Semáforos grises y tecnología LED

La Ciudad de Buenos Aires repintó el 55% de los postes. Además, el 80% ya posee luminarias ecológicas.

A la par de la renovación de carteles de calles y refugios de colectivo, hay otros dispositivos instalados en la vía pública que también están modernizándose. Se trata de los semáforos porteños, cuyos postes son pintados de gris y sus luminarias transformadas a tecnología LED.

Fue una modificación al Código de Tránsito y Transporte aprobada a mediados del año pasado la que obligó a terminar con el tradicional color amarillo y negro de los semáforos e imponerles el gris. Según se explicó oportunamente en la Legislatura porteña, el cambio busca generar mayor seguridad vial al reducir el contraste entre los colores del poste, las luces y el entorno.

La pintura color "gris grafito" alcanza a las cabezas, los soportes y las viseras de estas señales de tránsito. La ley también estableció que estarían abarcados los pórticos de señalización vial y los carteles de leyenda variable, que se extienden por la Capital con información útil para los automovilistas.

Para aplicar el cambio, la norma otorgó al gobierno porteño un plazo de tres años. Según datos proporcionados por la Subsecretaría de Transporte y Tránsito, en la ciudad hay 3766 cruces con semáforos. De ellos, dijeron, el 55% ya fue llevado a color gris.

El repintado de los dispositivos se observa muy avanzado en el este y el centro de la ciudad, y resulta escaso en la periferia. Sobre avenidas como Beiró, Lope de Vega y San Martín, los semáforos continúan de color amarillo.

Voceros de la Subsecretaría de Transporte y Tránsito indicaron que el total de los semáforos habrá sido intervenido para adaptar su color para fines de este año.

Menos consumo

En tanto, esa misma modificación efectuada al Código de Tránsito dio fuerza de ley a una medida que el gobierno porteño ya venía instrumentando: el reemplazo de las luminarias de los semáforos por lámparas LED, que proporcionan mayor visibilidad y menor consumo.

Al momento, según datos oficiales, el 80% de los semáforos ya fue convertido a esta tecnología de bajo consumo y el recambio estará concluido para fines de 2014 en toda la Capital.

Las lámparas LED poseen mayor vida útil. Las incandescentes tienen una duración de 8000 horas cada una; las halógenas, sólo 1000, y las LED alcanzan las 30.000 horas. Es decir, estas últimas tienen una duración cuatro veces mayor que las incandescentes y 30 veces mayor que las halógenas.

Otro de los beneficios es que esta tecnología exige menos mantenimiento.

NG-6 de mayo 2014 / Fuente: La Nación