Los accidentes viales ocurridos en diciembre pasado revelan que han descendido en un 20% con respecto al mismo mes de 2010, según datos del Instituto de seguridad y educación vial (Isev). No obstante en el primer mes de 2012 sucedieron numerosos accidentes en los cuales el transporte de carga compartió responsabilidades con otro tipo de vehículos.
Un informe reciente de la asociación Luchemos por
María Cristina Isoba, directora de Investigación y Educación Vial de esa asociación, apunta que “la siniestralidad vial revela que en accidentes con muertos es alta la participación de choferes del transporte de carga y de pasajeros. Pero más allá de su responsabilidad, los conductores también son víctimas. En la búsqueda de soluciones hay que pensar en reducir las horas laborales de estos trabajadores, asegurar su descanso, liberarlos de toda tarea ajena al manejo y a la vez capacitarlos”.
En un documento del Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi) se advierte que “un conductor cansado tiene una pobre o inexistente reacción, ocasionando muchas veces maniobras abruptas que finalmente derivan en un accidente”.
Expertos que elaboraron un trabajo difundido por Volvo Trucks aseguran que “es tan peligroso manejar cuando se está cansado al igual que cuando hay alcohol en el flujo sanguíneo” y advierten que “los tiempos de reacción son lentos o no se realizan las maniobras para evitar los accidentes. Se demora más en detectar pasos a nivel, obras en las rutas o vehículos parados”.
Alberto Gasparini, capacitador de Luchemos por
Gasparini agregó que al manejar en rutas angostas y de doble mano las posibilidades de choques son mayores: “Con automóviles y vehículos de gran porte circulando en ambos sentidos los márgenes de maniobra se reducen y los riesgos se multiplican. El control en las rutas es insuficiente y esto se traduce en infracciones a los límites de velocidad, entre otras”.
La participación de camiones en accidentes con víctimas fatales aumentó del 8,3% en 2004 al 18,1% en 2010, según el informe de Cesvi. Y en una encuesta que hizo a 300 choferes, el 90% coincidía en que la primera causa de accidentes era el cansancio, seguida por presiones laborales, imprudencia y falta de respeto a las normas de tránsito, exceso de velocidad, inexperiencia, excesiva confianza en sí mismos, alcohol, clima, mal estado de las rutas y monotonía.
“En los últimos años aumentó la cantidad de camiones circulando en las rutas, hecho que responde al incremento de las cargas. En época de cosechas trabajan más camiones, algunos de los cuales están obsoletos, aumentando así la peligrosidad. Pero en las rutas circulan también autos y en los fines de semana largos o temporada turística, las posibilidades de accidentes son altas. Y cuando participa un camión en un accidente las probabilidades de que termine en tragedia son mayores”, acota Gustavo Brambati, subgerente de Seguridad Vial de Cesvi.
Aclara que las empresas asumen pérdidas por una carga que no llega debido a un choque, “además del desprestigio que les ocasiona el estar involucradas en accidentes graves. Más que la falta de sueño, es frecuente el cansancio extremo en los choferes. Las empresas podrían instrumentar que los conductores descansen en lugares adecuados, no en las cabinas dormitorio de los vehículos. Esto sería más complejo, pero evitaría causas de siniestros”.
Fuente: Suplemento Transporte & Logística, diario
NG 31/01/2012