Los vehiculos comenzaron a Ilegar al pals en 1918. Studebaker, entre las primeras marcas
Por Susana Boragno
Los primeros camiones comenzaron a llegar en 1918, cuando, segan datos de la Asociacion Argentina de kn. portadores de Automoviles y Anexos, llegaron 258 unidades. En 1919, fueron 81, yen 1920, 439. En 19281a cifra trepó a 19.641, y al atio siguiente, 21.587 unidades. A fines de esa decada hubo una intensa carnpana publicitaria para resaltar los beneficios del camion como medio de transporte. «De utilidad irreemplazable por sus multiples ventajas tanto en el ciudad como en la campana», decia un aviso.
En 1928 Rego un tecnico de la Goo¬dyear de apellido Hibbord para ofrecer los neumaticos de la firma entre las empresas que explotaban el servicio
tambien Rego el director de la firma Studebaker, de apellido Mac Kimieg, que interrogado por la prensa dijo: «A pesar de la potencialidad econOmica del pais, la Argentina esta atrasada porque no existe una ley vial. Toda iniciativa resulta negativa porque se estrella con la falta de caminos y el mal estado de los existentes», dijo el empresario, que habia realizado una gira por todo el pais para conocer las caracteristicas de cada pueblo, conocer los camiones y establecer agencias. Por entonces, la idea extendida era que el autocamion tenia una importancia extraordinaria en los paises agricolas como Estados Unidos, Canada o la Argentina.
«El camion ha venido a resolver todas las dificultades, desempenando una funcion tan grande que hasta ha llegado en determinadas circunstancias a liberar al productor de las empresas ferroviarias, de las cuales dependia como una tirania. Tienen todas las ventajas y ningim inconveniente. (…) No se hate esperar como el ferrocarril por semanas y hasta meses cuando se esta en epoca de los embarques y se intensifica
la carga (…) No necesita rieles (pero si caminos) no tiene horario, si hasta las mismas empresas ferroviarias han incorporado al camion como auxiliar y complementario (…) El ferrocarril no puede llegar a todas partes», se decia por entonces.
Las empresas ferroviarias se quejaban de que debian instalar a su propio coste las vias por donde circulaban los trenes, mientras que los caminos por los que circulaban los camiones eran construidos por el gobierno. La competencia con el carrion las obligo a rebajar sus tarifas en forma conside¬rable, pero limitando su aplicacion a distancias no mayores de 300 km donde se hacia sentir con su mayor intensidad. Finalmente, el terra era instalar el use del camion, que ademas beneficiaba a las nacientes industrias cornplementarias, como las de neumaticos, lubricantes y combustibles.
Cuando selevantaron muchos ramales ferroviarios, el camion no pudo suplir con eficiencia al ferrocarril porque no lo acompano un adecuado sistema vial. Lejos de ser antagonicos, son dos transportes que se cornplementan. No habria que basarse en un sistema imico y excluyente, sino en armonizar ambos recursos de acuerdo con la conveniencia y teniendo en cuenta que hoy las rutas estan saturadas por el transporte automotor.
Por Susana Boragno
Los primeros camiones comenzaron a llegar en 1918, cuando, segan datos de la Asociacion Argentina de kn. portadores de Automoviles y Anexos, llegaron 258 unidades. En 1919, fueron 81, yen 1920, 439. En 19281a cifra trepó a 19.641, y al atio siguiente, 21.587 unidades. A fines de esa decada hubo una intensa carnpana publicitaria para resaltar los beneficios del camion como medio de transporte. «De utilidad irreemplazable por sus multiples ventajas tanto en el ciudad como en la campana», decia un aviso.
En 1928 Rego un tecnico de la Goo¬dyear de apellido Hibbord para ofrecer los neumaticos de la firma entre las empresas que explotaban el servicio
tambien Rego el director de la firma Studebaker, de apellido Mac Kimieg, que interrogado por la prensa dijo: «A pesar de la potencialidad econOmica del pais, la Argentina esta atrasada porque no existe una ley vial. Toda iniciativa resulta negativa porque se estrella con la falta de caminos y el mal estado de los existentes», dijo el empresario, que habia realizado una gira por todo el pais para conocer las caracteristicas de cada pueblo, conocer los camiones y establecer agencias. Por entonces, la idea extendida era que el autocamion tenia una importancia extraordinaria en los paises agricolas como Estados Unidos, Canada o la Argentina.
«El camion ha venido a resolver todas las dificultades, desempenando una funcion tan grande que hasta ha llegado en determinadas circunstancias a liberar al productor de las empresas ferroviarias, de las cuales dependia como una tirania. Tienen todas las ventajas y ningim inconveniente. (…) No se hate esperar como el ferrocarril por semanas y hasta meses cuando se esta en epoca de los embarques y se intensifica
la carga (…) No necesita rieles (pero si caminos) no tiene horario, si hasta las mismas empresas ferroviarias han incorporado al camion como auxiliar y complementario (…) El ferrocarril no puede llegar a todas partes», se decia por entonces.
Las empresas ferroviarias se quejaban de que debian instalar a su propio coste las vias por donde circulaban los trenes, mientras que los caminos por los que circulaban los camiones eran construidos por el gobierno. La competencia con el carrion las obligo a rebajar sus tarifas en forma conside¬rable, pero limitando su aplicacion a distancias no mayores de 300 km donde se hacia sentir con su mayor intensidad. Finalmente, el terra era instalar el use del camion, que ademas beneficiaba a las nacientes industrias cornplementarias, como las de neumaticos, lubricantes y combustibles.
Cuando selevantaron muchos ramales ferroviarios, el camion no pudo suplir con eficiencia al ferrocarril porque no lo acompano un adecuado sistema vial. Lejos de ser antagonicos, son dos transportes que se cornplementan. No habria que basarse en un sistema imico y excluyente, sino en armonizar ambos recursos de acuerdo con la conveniencia y teniendo en cuenta que hoy las rutas estan saturadas por el transporte automotor.