La inseguridad apuntala el negocio de los GPS


La inseguridad en las rutas argentinas asegura el nivel del negocio en el sector que ofrece soluciones de sistemas de geoposicionamiento global (GPS) para el transporte, sin que pueda ignorarse el acontecer financiero local e internacional.



Las previsiones en el sentido de que el flagelo de la piratería del asfalto no sólo no se detendrá, sino que se incrementará durante este año, impulsada por causas sociales y hasta por la mayor incidencia de este tipo de delitos durante períodos electorales, ha hecho prever un año sin indicadores económicos críticos para los proveedores de sistemas de posicionamiento global (GPS) para el transporte.


Si bien los pronósticos apuntan al mantenimiento de resultados aceptables, las proyecciones para 2009 no desestiman los efectos que la situación financiera internacional pueda hacer sentir también sobre este rubro. Según las perspectivas de Tomás Echeverría, gerente General de Hawk GPS, este año habrá “una contracción en la demanda, aunque no creemos que disminuya la piratería del asfalto en el corto plazo, lo cual redundará en mayores controles y procedimientos de nuestra central de monitoreo”.


Los distintos bienes transportados son un blanco muy atractivo para la delincuencia que crece año tras año, acentuándose en épocas de crisis; por eso es fundamental hacer foco en la seguridad”, señaló José Luján, gerente Comercial de Ituran. La misma apreciación hizo el gerente General de Omnitracs, Tomás Araque: “Si hay algo previsible para este año es que los robos seguirán existiendo; por lo cual, como los sistemas satelitales son imprescindibles, los transportistas seguirán usándolos”.


No percibimos signos de mejora en cuanto a seguridad, lo cual genera mayor demanda de nuestros servicios”, sumó Hernán Doljanica, directivo de LoJack. En el mismo sentido, desde la firma Pointer fueron tajantes: Si creemos que el escenario económico y social afecta en mayor medida a los más necesitados y también creemos en la falta de control del Estado, todo hace pensar que los eventos de robo y hurto crecerán en 2009”.


El gerente Administrativo Financiero de Megatrans, Gonzalo Vázquez, sostuvo que “la seguridad ya constituye un gasto operativo que las empresas no resignan a pesar de un retraimiento en sus actividades”,
aunque reconoció que “después del primer trimestre del año pasado notamos más cautela en los gastos vinculados con la incorporación de tecnología”.


Con una visión más psicológica del asunto, en American Tracer, su Presidente, Jorge de Palma, fue didáctico: “Estamos hablando de conducta humana y, por lo tanto, existe la posibilidad de que haya quien, como medida cautelar, prefiera recortar su presupuesto en seguridad, y también quien por las características de su actividad decida incrementarlo; ambos casos son posibles”.


Doljanica utilizó la palabra “incertidumbre”, la más oída entre los empresarios que proyectan el año que arrancará formalmente en marzo, para describir las expectativas de LoJack. “La recesión y la falta de crédito ya están percibiéndose en sectores importantes de nuestra economía; la pregunta que nos hacemos es cuánto durará esta situación. Está viéndose una disminución de ventas de vehículos y maquinaria y eso, más la falta de líneas de crédito aceptables, afecta directamente nuestra actividad”, dijo.


Luego de coincidir en que será un año “de mucha intertidumbre”, Luján apuntó que en Ituran visualizan “una oportunidad de crecimiento para la compañía a nivel local, debido a la relación entre la crisis y las actividades delictivas relacionadas con el robo de vehículos y la piratería del asfalto”.


De Palma vinculó sus conjeturas con el marco económico general y consignó que para este año son “optimistas, pero con expectativas más conservadoras”; una visión similar a la de Vázquez, quien dijo: “nuestras perspectivas para 2009 son mantener nuestros negocios e igualar las tasas de crecimiento obtenidas el año pasado; prevemos un contexto de crecimiento, aunque más lento dada la situación a nivel global”. Araque fue cauteloso al estimar que “las nuevas tecnologías incrementan el precio de los sistemas de rastreo, y los transportistas y dadores de cargas quieren disminuir gastos; el mercado debe balancear y acomodar a las partes, a través de la competencia”.


En Pointer juzgaron que la desaceleración muestra dos costados: “nos afectará por la caída en la venta de 0 km, y nos favorecerá porque la demanda de servicios de localización y recupero crecerá en los vehículos usados por el incremento en la tasa de eventos debido a la crisis; distinto es el caso de los pesados, ya que en este rubro, cuando no se puede hacer mucho por mejorar las ventas, el esfuerzo debe concentrarse en contener gastos y costos”.


Según las previsiones de Echeverría, “el concepto de ‘monitoreo satelital’ está quedando atrás y debe ir siendo reemplazado por el de ‘gerenciamiento de riesgos’; el sector debería evolucionar hacia pólizas de seguros a la medida del dador de carga, su mercadería, las rutas por las que opera, etcétera”. (Ver nota vinculada: Arranque positivo)


Departamento de Prensa de Expotrade,

para el Suplemento Transporte & Logística de La Nación