El presidente de la fabricante de camiones Iveco dice que se dañaría la competitividad del país; critica a Brasil por las trabas a la importación.
El presidente de Iveco Argentina, Natale Rigano, advierte que convalidar aumentos salariales del 25% como otros años sería insostenible. Con franqueza, el ejecutivo italiano habla de los problemas que le preocupan de la economía, como la pérdida de la competitividad y llegar a un consenso sobre la inflación real, pero reconoce que el contexto regional y las variables macro de la economía argentina son positivas.
En 2010 la producción de camiones de Iveco creció un 240 por ciento. El lanzamiento de nuevos modelos y la abrupta caída de producción en 2009 como efecto de la crisis financiera internacional y de los stocks disponibles son parte del contexto que explican el salto en la producción del último año.
-¿Qué prevén para la próxima negociación salarial? ¿Qué número sería razonable?
-Yo espero que no repitamos los números de los otros años porque sería insostenible continuar con cifras como un 25% de aumento. La competitividad del país no sostiene este número. Lo ideal sería un 15 por ciento. En el resultado del nuevo contrato colectivo va a haber un impacto importante de la inflación. Este mes o el próximo van a empezar las negociaciones. El convenio es un elemento fundamental para preservar la competitividad que hoy tiene el producto argentino.
-¿Cómo afecta a la compañía la inflación?
-El primer problema de la inflación en la Argentina es encontrar un consenso sobre el número real de la inflación. La emotividad de no tener un número cierto da incertidumbre al consumidor. La inflación es real y hay consenso en que es alta. De un lado, tenemos la estabilidad cambiaria y también la inflación de doble dígito; significa que la inflación que tenemos en la Argentina impacta en los costos en dólares. Esto se traduce en una pérdida de competitividad del sistema industrial argentino. No nos impacta solamente a nosotros, sino a toda la competitividad industrial del país.
-¿Hay un impacto real en sus exportaciones?
-Es un elemento negativo. Cuando exportamos a Chile, Perú, Ecuador o Uruguay, nos encontramos con productos que no sólo son del Mercosur, hay también competidores como México. Si nosotros continuamos con una inflación de doble dígito, con valores de referencia dolarizados por inflación dolarizada, esto nos hace perder competitividad. Es un problema que la Argentina tiene que afrontar: la competitividad país en un ámbito regional, no sólo en lo doméstico.
-Como ejecutivo de una compañía global, ¿cómo ve la economía local y qué temas le preocupan?
-La variable más importante es llegar a un consenso sobre el número de la inflación y su control. Los otros datos económicos del país son positivos, como el valor internacional de las commodities y la previsión de la cosecha. Las variables macro son positivas y también el contexto de América latina, con Brasil que crece al 8 o 9% por año. Chile tiene estabilidad económica y Uruguay también está muy sólido.
-¿Y qué opina de las políticas económicas?
-Nos ponemos como interlocutores de la parte política porque nuestras opiniones son válidas para dar a la Argentina una competitividad a nivel regional. No entramos en los detalles de la dialéctica política, pero seguramente nos ponemos como la parte productiva que tiene que ser interpelada cuando hablamos de competitividad. Intervenimos de manera sustancial argumentando al Gobierno para equiparar algunas situaciones de disparidad competitiva.
-¿Frente a qué situaciones?
-La situación de los camiones es que somos la única planta que produce camiones aquí y es inaceptable que no podamos exportar a Brasil ni un camión, mientras que los productores brasileños de camiones, sí, exportan aquí. Esto es una disparidad: en Brasil hay un sistema basado en el financiamiento del Bndes [Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social] para adquirir camiones brasileños a una tasa barata, pero nosotros no podemos beneficiarnos. Eso es una desigualdad que genera falta de competitividad. Es uno de los argumentos que tratamos de manera clara con el Gobierno porque nos toca directamente.
-¿Quiénes son sus interlocutores?
-El Gobierno en general. Esto no impacta en la capacidad productiva. El sector autos exporta el 75% de su producción y nosotros, cero.
-¿Cómo explica el salto en la producción de Iveco en 2010?
-El resultado de 2010 tenemos que analizarlo no puntualmente en el propio año, sino por la trayectoria que Iveco tuvo en los últimos tres o cuatro años. En 2007 se anunció una fuerte inversión para la región. La compañía relanzó su actividad en el área, junto con China y la India, que son otras zonas estratégicas. Iveco decidió que América latina era un área de fuerte potencialidad. Esa fue la base de la estrategia. El otro factor fundamental fue la crisis financiera internacional de 2008, que llevó a una tremenda caída del mercado. La demanda de vehículos medianos y pesados cayó casi un 60% y en 2009 nos encontramos con un stock de casi 1200 unidades en la planta. Entonces hubo una fuerte reducción de la producción en 2009 por alto stock. Otra razón fundamental fue alguna acción específica con el desarrollo de nuevos productos: en 2010 comenzó la venta del Eurocargo Attack, que se desarrolló en el centro de ingeniería de Córdoba y dio un resultado óptimo. Fue uno de los vehículos más vendidos.
-¿Cuáles son las expectativas para este año?
-El resultado de 2010 fue bastante único, por primera vez lideramos el mercado de livianos y pesados. El objetivo que tenemos es confirmar ese liderazgo en un mercado que prevemos que va a crecer entre un 15 y un 20 por ciento. El mercado de carga cerró en 2010 con 22.000 unidades y pensamos que va a llegar a cerca de 25.000.
-¿Eso supone la incorporación de personal?
-Por el momento mantenemos iguales perspectivas en cuanto a la capacidad de producción de la planta. El 15 o 20% puede ser absorbido con la actual capacidad.
-¿Cómo cambia el mercado a partir del anuncio de Mercedes-Benz de que producirá camiones en la Argentina?
-La competencia hace bien al mercado. El hecho de que venga un nuevo jugador ayuda al desarrollo porque el mercado no podía mantenerse con un solo productor. Esto ayudará seguramente con los proveedores porque va a dar una base productiva en el país más significativa para desarrollar nuevos productores locales. En la crisis mundial, fuimos la única compañía que firmó con el Ministerio de Industr
ia un compromiso para dar un mayor agregado local. Para llegar a este objetivo es importante que tengamos una escala mayor para justificar la inversión necesaria para tener productos en línea con las características de los camiones actuales.
-¿Van a seguir acompañando al Gobierno con el patrocinio de los torneos de fútbol?
-Hay un fuerte énfasis en la argentinidad, por ser la única planta que produce camiones en la Argentina. El año pasado hicimos una acción específica en línea con la estrategia de llegar no sólo a la población vinculada al mundo del transporte. El objetivo era hacernos conocer masivamente y pensamos que el fútbol para la Argentina representa un canal fundamental. Por eso fuimos sponsor del torneo Apertura. Hubo una decisión política de ser reconocidos como una empresa nacional.
En concreto, Rigano no dio definiciones sobre Fútbol para Todos.
Fuente: La Nación
7/02/2011