Buscar las monedas necesarias para pagar un pasaje de colectivo en la ciudad de Buenos Aires sigue siendo una tarea que requiere de tiempo y paciencia. Debido a los continuos reclamos de los pasajeros, a comienzos de febrero, un decreto ordenó la implementación de un mecanismo de pago denominado Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE). Esta medida apuntaba a reemplazar de forma paulatina el uso del dinero metálico y brindar una alternativa para el abono de los pasajes en los colectivos, el subte y los trenes.
El SUBE comprende a aquellas empresas de transporte cuya numeración va del 1 al 199 , que se encuentran bajo la órbita de la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT). Estas líneas son las que circulan internamente, entran o salen de la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, luego de la distribución de tarjetas gratuitas en diversos puntos de Buenos Aires, sólo se pueden utilizar en seis líneas de colectivo : 5, 8, 50 y 101 de DOTA, y 61 y 62 de Grupo Plaza, las líneas de subte y algunas estaciones de trenes.
No obstante, los responsables de la instalación de los sistemas de boleto electrónico que se encuentran en uso son concretos a la hora de estimar los lapsos de implementación. Carlos Abril, director Comercial Regional de Siemens IT Solutions and Services, detalla que instalar el sistema de boleto único demandará, como mínimo, entre 10 y 12 meses, debido a la magnitud de la implementación . Experiencia tienen. La firma participó, en Chile, de la provisión de equipos para 10.000 unidades.
"Un sistema de boleto electrónico puede estar en funcionamiento en su totalidad en el lapso de un año. El panorama de este proyecto es exigente y presenta varios factores muy complejos", señala Javier Tomadoni, presidente de Coin Control, cuya implementación de pago electrónico no se encuentra incorporada al SUBE.
Tanto desde la Secretaría de Transporte como de la Cámara de Empresaria de Autotransporte de Pasajeros no cuentan con las implementaciones de pago electrónico que realizaron otras líneas, y coinciden que deberán adaptarse al SUBE. No obstante, tampoco brindan fechas ni avances estimados.