DH Systems cumplió medio siglo y amplía su mercado en el exterior, con carruseles verticales aplicables en todos los sectores de la logística.
Pedro Duhalde pertenece a una generación de emprendedores que nació en un país donde el viejo almacén era una suerte de proveedor alimenticio del barrio. Allí donde las latas de galletitas que se expendían por gramos se almacenaban de abajo hacia arriba, en estantes que terminaban formando una inmensa pared frente a su pequeño cuerpo. Era la época en que su padre desarrolló también varios productos a escala industrial y, entre ellos, patentó los carruseles verticales que hoy produce y exporta desde su planta de Wilde. Desde 1960, DH Systems se especializa en sistemas de archivo y almacenamiento industrial inteligente y ha capitalizado su experiencia en tecnología de última generación. Es una empresa argentina que fabrica el 100 por ciento de sus dispositivos en el país, que amplió su espacio físico con la compra reciente de un predio de 4.000 m2, que exporta a más de una docena de países en la región, incluidos los Estados Unidos, y que ahora apunta al mercado europeo y al asiático.
-¿A qué mercado apuntaron en sus inicios?
-El proyecto fue específicamente concebido para el almacenamiento de piezas, productos farmacéuticos, alimenticios, componentes electrónicos y materiales diversos de pequeños volúmenes. El concepto básico del sistema era aprovechar intensivamente los espacios verticales con rapidez y agilidad en el manejo y recuperación del material almacenado. El diseño cuenta hoy con la mayor robustez y potencia motriz del mercado, para el rápido movimiento de elementos de alta rotación. Su diseño permite integrar el conjunto a otros sistemas existentes para automatizar la gestión de materiales por medio del control electrónico. Uno de los productos que más estamos trabajando son los carruseles verticales, que exportamos a los Estados Unidos para uso farmacéutico.
-¿Qué aplicaciones tiene en esa industria?
-Pueden ser refrigerados para guardar vacunas, reactivos, productos que adaptamos a la necesidad de la gente. No sólo optimiza el espacio, sino que aumenta el volumen del piqueo y da la posibilidad de armar pedidos con una posibilidad de incrementos de pedidos en un tiempo muy corto. También comenzamos a aplicar estos carruseles para uso industrial en el agro, la metalmecánica, automotrices y aeronáutica. El país en los últimos años ha crecido muchísimo en todo lo que es a nivel logístico, y la oferta de espacio sigue siendo inferior a la demanda; hay una necesidad imperiosa y focalizamos nuestro producto en eso: ahorrar espacio existente y aumentar la producción.
-Quizá no esté tan visto como herramienta del proceso logístico…
-Lo es, porque nosotros visitamos al cliente en su planta, hacemos un estudio de cómo trabajan, qué necesitan y le proponemos mejorar su layout adaptando nuestros equipos para mejorarle todo su flujo de movimiento de mercaderías. Cuesta hacer entender a las empresas que la logística no es sólo el transporte, que también hay una logística interna en las empresas y muchas veces se mide la producción por la eficiencia en las máquinas, en cuánto produce, que es lo medible de una cadena o cuantificable por el ahorro que puede tener. Lo nuestro no produce piezas, pero indirectamente está en la línea de producción y es difícil poder determinar cuál es el ahorro previsible. Actuamos en una logística de movimientos de pérdidas, roturas o retomes de piezas que están ocultos en la cadena.
-¿Cuál es el nivel de competitividad que tiene el país en este rubro?
-Venimos exportando desde antes del uno a uno y, obviamente después de la crisis de 2001 Argentina se incrementaron las operaciones. Se mejoró con productos de calidad y no sólo me refiero a los materiales en sí, sino también a la capacitación de la mano de obra. Estamos exportando y tenemos filiales propias en los Estados Unidos, desde donde empezaremos a exportar hacia Europa y muy posiblemente a Asia. Allí estamos vendiendo carruseles verticales
que se utilizan en hospitales para la administración diaria de medicamentos, con máquinas integradas con un software de gestión que permiten su seguimiento. Este año pensamos colocar entre 100 y 150 máquinas de estas características y ampliar el mercado a Canadá.
-¿Por qué se instalaron en Brasil?
-De alguna manera nos obligaron a estar ahí; el brasileño es muy nacionalista y cuando compra quiere estar seguro de que está comercializando con una empresa solvente, que le va a dar una solución y en el caso de que se produzca un problema alguien le va a dar una respuesta inmediata. Desde hace diez años tenemos en Brasil una filial y distribuidoras; la cercanía ayuda, no es lo mismo comprar en Europa y traer la máquina a Brasil, estando Buenos Aires a dos horas y media de vuelo, con sus oficinas cerca. Todo se exporta desde la Argentina, pero posiblemente a futuro se exporten algunas cosas desde Brasil.
-¿Qué ventajas ofrece el mercado brasilero?
-El incentivo a las exportaciones, aunque hoy el Real está muy fuerte y la materia prima resulta más cara que la nuestra. Brasil tiene un mercado interno muy grande que hace que las industrias sigan estando en un nivel de producción alto, pero a lo que está acostumbrado el brasileño, que son las exportaciones, si bien lo siguen haciendo, hay muchas empresas que no están competitivas hoy por hoy, y Argentina frente a Brasil todavía se mantiene. No tenemos el mercado interno de ellos, pero desde el punto de vista de los incentivos Brasil es más favorable que la Argentina.
-¿Cuáles son las proyecciones de la empresa?
-Sin lugar a dudas el tema del espacio es un problema que en el mundo se acrecienta. Cada vez hay menos y el metro cuadrado se empieza a encarecer. Siempre se aplican tecnologías nuevas, aunque la filosofía es la misma. Hay sistemas nuevos que estamos pensando, incluso desarrollando máquinas para almacenar otro tipo de productos, como en el caso de las barras de aluminio y acero. Ahí hay un nicho de mercado, porque la solución del almacenamiento en este rubro es en estanterías fijas, a nivel piso, donde no hay verticalización, y nosotros podríamos almacenar a más 14 metros de altura. Esto ayudaría a que las empresas del sector aumenten sus stocks, mejoren sus despachos y su sistema logístico.
Redacción Expotrade
NG-02/06/2011
Fuente: Suplemento Transporte & Logística-Diario La Nación del 31/05/2011