Según el organismo, América Latina y el Caribe retomarán el crecimiento en el segundo semestre de 2009, mientras que la expansión de las economías avanzadas comenzaría recién a mediados de 2010.
América Latina y el Caribe estarán mejor preparadas para superar la desaceleración y salir de la crisis global antes que las economías avanzadas. Esta fue al menos la conclusión que se desprendió del nuevo informe elaborado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), “Perspectivas económicas regionales: Las Américas”, dado a conocer este miércoles en Bogotá.
Según las estimaciones del organismo, América Latina y el Caribe tocarán fondo durante la primera parte de 2009 y retomarán el crecimiento en el segundo semestre, mientras que la expansión de los países desarrollados podría comenzar recién a mediados de 2010.
En ese sentido, el FMI pronosticó que las economías regionales se contraerán 1,5% este año y experimentarán una tasa positiva de crecimiento de 1,6% el próximo, lo que se compara con una caída de 3,8% en las economías avanzadas en 2009 y crecimiento nulo en 2010 (ver recuadro).
La proyección se sustenta en la falta de problemas bancarios de tipo sistémico, lo que permitirá que el crecimiento se recupere más rápido que en otras regiones, y en las políticas anticíclicas adoptadas por algunos países, como el apoyo al gasto en infraestructura y las redes de protección social.
“No cabe duda de que la turbulencia global está afectando a la región. Pero la región actualmente tiene un grado de preparación mucho más elevado desde el punto de vista de la solidez de las finanzas públicas y los sectores financieros, así como de las políticas que contribuyen a suavizar los shocks externos”, sostuvo el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Nicolás Eyzaguirre.
El funcionario recalcó que Latinoamérica no afronta una crisis fiscal, como otras regiones en desarrollo, ni una crisis bancaria, como Estados Unidos y gran parte de Europa, por lo que sufrirá menos que en otras desaceleraciones globales. Pero advirtió que las pérdidas de la crisis le costarán varios puntos del PIB.
“En otras desaceleraciones mundiales, la actividad económica en América Latina generalmente se quedaba rezagada uno o dos puntos porcentuales por detrás del mundo. Confiamos en que esta vez se mantendrá a la par del crecimiento promedio mundial, lo cual representa una situación positiva en términos relativos”, expresó.
Eyzaguirre destacó que un número significativo de países cuentan con la flexibilidad de su tipo de cambio como parte del proceso de ajuste. “Lo que nos está enseñando América Latina es que una buena preparación rinde dividendos importantes cuando las condiciones externas se deterioran”, manifestó.
“Una vez que se recuperen las economías avanzadas, los precios de los bienes básicos probablemente repuntarán, lo que debería revertir parte de la depreciación de las monedas latinoamericanas”, agregó Eyzaguirre.
El FMI estimó asimismo que los precios de las materias primas de las exportaciones de la región caerían más de 33% este año en comparación con 2008 y que se recuperarán apenas un 3% en 2010.
Al respecto, Arnoldo Rozenberg, analista financiero de Centrum Católica, comentó que no se puede saber con certeza como será la evolución de los mercados financieros regionales de aquí a fin de año, y que aunque existe una tendencia optimista, la recuperación de la economía estadounidense y por ende, de la Latinoamérica, aún estaría lejana.
“Es lógico que mientras EE.UU. no se recupere, que es la primera locomotora de la economía global, América Latina tampoco lo hará, debido a nuestra economía globalizada”, afirmó el especialista.
Según Rozenberg, el repunte económico de los países de la región dependerá, por sobre todo, de los términos de intercambio que existan con la nación norteamericana y de las iniciativas de expansión de los distintos Gobiernos.
“Los sistema financieros en América Latina no adquirieron los derivados tóxicos de EE.UU. y por eso el daño producto de la crisis no ha sido tan grave. Pero no podemos generalizar esto en la región, ya que todo dependerá de de los planes económicos que los Gobiernos tengan”, expresó.
En abril pasado, el organismo estimó que la economía regional se contraería un 1,5% en 2009, cifra que siguió manteniendo, debido a la caída de los precios de las materias primas y la disminución del flujo de capitales.
Sistemas bancarios y créditos regionales. El estudio analizó los efectos de la crisis en los sistemas financieros y en los sectores bancarios de la región, concluyendo que en la actualidad son mucho más resistentes que en el pasado, debido a que se redujeron puntos débiles como la exposición a la depreciación de la moneda o la dependencia del fina
nciamiento externo.
El informe consideró además la posibilidad de que los bancos internacionales activos en la región transmitan la contracción crediticia que aqueja a las economías avanzadas. En ese sentido, pronosticó que si bien los préstamos bancarios del exterior han disminuido, el crédito otorgado por las filiales locales de los bancos extranjeros más importante en la mayoría de los países, continuará siendo más resistente.
Finalmente, el organismo sostuvo que era clave avanzar en el fortalecimiento de estrategias para el manejo de eventuales crisis, redes de seguridad financiera y mecanismos de resolución bancaria.
“Ello puede implicar la preparación de planes de contingencia para un eventual escenario más pesimista y la identificación de las reformas necesarias en los regímenes jurídicos y regulatorios”, concluyó.
deNeXos – 07/05/09 – MT
Fuente: Reuters