El transporte de carga perdió unos $30 millones por la Copa América

Así lo confirma un informe que realizó la Asociación Propietarios de Camiones de Mendoza tras la restricción continua de camiones. 


Las restricciones y el freno a la circulación del transporte de carga durante los días de la Copa América tuvo consecuencias demoledoras para el sector. Es que, según un reciente estudio que realizó la Asociación Propietarios de Camiones de Mendoza (Aprocam), nuestra provincia dejó de facturar unos 30 millones de pesos en diez días y sólo en materia de logística (seguro y flete). 

Así lo confirmó ayer en exclusiva a este diario el presidente de Aprocam, Carlos Messina. "Se estiman entre 20 y 30 millones en sólo una parte del engranaje que es la logística. Luego hay una cadena amplísima que trabaja directa o indirectamente con el sector que no estamos contemplando aquí, porque es muy difícil precisar. En ese caso, la falta de facturación sería muchísimo mayor, casi terrorífica", dijo el empresario, quien aprovechó la ocasión para criticar al Gobierno provincial por "firmar la disposición que impuso el Gobierno de Chile sin consultarnos antes y sin poner ningún tipo de condiciones para repartir las cargas en la frontera entre camiones y turistas". 

La falta de facturación se analizó en el período que va del 3 al 13 de este mes, en que la Coordinación del Paso Cristo Redentor del lado chileno exigió a los camioneros parar por dos días enteros –7 y 13–, y en el resto, con turnos de cuatro a seis horas por jornada, dejando totalmente frenada la circulación del tramo Mendoza- Chile y viceversa. 

Según el relevamiento de Aprocam, de los 10.000 camiones que deberían haber transitado ese recorrido (se estiman 1.000 por día) sólo se movieron 4.000. Es decir, 60 por ciento del transporte quedó completamente inmovilizado. Según el informe, a los costos por las demoras deben sumarse gastos de gasoil para mantener el vehículo en condiciones, la calefacción de las personas que lo conducen y los inconvenientes en la seguridad en el sector. 

En este sentido, los transportistas consultados se quejaron por las numerosas noches que debieron pernoctar en la frontera en situaciones incómodas e inseguras. "Estamos sin custodia y en lugares abiertos, siendo víctimas de malintencionados que siempre transitan esos sectores y rompieron precintos para intentar robar cargas. Si bien es casi imposible el robo de alguna carga por el tipo de almacenamiento y de mercadería, el sólo hecho de solicitar la intervención física de los controles de aduana para volver a precintar los camiones implica, además, un costo adicional, sin contar la demoras por realizar nuevamente el trámite de ley", coincidieron fuentes del sector. 

Messina también remarcó que los 30 millones de pesos que la Provincia se perdió de percibir tampoco contemplan los gastos de compra y venta de mercadería –cuyo costo varía según cada camión– y que no llegó a destino. Tampoco incluye los gastos que debió absorber el exportador ni los clientes que se perdieron por el incumplimiento del pacto comercial. 

Según Eduardo Yaya, coordinador argentino del sistema integrado del paso Cristo Redentor, "para transportes que habitualmente hacen el trayecto Mendoza-Chile o Chile-Mendoza, acostumbrados a determinado movimiento semanal de cargas por exigencias de los clientes que esperan las mercaderías o de las navieras que deben zarpar de puerto, las pérdidas tampoco contemplan aquellos destinos con tramos más extensos, como Buenos Aires-Chile o Chile- Brasil". 

LAS PÉRDIDAS EVITABLES. Para el dirigente de Aprocam, las tintas deberían cargarse contra el Gobierno nacional pero, sobre todo, contra la gestión de Celso Jaque. "El transporte de carga no existió y no existe para los funcionarios locales. Ellos firmaron un convenio con Chile y no previeron tales pérdidas, que nosotros ya veníamos avizorando. Argentina y Mendoza dieron vía libre a los chilenos, y el tránsito internacional quedó supeditado a los coordinadores de un sólo país", disparó Messina, quien enseguida preguntó irónicamente: "¿Quiénes fueron los dueños del paso a Chile en la Copa América? Está claro que Chile". 

La respuesta, también la dio, días atrás, el subcoordinador del paso chileno Cristo Redentor, Sergio Correa Herrera: "Queremos priorizar la seguridad de la vida de las personas antes que la ganancia comercial de los transportistas". La medida, que enfureció al sector de carga, no se modificó, incluso en días en que el tránsito de micros y autos particulares parecía aceptar la convivencia entre ambos. 

Sin embargo, el cronograma de restricciones fue casi inamovible, ya que fue fija
do desde el Ministerio del Interior del país vecino. Antes de que se instalara el campeonato deportivo hubo tres reuniones que juntaron a organismos nacionales de ambos países. Un encuentro fue en Los Andes, Chile; otro en Santiago y, el tercero y último, en Mendoza.
 
De allí salió un acta que firmaron coordinadores del paso Cristo Redentor, funcionarios locales y embajadores. En ese entonces no fueron invitados a participar ni Aprocam ni la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Fuentes calificadas que estuvieron allí aseguran que funcionarios mendocinos y argentinos "subestimaron el tema del transporte de carga y por eso no se habló, sino sólo de turistas en la frontera". 

Según coinciden fuentes del sector, durante la última reunión, los representantes de Chile pidieron restricción al transporte de carga para dar prioridad al turista, tanto en auto particular como en micros con delegaciones. Mendoza no dijo que no, y los embajadores determinaron cortes frente a cualquier trastorno vehicular. Ningún argentino puso condiciones cuando aún las pérdidas eran evitables. 

Según Messina: "No funciona el sistema de frontera, fundamentalmente, en el paso Libertadores, de Chile. Esta es la traba de todo el transporte. Mientras, el Gobierno provincial no tuvo la voluntad política necesaria".

Fuente: El Sol
ABE – 20/07/2011