Infraestructura, el sostén pendiente

"La aspiración es lograr sociedades mejores para vivir”, destacó Verónica Raffo, especialista senior en infraestructura del Banco Mundial.

“Ciudades energéticamente eficientes, con transporte público de calidad, e impulsoras de políticas que apunten a la movilidad saludable y el cuidado ambiental”. La especialista considera que el transporte público es un factor clave para aproximarse a este tipo de objetivos. "Es importante generar consenso, que la ciudadanía tome conciencia de que la congestión vial y la contaminación son externalidades que el conductor individual no tiene en cuenta, pero que generan dificultades que paga la sociedad en su conjunto”.

Ahora bien, en países como el nuestro, donde el transporte masivo pierde los pasajeros que tienen otras alternativas, ¿cómo hacer que la gente se baje del auto particular y opte por el sistema público? "Hay que invertir en sistemas masivos -sostiene la especialista-. Mejorar y fortalecer las capacidades de planificación y contar con profesionales formados para una buena gestión".

En este sentido, Raffo considera auspicioso el inminente lanzamiento de una maestría de Planificación del transporte urbano y la red vial, con asistencia técnica del Banco Mundial y base en las Facultades de Ingeniería, Arquitectura y la carrera de Geografía de la UBA. "Sería también importante que la Argentina contara con una agencia nacional de logística, un ente que manejase estos temas a nivel federal", agrega.

En relación con la situación de las rutas locales, Raffo considera que lo más recomendable es desarrollar sistemas de transporte multimodal: "Invertir en ferrocarriles de carga, que generan menos contaminación, así como en la hidrovía del Paraná, para complementar así la utilización de las carreteras".

En este sentido, la especialista señala la importancia de sostener el mantenimiento de las rutas. En especial aquellas que soportan el tránsito de camiones que suelen llevar cargas más altas de lo permitido, lo que genera el deterioro de esos caminos.

En sintonía, José Barbero, decano del Instituto de Transporte de la Universidad Nacional de San Martín, apunta: "La actual ley de tránsito tiene disposiciones en relación al motor, peso y edad máxima de los camiones, puntos que no entran en cumplimiento pleno. En la Argentina hay un parque de camiones muy viejos, sobre todo los que transportan granos. Y el cumplimiento de la ley se posterga, especialmente por demandas de los pequeños fleteros: ahí hay una externalidad negativa, que impacta sobre el resto de la sociedad". La historia conocida: medidas orientadas a beneficiar al colectivo, actores que defienden cada cual su interés, imposibilidad de llegar a un acuerdo y, en un punto, pérdidas para todos.

A la hora de señalar caminos que conviene profundizar, Raffo destaca la implementación, desde hace unos años, de los contratos CReMas de rehabilitación y mantenimiento para la red pavimentada primaria (o sea, las rutas que no están concesionadas). El gran aporte de estos contratos es que estipulan plazos de cinco años: un paso importante para contrarrestar la tendencia al cortoplacismo. "Mejoran las herramientas de planificación -indica Raffo-. Y generan mayor objetividad, porque para un político a veces es mejor inaugurar carreteras que trabajar en su mantenimiento. Por eso, trabajar en la planificación a mediano y largo plazo, así como sostener una red provincial, son grandes desafíos del momento".

NG-6 de mayo 2014 / Fuente: 27/04/La Nación – Sup. Enfoques