Una misma banda asaltó tres blindados en cuatro meses

El más sangriento sucedió en noviembre en Garín, donde mataron a dos policías. Los otros hechos ocurrieron en La Boca y en San Telmo.


La misma banda que el 23 de noviembre pasado intentó robar un transporte de caudales del Banco Provincia y mató a dos policías en el kilómetro 18 del ramal Escobar de la Panamericana, participó en dos asaltos a camiones de la firma Brinks en Capital Federal. El dato surgió de las pericias balísticas que demostraron que, en los tres hechos, los asaltantes dispararon los mismos fusiles automáticos ligeros (FAL).

El primero de los casos fue el 26 de julio del año pasado en Pedro de Mendoza y Gualeguay, en La Boca. El segundo ocurrió el 6 de septiembre en el cruce de Brasil y Azopardo, en San Telmo. En ninguno de los dos casos pudieron concretar los golpes, al igual que en el ataque de la Panamericana.

Según los voceros, los peritos ahora también van a analizar los proyectiles recogidos tras un asalto a los custodios del frigorífico del ex piloto de Fórmula 1 Oscar Larrauri, ocurrido el 26 de noviembre en la localidad santafesina de Granadero Baigorria, sobre la ruta 34, donde un custodio murió y otro resultó herido de cuatro balazos.

Además, las fuentes destacaron que en el asalto de la Panamericana actuaron cinco tiradores, armados con dos FAL, un M-16 y dos pistolas 9 milímetros.
Por el caso hay cinco detenidos −cuatro ya están procesados con prisión preventiva− mientras que otros tres sospechosos aún permanecen prófugos y con pedido de captura.

Entre los fugitivos se encuentra Diego Gabriel “El Sucio” Guardo Monte, de 34 años, quien hace diez años cobró notoriedad mediática cuando protagonizó una toma de rehenes en una estación de servicio de General Rodríguez. Por ese hecho, “El Sucio” fue condenado a 13 años de prisión, pero el 23 de julio último recuperó su libertad. Luego del golpe al blindado, la policía lo fue a buscar al barrio Fonavi de Garín, pero “El Sucio” escapó a los tiros y desde ese momento su paradero es una incógnita.

Fuente: Tiempo Argentino