Hernán Sánchez anticipó que Arlog desarrollará una agenda “activa” durante este año. Entrevista.
El flamante octavo presidente de la Asociación Argentina de Logística Empresaria (Arlog) enfatiza que tuvo «la suerte de conocer a todos» sus antecesores y valora haber trabajado junto a pioneros como Osvaldo Fernández, Jorge Garramuño y Jorge Marchesotti, «tipos que hicieron mucho por la logística y por Arlog» y que lo marcaron en sus inicios. Hernán Sánchez ingresó a la Comisión Directiva de la entidad durante la presidencia de Fernando Balzarini (2002-2005) y en el último tramo fue vice de Marcelo Arce. Hoy, a los 40, estrena el cargo con prudencia en sus primeras declaraciones, aunque fluye por su mirada y sus gestos -y él mismo lo admite- que tiene «muchas ganas» de hacer y rápidamente.
-¿Esta nueva Comisión Directiva se distingue de las anteriores?
-Tiene una muy buena conformación y lo más notable es que está nutrida por representantes que provienen de distintos sectores de la actividad, como dadores de carga, además de operadores y consultores, y esto es bueno para lograr consensos.
-¿Eso indica que habrá cambios en la agenda?
-No hay cambios abruptos, hay una continuidad. De hecho ya hay actividades definidas para este año y muy avanzadas, como son los Desayunos, la Expo Logísti-k y el Encuentro Nacional anual, y trabajaremos para mejorarlos año a año. Uno de los principales puntos será poner mucho foco en la capacitación, donde Alejandro Leiras es el referente máximo. Hay que fortalecer el músculo que es la estructura de Arlog y otro proyecto es el de incorporar compras y ampliar la logística de la cadena de suministros, buscando las mejores opciones.
-Como presidente ¿qué ambiciona lograr?
-La idea fuerza que planteé antes de acceder a esta función es la de sumar determinadas metas, como lograr que Arlog empiece a tomar posición en temas relacionados con la logística del país, y empezar a sugerir cursos de acción que conduzcan a una mejor competitividad de la Argentina. El objetivo de Arlog tiene que ser permitirle a los profesionales desarrollarse, capacitarse, vincularse y, por otro lado, a través de esos profesionales que la conforman, aportar a mejorar la productividad del país. Nosotros sabemos un montón de cosas y tenemos que participar y proponerlas a quienes están encargados de ejecutarlas.
-¿Arlog tiene opinión hoy?
-La tiene, pero debe tenerla con más peso. Hoy Arlog es un ente que permite escuchar todas las voces que opinan, pero no tiene posición tomada sobre determinados temas. Tengo la idea de conformar una especie de consejo permanente de notables de Arlog, con referentes del sector, estén o no en nuestra Comisión Directiva; juntarnos para hablar de temas específicos y definir como políticas de Estado y, con estos sectores, ir operando en conjunto, siempre con el objetivo de aportar a la competitividad de la logística argentina. Habrá seguramente roce de intereses y opiniones encontradas, pero tendremos que debatirlo hasta lograr una posición en conjunto.
-Temas para debatir no faltarán…
-Es que la Argentina es un país que por su extensión y su configuración tiene una red logística muy interesante. Es el octavo país del mundo en kilómetros de vías férreas. Ese tendido convive con distintas trochas que dificultan la interconexión, porque originalmente fue previsto para conectar el interior con el puerto de Buenos Aires, respondiendo a un objetivo geopolítico superado, y hoy lo estamos sufriendo. Estas son cosas que se pueden y tenemos que arreglar. El ferrocarril, si se utiliza bien es muy competitivo, pero lo es donde realmente aporta valor. También aporta mucho el camión, lo mismo que el barco y el avión. Se trata simplemente de usar cada uno como corresponde.
-¿Son consultados para encarar estos cambios?
-No en la medida en que deberíamos serlo. Hemos sido convocados por Diputados a dar nuestra opinión en algún momento. Actualmente nos ha invitado la Ciudad de Buenos Aires a participar en el Consejo de logística que ellos han formado, pero es menos de lo que Arlog puede aportar.
-Hay cuestiones que reclaman soluciones urgentes y efectivas, como la congestión en el centro de la Ciudad de Buenos Aires.
-La agenda de Arlog va a ser muy activa en lo que resta del año. Para empezar, la distribución en el microcentro es claramente un tema que vamos a tocar rápidamente, porque está afectando a todos; trataremos de establecer y eventualmente sugerir los cursos de acción que conduzcan a una mejora. Esa congestión no sólo perjudica a la gente que se traslada al trabajo o a su casa, sino que tampoco aporta valor a la cadena de suministro. Los camiones entran para abastecer a la Ciudad de los productos que ésta requiere, pero tienen que entrar en la forma más eficiente posible. Las soluciones mágicas no existen, porque pretender entregar mercadería a las 2 de la mañana tiene un costo que no necesariamente tiene o puede ser absorbido por el consumidor final. Hay que analiza
rlo en forma integral, buscar esa convivencia entre lo óptimo y lo que agrega valor.
-¿Esta agenda “activa” de Arlog abarcará otros temas de actualidad?
– Vamos a introducirnos para dinamizar acciones acerca de cómo mejorar el transporte ferroviario y contar con mejores puertos. También incluiremos a los bitrenes que, como cualquier elemento de transporte que se incorpora, debe tener un análisis detrás.
-¿Cómo accionará Arlog para involucrarse en este tipo de definiciones?
– Emitiendo opinión en los ámbitos en que se desarrolla. Considero que si la opinión tiene un buen contenido, es mucho más importante eso que dónde se emita, porque aunque opine en el medio más leído, si no tengo nada inteligente para decir, no sirve. Si nuestras opiniones proponen líneas de acción y aportan valor a la cadena logística argentina, no necesitaremos ir a golpear puertas.
NG-27 de mayo 2014 / Fuente: Redacción Expotrade, Suplemento Transporte & Logística, diario La Nación.