La logística da impulso a mejores energías

Una mesa de diálogo con expertos en cambio climático, sustentabilidad y biocombustibles marcó los desafíos y acciones en marcha.

Vilariño: “Debemos reducir, al menos, a la mitad de las emisiones de dióxido de carbono para 2030 y en 2050 llegar a cero”.


“La eficiencia energética y el uso nacional de combustibles tienen múltiples miradas”. Esta frase de Gabriel Pérez, gerente de Desempeño Ambiental de Andreani, coincide con lo que sucedió en el encuentro que la compañía organizó sobre “Descarbonización y circularidad: el rol de la logística», en el Centro Inteligencia de Transferencia Norlog, en el partido bonaerense de Tigre.
En ese contexto, el Grupo Logístico Andreani anunció la implementación controlada de biodiesel al cien por cien en sus unidades de transporte de larga distancia, lo que permite reducir las emisiones en uno de los procesos de mayor impacto.
La iniciativa se corresponde con la estrategia de sustentabilidad de la empresa, alineada con la Visión 2030, y su meta de descarbonización sostenida de las operaciones, a través del recambio de la flota en base a eficiencia energética, combustibles alternativos y compensación.
Algunas cifras de Andreani dan cuenta del valor que significa su apuesta en el compromiso con el medio ambiente: tiene 5.415 colaboradores, 3.160 transportistas, 8.877 proveedores activos, 663.898 metros cuadrados de superficie operativa, 2.954 vehículos de todo tipo, cinco centrales de transferencia de cargas y operaciones logísticas en AMBA, seis plantas de operaciones logísticas (no farmacéuticas), otras cinco para productos farmacéuticos en la Argentina, 30 crossdocking y 127 sucursales de cercanía en el interior de la Argentina, 28 concesionarios y 87 puntos de terceros. Además, en Brasil posee con cuatro plantas de operaciones logísticas.
Hoy, la compañía recorre el país uniendo destinatarios con empresas, desde pymes a multinacionales, de una amplia variedad de industrias: salud, retail, finanzas y banca, comunicaciones, cosmética, tecnología, automotriz, alimentos y bebidas, textil, agro, oil gas, entre otros rubros.
Además del gerente de Desempeño Ambiental de Andreani, de la mesa de diálogo sobre cambio climático, sustentabilidad, biocombustibles y energía, participaron María Virginia Vilariño, coordinadora del Área de Energía y Clima del Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible (Ceads), Axel Boerr, presidente de la Cámara Panamericana de Biocombustibles Avanzados (Capba) y vicepresidente de Explora SA, y Diego Cavalchini, gerente de Abastecimiento y Tráfico de Andreani.

 

 

Mejorar las experiencias
Pérez destacó que el modelo de huellas de carbono de la compañía está cumpliendo su cuarto año, lo que “permitió entender cómo se comportan las emisiones dependiendo de distintas variables del negocio”.
“Independientemente del tipo de combustible que usemos, siempre buscamos eficiencias hasta donde no hay. Por ejemplo, usar un combustible alternativo; utilizar aerodinamia en los vehículos para generar menor consumo a partir de menor resistencia; optimizar las bodegas, en relación a la eficiencia energética en almacenes”, acotó el directivo.
Otras iniciativas, en ese sentido, es optimizar la experiencia del cliente a través del desarrollo de tecnología y mejoras de los procesos; desarrollar una mejor comunicación con el destinatario para asegurar que esté presente en el domicilio; desarrollar un sistema de geolocalización y scoring; y perfeccionar las conductas y hábitos de manejo.
El ejecutivo explicó que en la Argentina y el mundo el autotransporte de cargas de larga distancia, la aviación y el transporte marítimo son los modos que tienen el desafío más grande de descarbonizar.
“Entendimos que con el uso de biocombustibles íbamos a poder atacar la larga distancia, que es un proceso que se lleva más de la mitad de las emisiones, con una flota de vehículos más acotados”, añadió.
Por lo pronto, enfatizó Pérez, “más allá de la decisión filantrópica de hacer este aporte social, ambiental, hay una optimización de recursos y una optimización económica”.

Impacto
Por su parte, Vilariño sostuvo que el sector de transporte de cargas tiene menos medidas enfocadas en la reducción de emisiones, en comparación con el de pasajeros.
En otro tramo de su discurso, planteó que el uso de biocombustibles se analiza desde una perspectiva de sostenibilidad, considerando su impacto en la biodiversidad y en aspectos ambientales, sociales y económicos.
“Debemos reducir, al menos, a la mitad de las emisiones de dióxido de carbono para 2030 y en 2050 llegar a cero”, afirmó.
Al respecto, dijo: “En Argentina, el 14% de las emisiones totales del país se generan en el sector del transporte. La buena noticia es que hoy ya tenemos soluciones tecnológicas para todos los sectores. El foco principal está puesto en hacer accesibles las tecnologías en cuanto al financiamiento y la articulación entre el sector público y privado. Una gran parte del problema se soluciona con una eficiencia en la demanda del transporte, hay que reducirla al mínimo”.
A su turno, Axel Boerr opinó que el debate sobre la deforestación no debería centrarse en el biodiesel, sino en actuar directamente sobre aquellos que deforestan.
El dirigente comparó la situación de la Argentina con la de Brasil, mientras que hizo hincapié en la importancia del liderazgo para impulsar el uso de biodiesel. Consideró que la Argentina tiene la infraestructura y la biomasa necesarias para aumentar la producción de biodiesel y reducir las emisiones, y que la electrificación total no es factible en el país debido a la falta de generación de electricidad y la dependencia de motores Diesel en la maquinaria pesada.

 

 

Concientización
Por último, Cavalchini contó sobre las estrategias que se evaluaron desde Andreani para reducir la emisión de carbono, como el uso de biodiesel en camiones. En esa línea de trabajo, se desarrollaron pruebas con éxito en 15 camiones y planean agregar más unidades en el futuro. Si bien surgieron algunos problemas, como filtros que se taparon, los inconvenientes se lograron solucionar.
Durante esta experiencia, los transportistas se debieron adaptar al cambio. Los resultados, según Cavalchini, fueron positivos. El compromiso con el proyecto está tan vivo como desde el principio.
Andreani absorbió los costos adicionales que implica el uso de biodiesel para incentivar a los transportistas a participar en las pruebas. El objetivo es alcanzar un millón y medio de kilómetros con camiones a biodiesel.
El directivo afirmó que el motor de este emprendimiento es apoyar a los transportistas en el cambio cultural que permita implementar medidas de seguridad vial y patrimonial; conducción eficiente; y uso de biocombustibles.
Por lo pronto, dijo que podría haber a futuro exigencias para que una empresa cumpla con ciertas normas, pero hoy se trabaja en la concientización del impacto ambiental y en la reducción de emisiones.
Con ese impulso, Andreani está comenzando a establecer relaciones con terminales automotrices para acelerar el proceso.

 

Fuente: Transporte & Logística – La Nación