El presidente del bloque regional quiere crear instituciones técnicaspermanentes; tiene críticas al actual funcionamiento
Recuperándose de una afección cardíaca que lo sorprendió en plena actividad -hoy se espera que le den el alta- Carlos "Chacho" Alvarez cuenta las horas hasta el 31 de diciembre de 2008, cuando vence su cargo de presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur, que ocupa desde hace tres años.
En esa fecha, Alvarez se irá de la conducción del bloque desencantado de su actual dinámica de funcionamiento: a tal punto que dejará el puesto con una propuesta para modificar radicalmente su estructura y con una advertencia de que, en las actuales condiciones y con un contexto internacional desfavorable, los avances de la región podrían ser nulos e incluso llegarían a implicar retrocesos, según explicaron a LA NACION en su entorno más íntimo.
"No es que se esté al borde de la extinción del Mercosur, pero en el actual contexto y como está funcionando hoy, el bloque es muy limitado en sus acciones y necesita una reforma estructural urgente", dijo uno de sus principales colaboradores.
El ex vicepresidente de la Alianza presentará un documento de reforma de las instituciones del Mercosur en la cumbre de presidentes, prevista para el 15 y el 16 de diciembre, en Salvador de Bahía, Brasil.
Su auditorio serán todos los mandatarios del mercado común: los de los cuatro países que son miembros plenos (Cristina Kirchner, Luiz Inacio Lula da Silva, Fernando Lugo y Tabaré Vázquez), y también los de los asociados (Michelle Bachelet, de Chile; Alan García, de Perú; Evo Morales, de Bolivia; Alvaro Uribe, de Colombia; Rafael Correa, de Ecuador, y Hugo Chávez, de Venezuela).
Instituciones permanentes
¿En que consistirá el planteo de reforma que dará a los presidentes? "El espíritu de la propuesta será crear instituciones permanentes del bloque, con funcionarios técnicos que se dediquen al seguimiento constante de los temas, sin tener que pasarse la posta cada seis meses, como pasa ahora, lo que impide dar ejecución y continuidad a las decisiones que se toman", confió uno de los allegados de Alvarez.
"Todos los presidentes hablan de crear cadenas de valor, articular la producción de la región, ser complementarios, pero el Mercosur no tiene estructura para eso: hoy es intergubernamental", agregó.
Desde la óptica de Alvarez, el bloque no alcanza soluciones para los conflictos ni puede potenciar su alcance, porque no cuenta con una estructura formal que lo haga posible. En los hechos, los encargados de gestionar el Mercosur son los presidentes, que, en el esquema actual, se pasan el mando de conducción cada seis meses, cuando cambia la presidencia pro témpore. Ahora la tomará Brasil, que debe designar al sucesor de Chacho. Los ministros son quienes coordinan las acciones y políticas en el tiempo marginal que dejan sus asuntos internos.
"El proyecto abarcará desde la necesidad de que haya un sistema de altas autoridades permanentes sobre los temas que se trabajan entre los países hasta la representación parlamentaria, es decir, cómo debe ser la proporcionalidad de los legisladores del Mercosur", dijo uno de los hombres que la están preparando.
El Parlamento del bloque hoy funciona con 18 parlamentarios por país. Lo que ocurre es que Brasil, el país con mayor población en la región, tiene con este esquema la misma cantidad de diputados que Paraguay o que Uruguay, que tienen una densidad poblacional ostensiblemente menor.
Otra de las cuestiones que incluirá el proyecto de reforma es la posibilidad de crear un tribunal permanente para solución de controversias, que las hay y son muchas: desde los constantes reclamos por asimetrías que plantean Uruguay y Paraguay hasta los diferendos entre los países por problemas de fronteras, como en el caso de Uruguay y la Argentina.
Fuente: La Nación