Panorama del comercio exterior

La prolongación de la crisis abre interrogantes sobre el mapa mundial del comercio, el papel de las economías desarrolladas y el de las emergentes; proteccionismo, integración, competitividad e infraestructura, al tope de la agenda.

 

En el último seminario sobre “La nueva economía global” que la consultora abeceb.com organizó en el hotel Hilton de Buenos Aires, Gabriel Sánchez Zinny anticipó que en los primeros 12 meses de su próxima gestión, será difícil que Obama tenga entre sus prioridades restablecer la relación con la región, “por la preocupación en la política doméstica-seguridad y narcotráfico- que deberá atender”.

Para el analista, que reside desde hace 15 años en Washington y trabajó en el área de salud en temas vinculados a la trata de personas, la aparición en la región de nuevas compañías que algunos denominan “multilatinas” y que han crecido en las últimas dos décadas vienen exigiendo hoy una relación “de pares y no tanto en condición de prestamista”.

“Se habla de una integración como la de México-Colombia-Perú-Chile, en el Pacífico, que a Estados Unidos le gustaría integrar -señaló Sánchez Zinny-. Para que América latina pueda tener una relación mayor con el mercado asiático, en particular con China, hoy se ve una mayor madurez para alcanzar ese vínculo de pares en un contexto nuevo de la relación Sur/Sur y que abre un nuevo debate sobre los países emergentes”.

Rubens Ricúpero, ex ministro de Hacienda considerado el padre del real, dijo que “ka economía brasileña se acerca a un ritmo de crecimiento de entre 3 y 4% para 2013, y a la recuperación del sector industrial y la excelente cosecha que Brasil está teniendo deben sumarse la solidez de la demanda doméstica para producir resultados crecientes de expansión, mientras las perspectivas del consumo se mantienen en nivel alto en razón de una situación virtual de pleno empleo con tasas de desocupación históricamente muy bajas”.

Sin embargo, destacó que el punto débil ha sido una persistente dificultad en elevar la tasa de ahorro que se ubica entre 17 y 18% y la tasa de inversión de un 19 a 20%, mientras Chile ronda el 28%, México está entre 24 y 25%, e India 33%: “La expectativa de que la demanda y el consumo doméstico naturalmente generaría el aumento de la inversión para expandir la oferta no se ha confirmado, y parte considerable de la demanda interna que creció ha sido capturada por las importaciones de manufacturas sobre todo de China”, agregó.

Tal situación ha producido, según el economista y diplomático brasileño, un problema serio de competitividad que se refleja no sólo en la caída de las exportaciones de manufacturas brasileñas sino también en la dificultad de hacer frente a la competición de importados en el mismo mercado brasileño. Además, Rubens Ricúpero se mostró crítico de las últimas decisiones tomadas por los gobiernos de Brasil y la Argentina con respecto a la elevación de los aranceles en 100 productos, decisión que calificó de lamentable.

“No creo que haya sido una decisión necesaria para proteger a ciertos sectores porque habría otras maneras de hacerlo sin una medida tan sistémica como ésta. Creo que en los países que integran el Mercosur hay sectores en los que somos extremadamente competitivos -el agro, los recursos naturales, la minería- y no podemos mantener sectores protegidos indefinidamente. La manera de resolver los problemas de inversión y de competitividad es teniendo una estrategia comercial abierta, en las que habrá sectores que necesitarán un apoyo, pero sin oponernos al mundo. El Mercosur así está cada vez más estrecho y perdiendo dinamismo en el mercado”.

Sobre las barreras proteccionistas opinó el ex canciller uruguayo y actual senador Sergio Abreu: “Enfrentamos un retraso muy fuerte en la productividad y sobre todo en la competitividad que no se arregla con protección. La protección sin reconversión es pobreza asegurada porque como ni los resultados ni los gobiernos son permanentes si no se reconvierte, no es un capitalismo, es un sistema mercantilista en que el Estado o el Gobierno les hace el favor a los empresarios para alargarles la vida con herramientas artificiales”.

Al referirse al Mercosur, dijo: “El problema -agregó- es que este cambio de metodología se ha acompañado de una gran inseguridad jurídica. Yo creo difícil que el Mercosur pueda tener una reconversión porque además veo que ha recibido una inversión extraña de surrealismo caribeño”.

Al referirse a Brasil, Abreu agregó que “el Mercosur le quedó chico, y por eso necesita de una estrategia externa de proyección regional. Y Sudamérica también no es que le ha quedado grande, le quedó ajena, porque tampoco puede ser el curador de países hermanos enfermos”.

Chile, la “buena” vecindad

Sobre el momento actual de la región, la apertura macroeconómica y los tratados de libre comercio, Alejandro Foxley, ex ministro de Economía durante la presidencia de Patricio Aylwin (1990-1994), señaló que “no son suficientes ni van a serlo para competir con los otros países de ingreso medio en las próximas dos décadas”.

“En China vamos a tener en 15 años más de 400 millones de personas de clase media. Este segmento de la población está aumentando en India, Corea, Japón, Tailandia y Malasia, y está demandando productos distintos a los de siempre, manufacturados principalmente. Y la pregunta que debemos hacernos es ¿vamos a estar ah&iacut
e; o no? Hay una oportunidad, Europa y Estados Unidos están replegados, Europa del Este también está con problemas ¿entramos o no? Pero si lo hacemos ¿cómo lo hacemos?”, planteaba como interrogantes Foxley.

“Lo que tenemos que hacer -concluyó- es una integración a partir del aparato productivo, a partir de empresas que juegan con las reglas de la economía global, en todo sentido. Es decir instituciones fuertes y reglas que se respeten, con rigor democrático, y que asuman el desafío de elevar la calidad política y de tener la capacidad de anticiparse a los problemas que vienen”.

26/11/ 2012 Síntesis de nota publicada en el Suplemento Comercio Exterior, Diario La Nación

http://www.lanacion.com.ar/1528311-la-velocidad-de-la-marcha