Argentina pasó a ser miembro del Foro Internacional de Transporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Desde el jueves pasado la Argentina es miembro del Foro Internacional de Transporte (ITF por sus siglas en inglés) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), que agrupa a los países más ricos del planeta. En la cumbre ministerial de Leipzig, Alemania, el país firmó formalmente su ingreso al club donde se proponen, plantean, discuten y exhiben soluciones para este complejo tema que crea problemas globales. Como dijo el bisnieto de Henry Ford, Bill hace dos años, si seguimos utilizando los automóviles como hasta ahora, estaremos condenados a un embotellamiento global.
El ministro Florencio Randazzo asumió en nombre del Gobierno el compromiso de integrar la Argentina al importantísimo foro de la Ocde. No le ha ido mal, dicen en su entorno, en participaciones similares. De algunas de ellas obtuvo ideas y el know how para instrumentar uno de los éxitos en los que cimienta su campaña: los métodos modernos y expeditivos para tramitar el nuevo DNI y el nuevo pasaporte.
También en exhibiciones internacionales como la de ferrocarriles de Berlín encontró ideas y empresas prestadoras para mejorar los trenes. Randazzo, absorbido por la campaña, no pudo estar en Leipzig y lo representó su viceministro, Marcio Barbosa.
Los desafíos para el mundo entero son muchos. No sólo en el tránsito urbano o en las rutas entre ciudades de un mismo país. También en el transporte de carga y de pasajeros entre países, con un comercio de mercancías y un turismo en permanente alza. También, poder atender todas las necesidades sin empeorar las emisiones de gases de efecto invernadero y agravar el cambio climático es una necesidad que quedó claramente fijada como una meta en el foro.
¿Tiene la Argentina algo para aportar? ¿Por qué no? La participación de soluciones de programación informática es una prioridad. Sistemas informáticos que hacen que para cruzar una frontera un camión demore minutos en lugar de días, completando todos los trámites aduaneros y requisitos de seguridad.
La relación más intensa con la Ocde no puede ser tomada con liviandad
No es poco. Y una propuesta premiada llegó de Estonia. Alumnos de la Universidad de Buenos Aires (UBA) acaban de ganar un importante premio internacional en programación, por encima de famosas y carísimas universidades norteamericanas. Hay una gran oportunidad allí. El Gobierno ha dado un buen primer paso. Faltan más.
La relación más intensa con la Ocde tampoco puede ser tomada con liviandad. La Argentina necesita fortísimas inversiones y financiamiento para renovar su infraestructura de transporte. Pero por la pésima relación con el FMI y el conflicto con los fondos buitre tiene difíciles accesos.
Volver a la formalidad
Para un candidato del oficialismo, ¿sería fácil volver a la formalidad de las revisiones del Fondo Monetario por el artículo IV de su estatuto fundacional? Pareciera que no. Pero resulta que la Ocde hace un informe periódico similar, con menos escándalo y prejuicios ideológicos que los que genera el Fondo. Hasta el punto de que es casi desconocido.
¿No sería una buena manera de «volver al mundo» y lograr inversiones y financiamiento manteniendo cierta formalidad del «relato»? Si Randazzo lo ha pensado así, ha resultado bastante más astuto que sus contrincantes. Financiamiento para obras, para progreso, para revivir los ferrocarriles es «deuda buena». Y libera recursos para atender otros gastos sin hacer «el ajuste».
A fin de cuentas, en la cumbre se escuchó el reproche a los representantes europeos porque sus ferrocarriles de carga pierden la carrera con Estados Unidos. Los americanos transportan de una costa a la otra de su país el 50% o poco más de la carga en tren. Y Europa está lejos de hacer tal uso de un mecanismo eficiente y menos contaminante. Hay que derrumbar malas regulaciones, se aclaró en los debates.
NG- 2 de junio de 2015 / Fuente: La Nación