América latina debe enfrentar un gran desafío en materia de ampliación y modernización de infraestructura para alcanzar los estándares internacionales y así lograr un crecimiento económico sostenible. Informe.
Con esa premisa, Eduardo Eurnekian, presidente de Corporación América remarcó que “mientras en Europa las exportaciones intrarregionales representan el 80% y en Asia el 50%, en América Latina sólo representan el 20%. Esto es, si se corrigiera el déficit en infraestructura, el volumen de comercio de la región podría más que duplicarse.” Al advertir sobre el déficit de infraestructura en América Latina, destacó la importancia del proyecto del Corredor Bioceánico Aconcagua (CBA). Esta iniciativa privada que unirá Chile y Argentina con un túnel de base de 52 kilómetros de largo bajo la montaña de la cordillera de los Andes, y que generará un corredor Atlántico-Pacífico con un sistema de trocha única, ha sido recibida como una importante conexión para el futuro por parte de los expositores y oyentes del World Economic Forum.
“El proyecto está desarrollado para reducir los riesgos de la inversión haciendo uso de un esquema de opciones reales y al tiempo que permite dar una respuesta de largo plazo al crecimiento de la demanda”, resaltó Eurnekian. En su exposición, el empresario argentino resaltó las particularidades del mega emprendimiento bajo el parámetro de la macroeconomía global, el comercio y el déficit de infraestructura en América Latina.
“El CBA es una iniciativa privada que propone la construcción de un sistema de transporte que mejorará en forma sustancial la integración física y económica entre América del Sur y Asia”, explicó Eurnekian.
Respecto a su viabilidad económico financiera, Eurnekian destacó que “el proyecto está desarrollado para reducir los riesgos de la inversión haciendo uso de un esquema de opciones reales y al tiempo que permite dar una respuesta de largo plazo al crecimiento de la demanda”. Además recalcó que su impacto en el bienestar es altamente positivo.
Un buen negocio “Cada dólar invertido impulsa una expansión del PIB de u$s 1,7 a 2, mientras que el aumento que provocará en el comercio incrementará la tasa de crecimiento del PIB en un 1%. En este sentido, contemplando los efectos directos e indirectos el CBA cubrirá la mitad de las necesidades de creación de empleo de los próximos 60 años. Consecuentemente, el proyecto generará un aumento en la riqueza de Argentina y Chile por el equivalente a tres Productos Brutos Internos”, ilustró el empresario. No en vano la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su par chileno, Sebastián Piñera, coincidieron en dar un fuerte respaldo al proyecto.
Este emprendimiento requerirá una inversión de u$s 3.000 millones, y es un vínculo ferroviario interoceánico que establecerá un nuevo nivel de integración física y comercial entre el Océano Pacífico y el Océano Atlántico.
La importancia estratégica de la cuenca del Pacífico en la economía mundial, vuelve urgente en América del Sur la necesidad de contar con una salida segura y confiable hacia ese océano.
Hoy no hay una conexión física eficiente ya que la Cordillera de los Andes, con sus 7.200 kilómetros de longitud y 4.400 metros de altura promedio, actúa como barrera. La frontera común entre Chile y Argentina es de 5.150 kilómetros de Codillera y el 83% de la carga que circula entre ambas bandas del Cono Sur viaja por mar, utilizando rutas más largas y costosas.
El Paso Cristo Redentor no resulta una alternativa confiable ya que el clima de alta montaña obliga el cierre de entre 45 a 60 días por año entre mayo y octubre y su geografía no permite ampliaciones graduales. Este proyecto garantizará menores costos y tiempos y su operatividad durante todo el año.
Además. Un ferrocarril eléctrico de alta capacidad de carga representa una solución a largo plazo ya que podrá transportar hasta 77 millones de toneladas por año. A esto se suma un sistema abierto Atlántico-Pacífico de trocha única, totalmente multimodal, para el transporte de todo tipo de carga. Para ello, se prevén dos estaciones multimodales en los extremos del sistema, que permitirán la carga y descarga de en todos los formatos, incluyendo camiones con su conductor.
Esta iniciativa privada unirá Chile y Argentina con un túnel de 52 kilómetros de largo a través de la Cordillera.
Febrero 2013 / El Cronista Comercial -Sup. Transport & Cargo