdos de otras epocas. Ya nada es constante, salvo quizas los consumos de unos pocos productos de primerisima necesidad, todo el universo empresario se mueve dentro de un panorama de grandes cambios, cualitativos y cuantitativos, de manera que esas simplifications basadas en ecuaciones teoricas pasaron a constituir lo que un profesor norteamericano denornino «nuestros ilustres muertos».
El lote optimo, el costo promedio de la order’ de compra, el costo unitario de almacenamiento, y varios otros conceptos se encuentran hoy en Buenos Aire’s en «la esquina de los dos presidentes», Roberto M. Ortiz y Manuel Quintana, o sea el cementerio de la Recoleta.
El autor es ingeniero civil (UBA), consultor en logistica y profesor universitario. Email: pablotanzea yahoo. corn