Los directivos de AAETA (Asociación Argentina de Empresas del Transporte Automotor), Celadi (Cámara Empresaria de Larga Distancia) y CEAP (Cámara Empresaria del Autotransporte de Pasajeros) advirtieron que la gran mayoría de las compañías no pudo completar los pagos de los aguinaldos y los salarios de junio y que -por la crisis económica y la gripe A- la venta de pasajes ya acumula una caída del 20% respecto a 2008.
El nuevo salvavidas económico que requieren las líneas interurbanas representa para Schiavi un inesperado desafío que deberá resolver en medio de un panorama fiscal cada vez más complicado.
En la última semana, el sucesor de Ricardo Jaime cerró contrarreloj un acuerdo para abonarles a las empresas de cargas $ 470 millones de subsidios atrasados. Con esos recursos, las transportistas acordaron una suba salarial de 17% con los camioneros de Moyano.
En agosto, las que irán por más subsidios para afrontar las mejoras salariales serán las empresas de colectivos urbanos y las concesionarias de los trenes y subtes.
En el caso de los ómnibus de larga distancia, las compensaciones que reclaman las empresas implicarían para el Gobierno un desembolso mensual del orden de $ 35 millones. De otorgarse, ese monto se sumaría a los casi $ 600 millones de subsidios que el Estado gira cada 30 días a las líneas de colectivos locales y a los operadores ferroviarios.
deNeXos – 20/07/09 – MT
Fuente: Clarín