Déficit de las rutas nacionales

Las inversiones no alcanzan a cubrir la demanda del transporte y la logística. La Asociación Argentina de Carreteras impulsa acciones.

Después de más de veinte años en la Asociación Argentina de Carreteras (AAC), Guillermo Cabana accedió a su presidencia. Con varios desafíos abiertos, aseguró que las rutas nacionales presentan “un déficit muy importante”. Con el volumen de tránsito en crecimiento, la situación parece ser más compleja. Reconoce que si bien hubo un progreso en inversiones, “todavía estamos por debajo de las necesidades”.

La construcción de autopistas y autovías y la duplicación de calzadas -en los casos posibles- son los principales temas a resolver, según Cabana. También apuntó que el área metropolitana es una región crítica, con importantes falencias. Entre las tantas obras por hacer, mencionó que es vital terminar la Autopista Ribereña, que se completen las autovías que se conectan a Capital Federal y se finalice la ruta Presidente Perón.

En general, el mantenimiento tampoco es bueno. “En ese sentido, venimos bregando para que se destinen mayores presupuestos”, expresó.

El plan de trabajo marca que se está culminando la ruta provincial 6, mientras Vialidad Nacional está en proceso de licitación de la ruta 7 y las obras para proseguir con la ruta 3 en doble calzada hasta la localidad de Azul.

El nuevo titular de la Asociación Argentina de Carreteras recordó que en los últimos años se concretaron importantes obras, como la autopista Buenos Aires-Córdoba y la autopista que va hasta Paso de los Libres, que prácticamente está terminada. La cantidad de rutas multicarriles se duplicó en el país en los últimos 10 años.

Gigantes en el camino

Cabana reconoció que lo sorprendió que “saliera tan repentinamente” la norma que habilita la circulación de bitrenes en la Argentina, ya que era un tema que distintos especialistas estaban trabajando hace tiempo.

“En 2012 hicimos una mesa redonda de la que participaron fabricantes y representantes de los semirremolques y del Centro de Ingenieros de la provincia de Buenos Aires. Ahí se llegó a la conclusión que se debía avanzar gradualmente”, dijo.

Explicó que el territorio nacional posee ciertas características que no se repiten de igual forma en los países donde los bitrenes circulan libremente. “Acá es muy fácil encontrar vehículos con excesos de cargas. Por eso el control de cargas es prioritario”, apuntó.

“Lo más importante para nosotros es que exista la posibilidad por parte del Estado o de algún organismo, que podría ser (la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas) Fadeeac, de vigilar desde un centro de control la actividad de esos camiones”, opinó.

Para Cabana, esos camiones deberían estar equipados con un sistema que informe al instante cuánto está pesando cada eje y a qué velocidad transita el vehículo. A su vez, esa información debería ser trasmitida a un centro de control para ser monitoreada en tiempo real.

Congreso– Por lo pronto, una de las metas es seguir avanzando por el mismo camino de los últimos los 10 últimos años, período que fue liderado por Miguel Saya. El objetivo es “ser orientadores de la sana actividad vial, tanto en proyecto, construcción, mantenimiento y seguridad. Queremos ser voceros de las buenas prácticas a través de nuestras actividades técnicas”, sostuvo.

Desde la entidad se impulsaron diversos estudios sobre la realidad del transporte. Un ejemplo, es un trabajo sobre la movilidad en el área urbana, del que nació un anteproyecto para un posible metrobús La Matanza-Buenos Aires. Hecho por especialistas contratados por la institución, la iniciativa fue tomada recientemente por el Poder Ejecutivo nacional, y para concretarlo ya cuenta con un préstamo del Banco Mundial (que recomienda a la Asociación como referente regional).

Si bien faltan cinco meses, la institución se prepara para organizar el Pre XVII Congreso Argentino de Vialidad y Tránsito, en el Hotel Panamericano, del 3 al 6 de noviembre, en Buenos Aires. Se esperan personalidades y especialistas de distintas partes del mundo.

El interés por la seguridad vial tuvo un “cambio muy importante”, en opinión del directivo. “En 2003, la Asociación Argentina de Carreteras, junto con otras instituciones afines a la seguridad del tr&
aacute;nsito, generaron un documento que se llamó Plan Estratégico para la Seguridad Vial, que establecía metas concretas y un plan de acción. Hoy, la Agencia Nacional de Seguridad Vial está materializando ese plan, punto por punto. Estamos orgullosos que lo que escribimos en ese entonces sea una política de Estado”, enfatizó.

24 de junio 2014 / Redacción Expotrade-Suplemento Transporte & Logística, diario La Nación