Los nuevos exportadores


Cada año, nuevos rubros se suman a la cartera de productos que Córdoba coloca en el exterior. La tecnología avanza con nuevas propuestas. La carne y los productos gourmet encuentran nichos en el mercado de la alimentación. Desde armas hasta caballos para polo, ejemplos que muestran la existencia de un mercado para quien apuesta a nuevos desafíos. Nota firmada por Diego Dávila en revistacontainer.com


La tan mentada diversificación de las exportaciones cordobesas no es un camino fácil de recorrer. Sin embargo, muchas Pymes regionales apuestan a productos con valor agregado que no tienen trayectoria en las ventas de la provincia al exterior. La experiencia de colocar tecnología, alimentos e inclusive de animales vivos muestra que existen opciones en el mundo para quienes optan por los productos denominados “no tradicionales”.

Uno de los sectores que ha logrado el mayor avance en los últimos años es el tecnológico, principalmente con la exportación de software, tanto por el crecimiento que registra la industria tecnológica en Córdoba gracias a la competitividad de la mano de obra técnica y profesional.


Exportación virtual:

La empresa cordobesa Pentamedia, que exporta software multimedia, banner para webmail, productos para marketing digital, advergames (juegos publicitarios), desarrollos de sitios web y productos para e-learning (capacitación utilizando Internet) y su implementación, ha protagonizado uno de estos casos.

Según destaca Juan Pablo Ortega, la empresa dio sus primeros pasos como exportadores en Perú, donde ha desarrollado un cotizador de medios para revistas destinado a agencias de publicidad.

Asimismo, realiza desarrollos para Uruguay como proveedor de otra empresa tecnológica, mientras trabaja en México con el proyecto de contar con una oficina o representante. El próximo destino será Bolivia.

Paralelamente, Pentamedia avanza en un acuerdo con la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) de La Habana, Cuba, para “importar” software, luego de los primeros contactos realizados en julio pasado, cuando la firma visitó la isla caribeña. Al respecto, Ortega destaca que la idea es cerrar un convenio para tercerizar determinados desarrollos. Esta organización, creada por Fidel Castro y que cuenta con 11 mil técnicos que trabajan en forma exclusiva, ha comenzado a dar sus primeros pasos exportando software a Venezuela.

“La idea de apostar a la exportación es ampliar el mercado. En Argentina, uno puede ser proveedor en Buenos Aires pero el mercado interno fluctúa demasiado. El principal escollo es que no está regulado ni estandarizada; los contratos son demasiado ‘ad hoc’ y esto genera algunas zonas ‘grises’ que pueden implicar costos adicionales. De todas maneras, Internet es un mercado bastante flexible, uno puede desarrollar un producto e implementarlo en forma remota sólo con un servidor en Estados Unidos”, explica Ortega.


Alimentando al mundo:

La alimentación es un mercado donde la demanda nunca desaparece y en este rubro las posibilidades son infinitas.

Así lo entiende Macario González, titular de Frigorífico San Javier Caprino, de Villa Dolores, que en setiembre realizó su primera exportación de carne de cabra. Asesorado por el ProCórdoba, envió a Islas Bahamas un contenedor con 1.850 cajas de carne de cabra (22 toneladas).

“A diferencia de Argentina, España o México, donde el consumidor prefiere cabrito, en mercados como Centroamérica, África y los países árabes consumen animales de dos a tres años, con el que cubren las necesidades alimenticias de los sectores más pobres de la población”, dijo.

Esta firma, que faena 50 mil animales por año, lleva 40 años en el mercado interno y actualmente vende cabrito con la marca Nubian a Libertad, Almacor y Coto.

“Hay mucha demanda de estos productos en Centroamérica, en países del mundo musulmán como Emiratos Árabes o Yemen, y en África. Los compradores más importantes son los gobiernos, que mediante licitaciones para comprar carne cabra para hospitales, escuelas, cárceles y para la población en general”, explica González.

La carne de cabra ofrece un precio FOB que oscila entre 1,9 y 2,2 dólares el kilo. El cabrito, en Argentina, se ofrece a un valor de 3,15 dólares el kilo, pero en Europa la carne de animal chico puede venderse hasta en 12 euros, aunque no es un mercado sencillo por los convenios sanitarios que requiere.

