Critican estado de caminos mendocinos

La Cámara de Turismo de Mendoza califica de pésimas las condiciones de varias rutas, a través de un documento.

La Cámara de Turismo de Mendoza, entidad que reúne a empresarios del sector de la industria sin chimeneas desde hace más de 30 años, hizo un análisis de varios caminos turísticos de montaña, a los que calificó de pésimos. La institución, integrada por hoteleros, agentes de viajes, transportistas, casas de artículos regionales y operadores de turismo aventura, elaboró un informe que lleva la firma de su presidente, Ricardo Beccaceci, que comienza con un tono pesimista.

Iniciamos -dice el dirigente- un nuevo año con viejos problemas: la atención de Vialidad provincial a los caminos turísticos es inexistente. Uno de los íconos del turismo en Mendoza está desatendido. Mientras desde el sector privado y el específico oficial del turismo intentan comunicar a Mendoza como la mejor opción, organismos específicos del tipo de la DPV no atienden sus responsabilidades.

Según los privados dedicados a la actividad turística en la provincia, con respecto a las rutas hay 3 sectores de camino en montaña que constituyen parte de los grandes atractivos de Mendoza: el tramo Las Cuevas-Cristo Redentor (normalmente abierto 3 meses); la variante de Villavicencio (desde el hotel hasta el Valle de Uspallata); y el Cañón del Atuel (entre Valle Grande y Nihuil I).

Además de estos tres caminos, la Cámara también considera otros, como el Cordón del Plata (entre Potrerillos y Uspallata), la Laguna del Diamante, Valle Hermoso (desde las Leñas), los accesos a la Caverna de las Brujas y a la Laguna de Llancanelo.

Para referirse a la subida al Cristo Redentor, en Las Cuevas, la Cámara se basó en el testimonio de una experimentada guía de montaña, Eva Szcymanski, quien describió que los tramos en pésimas condiciones son: al inicio del ascenso, una bajada de agua que es una verdadera zanja; la Curva de la Guitarra, curva cerrada que se transforma en una sola mano no dejando espacio al que sube; piedras y desprendimientos de ladera desde la casilla satelital, por unos 200 metros.

Según la andinista citada, es imprescindible ampliar a doble mano el último tramo de acceso y arreglar los baches en muchas curvas, situaciones que se informan casi a diario al personal de Vialidad y a Gendarmería, responsable de permitir el acceso, pero como de costumbre hasta que las desgracias no ocurren no hay funcionarios que se preocupen de este peligro inminente.

NG 6 de enero de 2015 / Fuente: Los Andes – Mendoza