Preocupa el deterioro del sector externo

Según un reporte del Cene de la Universidad de Belgrano, el creciente déficit comercial se traduce “en un incremento en el desbalance de cuenta corriente”.

En los primeros nueve meses del año, se registró un déficit de la balanza comercial de 5.200 millones de dólares, mientras que, en igual período de 2016, el saldo había sido positivo en 1.865 millones de dólares, informa el último reporte del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano.
“La reversión del resultado es atribuible a dos factores: la reactivación económica y el significativo atraso cambiario. Todo incremento de la actividad económica en nuestro país genera un aumento en las importaciones, debido al componente importado de la mayor parte de nuestra producción. En paralelo, se registra un creciente atraso cambiario que alienta la importación y dificulta el avance de las exportaciones”, señala Víctor Beker, director del Cene.
De hecho, mientras las ventas al exterior crecieron apenas un 0,7% en el lapso mencionado, las compras externas treparon un 17,7%. El mayor crecimiento en las importaciones correspondió a vehículos automotores, con un 43,1%.
Según el economista, “el creciente déficit comercial se ha de traducir en un incremento en el desbalance de cuenta corriente, que ya en el primer semestre del año totalizó 12.889 millones de dólares, casi equivalente al registrado en todo 2016: 14.533 millones”.
Sin embargo, Beker observa que “este deterioro del sector externo no se ve reflejado en la posición de reservas del Banco Central, merced a que el creciente endeudamiento del Tesoro genera un ingreso de divisas que va a parar a las arcas de la entidad monetaria”.
Concluye, entonces, que “el mercado internacional de capitales se torna así decisivo para hacer frente a los déficits gemelos: el del sector externo y el de las cuentas fiscales. La economía argentina se encuentra así una vez más fuertemente expuesta a las vicisitudes de las finanzas internacionales”.
El Presupuesto propone seguir elevando la deuda hasta US$ 200.000 millones.