El dakar, otra vez en el centro

La categoría camiones del último Dakar no produjo demasiadas
sorpresas entre los seguidores de este tipo de
competencias, ya que los primeros lugares del rally que
recorrió Argentina y Chile (los pesos pesados no llegaron
a Bolivia) volvieron a ser ocupados por las tripulaciones y
las marcas que, a priori, aparecían como favoritos.
El duro recorrido de la competencia, hizo que de las 420
máquinas que tomaron la salida, llegaran 216. En el caso
de los camiones, de 62 que partieron el 4 de enero, arribaron
51, luego de transitar por los exigentes caminos
que habían previsto los organizadores. Ese número reviste
importancia al observar que a la meta llegaron 79 motos,
18 cuatriciclos y 68 automóviles.
Más de 8.000 kilómetros fueron recorridos en 13 etapas
en dos semanas, incluyendo una denominada ‘maratón’,
en la que los pilotos debían dormir en un campamento
separado de sus equipos y no podían recibir asistencia externa.
Fue uno de los Dakar más duros de la historia y, según
los pilotos de todas las categorías, el más complicado
desde que se disputa en Sudamérica. Calor, frío, desierto,
caminos embarrados, sectores muy rotos, zonas de 100
kilómetros a fondo.
Así fue que en los diez primeros puestos se ubicaron
los cuatro Kamaz de los rusos Airat Mardeev, Eduard
Nikolaev, Andrei Karginov y Dmitry Sotnikov, entre los que
se coló en el tercer lugar el Man del checo Ales Loprais,
en el sexto lugar estuvo el Iveco del holandés Hans Stacey,
seguido por el Tatra del checo Kolomy, el Man del también
holandés Marcel Van Vliet, el Iveco de su compatriota
Gerard de Rooy y el Maz del bielorruso Aleksandr
Vasilevski. Camiones de estas marcas y de otras seis que
se habían anotado completaron la grilla.
Los Iveco
Stacey, al volante de su Iveco Powerstar, ganó la primera
etapa, lo que generó expectativas entre los seguidores de
la competencia. Esa performance la iba a repetir en otras
tres ocasiones, incluido el último día, cuando encabezó el
pelotón de la categoría en la llegada a Baradero.
Su compatriota y compañero de equipo, De Rooy, terminó
el primer día en el séptimo lugar a 4m36s, con una máquina
similar. Si bien, era uno de los grandes candidatos para
ganar la competencia, el quedar atascado en una zanja en
la cuarta etapa, le hizo imposible pelear por la punta de
la general. De todas formas, De Rooy siempre estuvo en
el ritmo de los líderes y finalizó en repetidas ocasiones en
posiciones de podio de etapa, a pesar de haber terminado
el Dakar sin ganar ningún tramo por primera vez desde
2011 cuando había abandonado en la primera etapa.
El tercer miembro del equipo, Pep Vila, con su Iveco
Trakker Evolution II, finalizó en el 12º lugar a 9m24s de
la punta de Stacey. A pesar de no haber llegado entre los
10 primeros, el español se quedó con el reconocimiento
de haber ayudado a De Rooy para que pudiera seguir en carrera en su inconveniente en la cuarta etapa, lo que lo
sacó del Top Ten.
Los rusos
En cuanto a los Kamaz, Nikolaev ganador de seis etapasaparecía
como favorito hacia la mitad de la carrera, para
que repitiera su victoria de 2013. Sin embargo, una mala
séptima etapa lo obligó a convertirse en perseguidor de
un Mardeev, que mantuvo la regularidad en la carrera.
A Nikolaev le faltó tiempo y se quedó a 13 minutos de
su compatriota en la meta final. Mardeev, quien finalizara
segundo detrás de Nikolaev hace dos años, se tomó
la revancha, mientras que el ganador de 2014, Karginov
completó el podio final.
Además de su participación en competencia, la marca
rusa ha desarrollado una estrategia para hacer pie en la
región: para lograr ese objetivo, Alexi Batrakov, representante
Regional para America Latina de Kamaz y Sergey
Danshin, experto de la representación comercial de Rusia
en la Republica Argentina, fueron recibidos en mayo de
2014 por el presidente de FADEEAC, Daniel Indart; el secretario
general, Guillermo Werner, y el tesorero, Matías
Belusci.
En aquella reunión, Batrakov explicó que Kamaz es una
sociedad anónima compuesta por 12 plantas independientes.
El Grupo incluye 150 compañías y opera en cooperación
con 252 fábricas de carrocerías. Es el primer fabricante
de camiones en Rusia y en países de Europa del
Este y Oriente Medio y se mantiene en octavo lugar entre
los fabricantes de los camiones con motor diesel.
De regreso a la competencia, la única tripulación argentina
en camiones, integrada por los hermanos Andrés
y Esteban Germano, acompañados por el español
Daniel Cámara Ordoñéz, a bordo de un camión Man
del equipo Épsilon, llegaron más retrasados, en el puesto
número 28, a 26:13:41, de la primera máquina de
la categoría.
Camiones, a los saltos
Las etapas en el desierto fueron para la categoría más
grande del rally Dakar una experiencia particular por
las situaciones que debieron atravesar. El camión de
los hermanos Germano debió tumbarse sobre la arena
en una de las lomas para evitar atropellar al navegante
de otra máquina que apareció de repente
caminando sobre la ruta durante la etapa seis.
Tras tumbarse, debieron levantar el camión con ayuda
de otros corredores y luego siguieron rumbo. Para estas
moles de 10 toneladas trepar las lomas es un problema
y deben buscar asistencia o caminos alternativos.
Por su parte, el español Jordi Juvanteny sufrió una fractura
en sus costillas cuando su camión saltó 24 metros
en largo, tras salirse de la huella. Según uno de los
tripulantes, se suspendieron a más de 1,7 metros de
altura por sobre la arena. Al caer, el conductor sufrió
la lesión pero pudieron seguir en carrera. Previo a eso,
debieron asistir a otros competidores que estaban en
problemas y juntos lograron escalar por las lomas. Algunos números
Hubo 665 competidores, en 420 vehículos, de 53 nacionalidades, ya que a las que a las que hubo hasta
2014, se sumaron India, Nueva Zelanda y Taiwan.
Los espectadores directos fueron dos millones y medio de Argentina; un millón en Chile; más 410.000 que
siguieron a las categorías menores en su paso por Bolivia. A los que se sumaron los indirectos a través de
1.200 horas de transmisión televisiva en 190 países.