Los argumentos del lado gremial para pedir un 40 por ciento de aumento y del lado empresarial para ofrecer un 26 son también repetidos: a los trabajadores no les alcanza el salario y a los empresarios no les va tan bien como para estirarse a tanto.
«Indudablemente, la inflación carcome los salarios (como esgrimen los sindicalistas Pablo y Hugo Moyano), pero no podemos acceder al incremento que pretenden», aseguró el titular de Fadeeac, Daniel Indart, durante el agasajo anual que ofrece la entidad a los periodistas en su día.
«La situación del transporte de cargas, como toda la economía, no está pasando por un momento muy floreciente. Lo venimos diciendo por todos los medios desde mitad del año pasado. Ha perdido rentabilidad. Para el sector del transporte de cargas es muy difícil que todos los meses nos aumenten el combustible, las cubiertas y los impuestos de una manera desorbitante», apuntó Indart.
A los costos elevados, el dirigente empresarial advirtió que se les suma «una caída de la actividad del 20 al 25 por ciento. Eso se ve en las rutas, donde ya no hay tantos camiones. También es de conocimiento público que Iveco ha paralizado su planta y que esta situación problemática se repite en otras terminales».
Más difícil
Antes de concretarse el tercer encuentro previsto entre las partes, Indart vislumbró que si bien «todos los años hemos tenido discusiones, este año va a ser mucho más difícil».
No obstante, especuló con que llegarán a un acuerdo y destacó que desde la Federación, que agrupa a las cámaras transportistas de todo el país, se ha sido «flexible dentro de nuestras posibilidades, a pesar de que esta situación, aunque sea transitoria, seguramente en los próximos seis meses mejorará», destacó Indart.
En el mismo encuentro con la prensa, el representante legal de Fadeeac, Lucio Zemborain, reseñó los pasos de la negociación: «El sector sindical hizo un planteo en la primera audiencia, en la que reclamaba un incremento del 40 por ciento de los salarios y modificaciones de condiciones de trabajo que implicaban para los choferes otro 20 por ciento más en distintas ramas».
«Desde esta Federación continuó rechazamos esos planteos y manifestamos que nuestra intención es sólo discutir las modificaciones salariales que van a regir a partir del 1° de julio de 2014 hasta el 30 de junio de 2015 y que no podemos discutir condiciones de trabajo», amplió.
Rechazo
Por otro lado, Zemborain señaló que «se rechazó totalmente de plano, desde el Consejo Federal de Rosario, la posibilidad de otorgar incrementos a los choferes por el solo hecho de ser choferes, ya que justamente esa categoría profesional tiene la retribución fijada en el convenio colectivo de trabajo».
«Luego de las reuniones de las distintas cámaras que componen la Federación, hemos tenido un mandato para tratar de encontrar solución sobre la base de una modificación salarial del 26 por ciento. Esto fue rechazado por el sector sindical y se fijó una nueva audiencia [N. de la R.: tuvo lugar el jueves pasado]. También vislumbro que será difícil encontrar una solución intermedia», agregó.