El temor es que a la hora de ponerle números al daño que se le hace al planeta las variables que entran en consideración van desde el "humo de las fábricas" hasta el "humo del transporte", dice una nota firmada por Emilano Galli en el Suplemento de Comercio Exterior de La Nación
Por defecto, los países que más industrializada tienen sus economías son los que más han contaminado la atmósfera con la emisión de gases contaminantes.
Son también los que tienen la obligación moral de reducir el impacto ambiental que su aparato productivo genera.
Pero hay un riesgo de que, a pesar de todo, sean los primeros en imponer medidas que oficien de barreras paraarancelarias a los bienes producidos de terceros países.
Y el comercio demostró que la protección de industria no reconoce grado de desarrollo, habida cuenta del nivel con que naciones poderosas, o la más poderosa e industrializada del mundo, resguarda una industria como la del algodón, que perjudica y distorsiona de forma directa a naciones que tienen en el cultivo su principal fuente de divisas y de empleo, como sucede con algunos países subdesarrollados de Africa.
El temor es que a la hora de ponerle números al daño que se le hace al planeta las variables que entran en consideración van desde el "humo de las fábricas" hasta el "humo del transporte".
Los países exportadores que estén lejos de sus mercados principales y de los centros de consumo por antonomasia del globo (al norte del Ecuador) son susceptibles a un uso intensivo del transporte. Ergo, algún legislador del Primer Mundo, cautivado por el juego de proteger sus votos, no tardaría mucho en pensar en un arancel a las mercaderías de importación que recorran miles de kilómetros y que, en el camino, sean indirectamente responsables de la emisión de gases contaminantes.
No importa si el país de origen (si es del Sur) no contamine en absoluto en comparación con el país de destino. Hay una excusa, más que convincente, y reside justamente en la huella de carbono que deja el transporte en el que se traslada.
Ya hay un proyecto, en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, que apunta a este tipo de "aranceles ecológicos".
Fuente La Nación
Redacción deNeXos
03/11/2009