Impulso para los acoplados

Un 2017 exitoso y la aparición de nuevas configuraciones en el transporte abren a las fábricas de remolques una promisoria perspectiva.

Eduardo Pérez

La producción de más de 12.000 unidades durante 2017 representó para la industria del acoplado y semirremolques un impulso de importancia, a eso se le suman las nuevas configuraciones de vehículos dispuestos por el Ministerio de Transporte, lo que hace prever un buen año para el sector.
Al respecto, Mariano Spinosa, gerente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Acoplados y Semirremolques (Cafas), dijo a infoTyL que para las plantas se superaron las expectativas y reconoció que “hubo condiciones macroeconómicas favorables que el sector atendió con solvencia y se pudieron concretar negocios en un nivel razonable, lo cual alienta a un 2018 también bueno”.
– ¿Cómo ha sido el desempeño del sector durante 2017?
– La inscripción de 694 Unidades en diciembre 2017 resultó 19,9% superior a la observada en diciembre de 2016, con 580 unidades. Con ello el acumulado de 12 meses de 2017, de 12.217 unidades resultó 26,3% superior al observado en 2016, con 9.676 Unidades.
Las razones de este incremento hay que encontrarlas en la creciente actividad del campo que se viene sosteniendo desde hace dos años y pensamos que seguirá en esta línea en el año en curso. La obra pública, las nuevas rutas y autopistas en construcción también favorecen nuestro desempeño. El transporte de cargas por carretera es necesario en la Argentina y cualquier crecimiento del PBI del país coadyuva a nuestro propio desarrollo y crecimiento sectorial.
– ¿Cómo prevén que será 2018?
– Seguramente seguiremos en el camino ascendente. La actividad sostenida del campo, como dijimos, y el crecimiento del PBI argentino nos hacen ser optimistas.
Recientemente el dictado del Dto 32/2018 vino a habilitar nuevas conformaciones de vehículos y eso seguramente incrementará la demanda del sector transportista que desea mejorar su eficiencia, pudiendo llevar más carga con vehículos más eficaces y más seguros, también.
– ¿Hubo participación de CAFAS o de empresas vinculadas con la Cámara en la redacción del decreto 32/18?
– No siempre directamente. Pero pudimos trabajar con la Secretaría de Industria en forma activa y con la Comisión Nacional del Tránsito y Seguridad vial, de modo que al conocerse el texto, no estábamos ignorando el tema.
– ¿Cómo esperan que influya la ampliación de configuraciones del decreto 32/18?
– Fuertemente. El ferrocarril nunca va a tener la versatilidad que tiene el transporte de cargas por carretera. Si el Estado habilita los bitrenes y configuraciones que permiten llevar más carga, el aumento de esa capacidad va a impulsar la renovación de equipos y nuestro rubro industrial, plenamente nacional, está preparado para solventar cualquier requerimiento que se presente.
– ¿Cuáles son los ejes institucionales en los que está trabajando hoy Cafas?
– El Decreto 32/2018 vino a generar nuevas conformaciones de vehículos, alienta concretamente al uso de los bitrenes y abre un abanico de posibilidades para que el transportista pueda llevar su carga de manera más eficiente. De esta forma, se alivianarían los costos logísticos en la Argentina y se eficientizaría la totalidad del movimiento de la riqueza nacional en las rutas nacionales, contribuyendo a una mayor competitividad de la producción local y un claro aumento de nuestras posibilidades exportadoras.
Cafas trabajó junto a sus clientes y a las autoridades sectoriales en pos de estos instrumentos pro activos y de concreto desarrollo de la actividad y su eficientizacion. Nadie puede dudar que todo eso es bueno para el país y también para el sector en su conjunto, así como para toda su cadena de valor.
Un tema muy importante y pendiente sobre el que Cafas viene preocupado desde hace muchos años es la grave obsolescencia del parque remolcado. La ley habla de 20 años admisible de antigüedad, pero sucesivas reformulaciones legales dan vida a los remolques “sine die”. En un país con tan alta siniestralidad vial debe encararse este problema. Las cosechas se levantan con semirremolques y acoplados con más de 40 años de antigüedad. Eso no es admisible. Es una materia pendiente y un eje en la actividad institucional de Cafas resolver el problema encarando las soluciones correspondientes.