El especialista en recursos humanos Juan Schaer y el asesor en temas laborales Lucio Zemborain consideraron la presión de los sindicatos y la revisión de los acuerdos por parte de la justicia.
La multiplicidad de representación sindical y las presiones para el traspaso de los trabajadores de uno a otro de los sindicatos actuantes genera una competencia entre las organizaciones y una conflictividad que afecta económicante a las empresas, consideraron el ex presidente de la Asociación Argentina de Recursos Humanos Juan Schaer y el asesor en temas laborales Lucio Zemborain.
Durante el desayuno organizado por la Asociación Argentina de Logística (ARLOG) sobre “La problemática laboral en un escenario complejo”, Schaer dijo que “hay un quiebre en la seguridad jurídica, porque más allá de las negociaciones con el sector sindical que el Ministerio homologa, la justicia puede revisar los acuerdos”. En tanto, Zemborain abundó que “acuerdos homologados por el Ministerio de Trabajo están siendo revisados por los tribunales laborales, lo que va en contra del Artículo 17 de la Constitución Nacional y crea inseguridad jurídica”.
Schaer precisó que “Argentina es el único país en el mundo en el que los sindicatos manejan las obras sociales y eso les representa mayor poder por mayor sindicalización. Además, en los últimos años ha habido una mejora en el mercado del trabajo, que aunque hoy se está deteniendo, siginificó mayores aportes para los sindicatos”.
Zemboraín, asesor de la Federación Argentina de Empresarios del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), se concentró en la situación de la actividad y recordó que el secretario general del sindicato, Hugo “Moyano ya dijo que va por todas las ramas de la industria. Aunque se detuvo a principio de año en ese avance, porque no podía avasallar gremios que necesitaba que lo apoyaran en la interna de la CGT, como Comercio en el caso de los supermercados, va a volver a cargar”.
Schaer, quien fue director de Recursos Humanos de Telecom Argentina, hizo especial hincapié en la educación de los trabajadores y lamentó que “la destrucción de la escuela técnica generó a las empresas problemas para encontrar mano de obra especializada. Ahora, los empresarios no sólo deben protesar, sino ponerse los pantalones y encarar a las autoridades para que le den una solución a este problema”.
Afirmó que en Argentina, “si la crisis se profundiza podría haber más trabajadores suspendidos. Hay lugares en las estructuras de las empresas que se pueden levantar, por ejemplo, los call center, que son sólo un switcher y que, si en algún momento fueron grandes generadores de empleos, en especial para los más jóvenes, pueden ser grandes generadores de desempleo”.
Zemborain, en tanto, explicó que “todos los gobiernos, desde el 2002, han tenido una alianza estratégica con el sindicato, teniéndolo como actividad de referencia. Por lo tanto, hubo que aceptar la situación, además siempre, escondido, nos sacan algo más. Pero estamos llegando a un punto final, entre otras cosas, porque la crisis mundial nos lleva a reveer todo esto”.
Reconoció el asesor de la Fadeeac que “el nivel de supervisión y personal jerárquico no tuvo mejoras como el personal en convenio. Con los años, la diferencia salarial, que en los noventa era 30%, es 10%, pero con las horas extras, en muchos casos están por debajo del salario del trabajador bajo convenio. Por eso, pierde la motivación y hubo casos de pedidos para pasar de personal jerárquico a camionero, para mejorar la remuneración”.
Combo explosivo
Lucio Zemborain recordó que “en el sector del autotransporte desde 1993 hasta 2003, la paritaria no se sentó a la mesa de discusión, forzado por la economía. Así, el lider del sindicato se sentó a esperar una situación mejor, que llegó. Desde entonces, ocupó un espacio de poder dentro de la política argentina, que lo impulsó a buscar más logros para sus representados, que han estado por encima de la inflación, medida como sea, y aún así sus apentencias no tienen techo”.
“A principios de año, el Gobierno pidió que negociaramos con el sindicato, y en febrero se acordó, hasta junio de 2009, un incremento de 19,5% directo y el paso de sumas no remunerativas al sueldo, con lo que el aumento real fue 24%. Pero, ante la crisis, los sindicalistas comenzaron a presionar para lograr un convenio por rama, la incorporación de la comida y el viático al sueldo, con lo cual cuando el hombre no trabaja seguirá cobrando, más el bono de fin de año: un combo explosivo para las empresas”, concluyó.
Pensamiento Lateral
Juan Schaer recomendó a los empresarios que “empiecen a pensar lateralmente, no se puede hablar sólo de salarios; hay que empezar a hablar de condiciones laborales distintas, porque así no les va a dar más el bolsillo. Hay que volver a dialogar con el sector sindical para que sean socios de las empresas, comprometiéndose en la creación de empleo y la capacitación”.
“Ante posibles conflictos, a las empresas no les conviene la exposición en los medios, más teniendo en cuenta que el año que viene será electoral y en la interna del peronismo el sector sindical sigue siendo un actor de importancia” sentenció, e instó “programar algunos acuerdos de paz social y, si hay que reducir personal, que sea a través de retiros voluntarios, suspensiones controladas o jubilaciones anticipadas acordadas a través del ANSES, y que no se pierdan horas de trabajo que afectan a los trabajadores, pero también a las empresas”.
Redacción Expotrade. Para el suplemento
Transporte & Logística del diario La Nación