Este frigorífico de Villa Dolores también ha comenzado a prepararse para exportar subproductos como el cuero, ya que la quiebra de la riojana Yoma dejó un mercado interesante. En este sentido, adelanta González, ha recibido pedidos de Bolivia, Italia y China.


Las delika
tessen:

Otro ejemplo en la alimentación es el proyecto llevado adelante por La Abeja Laboriosa, una firma cordobesa que produce mieles tipificadas, aromatizadas y con frutos secos, nacida en 1995.

Según reseña su titular, Alberto Durand, la empresa ha comenzado a dar sus primeros pasos con el envío hasta ahora de 2.700 unidades.

La firma plantó su base en España –participó en octubre pasado de la feria “Argentina en Madrid”– para abordar en una primera etapa el mercado europeo de las delikatessen. Una vez consolidada en Europa, La Abeja Laboriosa buscará ingresar en Estados Unidos.

“El producto se orienta principalmente a la venta al público a través de los locales gourmet, restaurantes y hoteles. En este tipo de mercados, Argentina están a la cabeza a nivel mundial desde cualquier punto de vista que se lo mire: calidad, variedad, creatividad, innovación e incluso en esmero en el ´hacer´”, explica Durand.

Sin embargo, advierte que la falta de financiación es un escollo duro que debe sortear este tipo de Pymes. “La crisis ha hecho que la mayoría de los productores de alimentos diferenciados de Argentina no seamos sujetos de crédito y eso obliga a pelear en condiciones desiguales. Hay que destacar el apoyo de entidades como ProCórdoba, Fundación Exportar o el Consejo Federal de Inversiones (CFI), pero a veces resultan exiguos comparado con las inversiones que deben hacerse”, advierte.


El mercado del polo:

Otra experiencia que cabe destacar es la exportación de caballos para polo, mercado en el que Argentina se ha convertido en un referente, dada la importancia que tiene esta actividad deportiva en el país, y en el que Córdoba concentra el 35 por ciento de las ventas al exterior.

Tomás Echenique es socio gerente La Resolana, exportadora e importadora de este tipo caballos que trabaja en un proyecto para concentrar esta actividad en Córdoba a partir del año próximo, ya que hasta ahora los envíos sólo pueden hacerse desde Buenos Aires.

“Las aerolíneas ponen muchas trabas para salir desde Córdoba o piden una cantidad mínima a la cual a veces es difícil llegar”, indica Echenique.

En cuatro años, La Resolana ha realizado envíos de 36 caballos a Panamá, 25 a la India, 60 a Europa y a fines de este año comenzará los envíos a Singapur. El objetivo trazado por la firma es incrementar los envíos a 300 caballos anuales para lograr un volumen más interesante para las aerolíneas.

Según destaca Echenique, un caballo para polo parte de un valor de 10 mil dólares, pero el precio promedio se ubica en los 20 mil dólares.


Dar en el blanco:

El mercado de la caza y el tiro deportivo constituye un mercado importante en América latina.

Así lo ha vislumbrado Armas Neumáticas Menaldi, una firma cordobesa que fabrica y, desde 2007, exporta rifles de aire comprimido a Brasil, Uruguay y El Salvador.

“El mercado más importante es la caza deportiva y la práctica de tiro al blanco, sobre todo en Brasil, en México y en Uruguay, donde la venta de este tipo de armas es libre”, consigna Cristina Borghetti, socia gerente.

La empresa es parte del Grupo Exporta Argentina, integrado por empresas

fabricantes de artículos para la caza, pesca y náutica como Apolo (balines), Suri (fundas para armas e indumentaria), Wenger (boyas plásticas y artículos de pesca), NG Artificiales (señuelos artificiales para pesca deportiva) y Aquatic (chalecos salvavidas).

Pese a que la demanda es bastante grande, no son mercados sencillos, dadas las regulaciones oficiales que los caracteriza.

“A veces se hicieron envíos de muestra de 40 o 50 unidades a Brasil que debieron esperar hasta tres meses para lograr la autorización del Ejército que le permitiera ingresar”, advierte.

Sin embargo, la actividad en este rubro es cada vez más intensa, sobre todo a partir del crecimiento que ha tenido la actividad deportiva.

“En los últimos cuatro a cinco años la demanda avanza a un ritmo de 30 a 40 por ciento anual, sobre todo porque los usuarios ya no quieren los rifles chinos, de poca precisión, o bien porque reemplazan las armas de fuego por este tipo de unidades”, resalta Borghetti.


NG-20/11/09