Pentron, firma nacional fabricante de suspensiones fijas y direccionales, crece y cuenta ahora con el apoyo de Tenneco, gigante a nivel mundial de la industria autopartista.
En algún punto, podría decirse que Pentron es una de las empresas más jóvenes dentro de la industria argentina del transporte, pero lo cierto es que la firma de la familia Storani lleva cuatro generaciones de intenso y arduo trabajo relacionado con la actividad.
Como muchos inmigrantes que llegaron a la Argentina a comienzos del siglo XX, José Storani dio los primeros pasos en la industria. Su espíritu creativo y emprendedor le permitió dedicarse a la mecánica y la metalurgia, realizando también alargues y reparaciones de chasis de camiones, con el honor de ser el pionero en la instalación de un eje adicional para camiones. Por entonces, el chasis de un Chevrolet de 1927 fue el primer camión en equipar la novedad.
Luego, vendrían otros logros de la mano de su hijo –Albérico-, su nieto –Pablo- y su bisnieto, Adrián, quién hoy tiene la responsabilidad de llevar adelante los destinos de esta empresa argentina.
Ubicada en el Parque Industrial de Burzaco, en el conurbano bonaerense, Pentron cuenta con un predio de 10.000 metros cuadrados, de los que 1.800 son cubiertos, y 24 empleados –entre operarios y administrativos-, desde la cual abastece al mercado nacional y también de exportación, con sus suspensiones neumáticas fijas, direccionales y productos para equipos especiales y terminales.
“Nada de lo que logramos hasta ahora, lo podríamos haber hecho sin la colaboración de nuestra familia y nuestros empleados y operarios” dijo Pablo Storani al comenzar el diálogo y prosiguió: ‘históricamente, a través de mi padre y mi abuelo, nuestra empresa se ha caracterizado por estar permanentemente creando y desarrollando, casi siempre ligados a la industria del transporte: fabricamos la primera suspensión neumática para eje adicional de camiones y también, junto con Manuel Tienda León, tuvimos la patente del primer ómnibus articulado de Argentina”.
Pentron SA, creada como tal en 1995 y afincada en el Parque Industrial de Burzaco desde el 2000, produce 350 suspensiones neumáticas por mes, lo cual le permite abastecer 48% del mercado nacional, teniendo como clientes a los principales fabricantes de semiremolques argentinos. Un orgullo que la firma muestra y se refuerza con las terminales automotrices instaladas en el país, las cuales homologaron los productos fabricados por Pentron.
“Siempre tuvimos un concepto familiar de nuestra empresa, muchas veces priorizando ese esquema por encima de lo económico y aunque seguimos manteniendo ese espíritu -señaló Pablo Storani-, empresas como Tenneco o Continental, verdaderas corporaciones a nivel mundial, nos brindan su respaldo y nos ayudan a profesionalizar nuestro trabajo y a mejorar en cada cosa que hacemos”.
Ese respaldo se manifestó en que “después de un largo tiempo de desarrollo e investigación, Tenneco esta acompañando a Pentron con la provisión de amortiguadores de la línea pesada Monroe mágnum”, destacó Carolina Gotter, gerente de Marketing de la firma americana.
En la búsqueda de la constante innovación y el perfeccionamiento de sus productos, Pentron generó importantes lazos con reconocidas empresas. Esa labor, le ha permitido desde 2011 encarar un importante plan de inversiones que superó el millón y medio de dólares, los cuales fueron distribuyéndose en la incorporación de maquinaria y tecnología, materia prima y nuevos proyectos, entre los cuales se destaca la concepción, desarrollo y fabricación de ejes.
La fuerte presencia de Pentron en el mercado de la provisión de suspensiones neumáticas se debe a las virtudes de sus productos. Además de la calidad de su construcción, las suspensiones Pentron se destacan por su bajo peso, lo cual redunda en un importante beneficio para el transportista que se manifiesta en mayor cantidad de toneladas transportadas por año con los mismos costos. Al respecto, Pentron hace un breve análisis: una pequeña empresa de transporte, con cuatro unidades en su flota y puede transportar 250 kilos más por viaje, puede llegar a facturar adicionalmente por año, más de 170.000 pesos, lo cual significaría el valor de una batea 0 km por cada 365 días de trabajo.
“Con el uso de chapa microaleada MLC 380 logramos ahorrar 40% en el peso total de la suspensión, un diferencial que las terminales de remolques argentinas aprecian”, dijo Marcelo Ackerl, ingeniero y gerente General de Pentron.
Más allá de la materia prima mencionada, producida por Siderar y de la cual Pentron dispone de un stock para el trabajo de 180 días, la satisfacción del cliente es otro de los pilares donde se asienta el éxito de la firma. “Contamos con más de 120 modelos de suspensiones, pero trabajamos codo a codo con cada fabricante para entregarle un producto a su medida. Desde el color, hasta los mínimos detalles que los clientes necesitan”, agregó Ackerl y destacó: “es decir, nosotros customizamos nuestros productos hacia afuera, los hacemos a medida; mientras que, puertas adentro, los patronizamos para ser más eficientes”.
Esa tarea de ceñirse a la necesidad de cada cliente, le ha permitido a Pentron insertarse en el mercado brasileño con una subsidiaria que provee a importantes fabricantes del vecino país, y también, al igual que la casa matriz, exporta a Latinoamérica y el mundo.
Para refrendar el buen presente de Pentron, la firma comenzó a trabajar en el desarrollo de una suspensión independiente y de un eje de su propia manufactura, una tarea que le abre interesantes perspectivas de crecimiento en el corto y mediano plazo. Su experiencia, la calidad ofrecida y el respaldo de importantes empresas autopartistas y terminales aseguran el éxito de los nuevos emprendimientos.
NG/ep – 3 de septiembre / Redacción Expotrade