Avanzan grandes proyectos de exportación de bienes de capital

 

 Impsa y Secin enviarán turbinas y reactores
 
 
La planta de Secin en Quilmes produce puentes grúa y reactores catalíticos para clientes de la región y de Arabia Saudita

 

La crisis internacional aún no impactó de lleno en el sector productor de bienes de capital, que hoy está manejando proyectos millonarios de exportación y consiguió sentar nuevos récords en el mercado externo. Sin embargo, las empresas reclaman al Gobierno medidas para preservar los buenos pronósticos mientras avanzan con megaproyectos exportadores. Impsa, del grupo Pescarmona, está manejando un presupuesto de US$ 1900 millones en obras en el exterior, entre generadores y turbinas para parques eólicos y centrales hidroeléctricas. Los destinos son variados: desde Malasia hasta Venezuela, Brasil y Uruguay.

 

 

Uno de ellos sienta un récord: se trata de la central de Tocoma, Venezuela, para la cual el grupo está terminando la ingeniería y a poco de empezar con la fabricación de las turbinas Kaplan más grandes diseñadas hasta el momento (en el marco de un contrato valuado en US$ 560 millones). La empresa, que factura US$ 300 millones y emplea 1300 personas en el país, también está enviando cuatro turbinas hidroeléctricas (de 350 MW) para la central de Bakún, en Malasia.

"Hay dos ya listas para enviar, pero por una cuestión de logística vamos a esperar a que estén las cuatro para despacharlas. El contrato era de 240 millones de dólares, pero lo actualizamos porque fue adjudicado en 2003", dijo Ismael Jadur, gerente de relaciones institucionales de Impsa. Según precisó, actualmente el grupo está participando en licitaciones en Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Malasia, Vietnam, Islandia, Brasil y Uruguay.

"Estamos con muy buenas perspectivas, con un crecimiento previsto para este año y el próximo. Para 2009 tenemos un plan de construir otra planta industrial en Vietnam y desarrollar grandes proyectos eólicos e hidroeléctricos en ese país y otros del sudeste asiático", destacó Jadur.

Secin, una empresa mediana de Quilmes, también se anotó un récord y mira al exterior: exportó el reactor catalítico más grande del mundo a Arabia Saudita, que será implementado en la planta de Ma´aden. "La venta fue a la alemana Outotec con un contrato de US$ 3 millones. Tuvimos que armar el reactor en el astillero Domecq García por las dimensiones. Tiene más de 17 metros de diámetro y 480 toneladas de acero", detalló Luis Manini, presidente de Secin, tras señalar que el equipo será instalado en 2009. La empresa, que genera órdenes de venta por US$ 20 millones al año y emplea a 250 personas, está trabajando en proyectos en Brasil y Venezuela con sus puentes grúa. Además, está a la espera para cerrar la venta de otro reactor a Arabia Saudita y tiene proyectos para armar plantas de cerveza en Perú.

"Hemos sobrevivido a varias crisis porque supimos mantener una cartera de productos amplia. Ahora también vamos a potenciar nuestra producción de aplicaciones y sistemas de control de procesos", señaló Manini, cuya empresa tiene en esta gestión la presidencia de la Cámara de Industriales de Proyectos e Ingeniería de Bienes de Capital de la República Argentina (Cipibic).

Menos competitivos

Como representante de la cámara, Manini afirmó que, a pesar de los buenos resultados que muestran las empresas, "el sector de bienes de capital está enganchado con proyectos de inversión, y en ese punto se podrá ver el impacto de la crisis financiera internacional sobre nosotros". Al respecto, desde Impsa destacaron que "las crisis y las bonanzas nos llegan siempre más tarde, por lo cual puede ser que el financiamiento acuse algún recibo de esta crisis mundial". Manini destacó que existe una crisis local de competitividad. "Nosotros no podemos aumentar precios de un día para el otro y eso tiene su impacto. Por eso, como cámara, reclamamos al Gobierno la aplicación, mejora y ampliación del régimen de compre nacional."

En la lista de pedidos de Cipibic, también aparece la prohibición de la importación de bienes de capital usados y la eliminación del derecho de exportación para el sector, además del reintegro del 12% a la exportación de bienes de capital

Fuente LA NACION