Para que las cargas no lluevan del cielo

Casi no hay dia en que la prensa no se refiera a algim supuesto accidente —digo supuesto porque segOn el diccionario; accidente es un «suceso eventual, generalmente desgraciado» y en estos casos se trata de hechos previsibles y evitables— en el que las cargas se caen del medio que las transporta. Recuerdo especialmente un titulo reciente «Llovieron bobinas de aluminio en la avenida 9 de Julio», me imagine en ese momento a nuestro jefe de gobierno en una reunion internacional con sus colegas de grandes ciudades, preguntan.dole a uno de ellos «i,En taciudad llueven bobinas de aluminio? No? En la mia si».
Hace mes de 40 arios que trabajo en este tema para empresas transportistas, dadoras de carga o compafilas de seguros. En general, puedo decir que hay un gran desconocimiento de lo que le puede suceder a las cargas por efecto de las leyes de la inertia que hacen que ante una frenada, un arranque o un giro rapid() y con un ra¬dio muy pequefio, la carga tiende a seguir desplazandose como si el cambio no hubiera ocurrido.
Las consecuencias que estos «accidentes» puedan tener nos obliga a pensar en sistemas de fijacion de las cargas a la caj a del camion, ya sea al piso o a las paredes laterales, y en forma individual o en pequefios grupos de bultos que se entreguen en un rnismo destino, siempre con puntos de union formados por tornillos con cabeza en forma de aro (cancamos), roscados en orificios hechos especialmente en el vehiculo. Para la sujecion segura se recomienda usar eslingas plasticas, por ejemplo de fibra de poliester, con hebillas de tensiona

do, algo similar a los cinturones de seguridad de un automOvil.
Para que las cargas no sufran golpes pueden utilizarsecolchones de aire, similares a las colchonetas usadas en piscinas, que en gene¬ral se colocan, desinflados, entre las distintas cargas, y luego de su colocacion se inflan con una manguera. Segim el tipo de bultos que se transporten y los destinos relativos, se colocan en forma vertical paralelos al eje longitudinal del camion, verticales perpendiculares al eje, u horizontales, por encima de los bultos. Al llegar a destino,
Si se toman los recaudos pertinentes, las cargas no deberian salirse del transporte ante cambios bruscos de la velocidad
se desinfla el colchOn para liberar la carga, se saca esta del camiOn y se vuelve a inflar el colchOn en su nueva position. Para que las cargas no se deslicen sobre el piso del vehiculo se usan las esteras antideslizantes de goma, que aumentan considerablemente los coeficientes de rozamiento entre piso y bultos.
En general, los dadores de carga consideran que el transportista es el responsable de la seguridad, y por lo tanto tienden a desentenderse del problema (por ejemplo, contratan el flete mes barato, no el mes conveniente, sin verificar su capacidad tecnica). Si se le habla de revisar los vehiculos para verificar si presentan bordes inte
riores filosos lo miran a uno como preguntandole si hate mucho que Heel de otro planeta.
Para encontrar una solution hay detectar primero dentro de la empresa que toma la iniciativa a la persona capaz de hablar con el contratista. Los transportistas deberian intentar convencer al dados de carga de verificar la seguridad de los vehiculos an¬tes de la contrataciOn. Al cliente receptor de la mercaderia se le puede decir sin dificultad que su pedido Regard en mejores condiciones si toda la carga es estibada ordenadamente en los camiones y que los choferes necesitan, indefectiblemente, del tiempo para completar la operation.
En cuanto a los choferes, muchas veces estan tan presionados por los horarios que pueden caer en la tentaciOn de no asegurar los bultos frente a un posible trayecto corto entre dos clientes sucesivos.
Mi experiencia: ante casos du4osos no he dudado en subirme a un camiiin al comienzo de su recorrido y a acompariarlo durante toda la jornada, el chofer, sorprendidisimo de tener en su vehiculo a un ingeniero dispuesto a mirar cada detalle dela operation y anotar todo en un apunte, y, ademas, a escucharlo para conocer sus opiniones acerca del problema.
El conductor del vehiculo suele convertirse en el primer interesado en aumentar la seguridad de los materiales que transporta, y por otra parte, se siente como la cara de la empresa cuando llega a entregar un bulto, con «su» camion.
El autor es ingeniero, consultor en Logistics y profesor universitario.