Con velocímetro brasileño

Los planes de estímulo impositivo que puso en marcha la administración de Lula Da Silva evitaron que el derrumbe del sector en la Argentina se transformara en catástrofe; de todos modos, las exportaciones de automotores en el primer trimestre de este año cayeron el 46,1% respecto del mismo período de 2008.
 

Y una vez más Brasil aparece como el hermano mayor. La convulsionada realidad de la industria automotriz argentina podría haber sido peor de no haber mediado el gran vecino.

En el primer trimestre de este año las exportaciones de automotores cayeron un 46,1% respecto del mismo período de 2008. Las compras brasileñas fueron las que evitaron una verdadera catástrofe.

"La influencia de Brasil es importante. Es el socio natural en el marco de una de las políticas de Estado que tiene la Argentina: el Mercosur", dijo el director ejecutivo de la Asociación de Fábrica de Automotores (Adefa), Fernando Rodríguez Canedo.

"A fines de 2008 la industria local presentaba una creciente matriz exportadora. El 60% tenía como destino el mercado externo y, de eso, el 70% iba a Brasil. Esa marca llegó al 84,1% en el acumulado del primer cuatrimestre. Hasta hoy, salvo el primer bimestre de 2009, atípico y con valores deprimidos no sólo para la región sino para la industria automotriz mundial, el hecho de que Brasil haya sido uno de los pocos -junto con Alemania- en sostener su mercado interno, hizo que se restablecieran pedidos y recomponga la producción aquí para abastecer ese mercado, tanto de unidades terminadas como partes", agregó.

Para alivianar el efecto de la crisis sobre el sector -uno de los más golpeados en el mundo-, el gobierno de Lula dispuso una reducción del impuesto sobre los productos industrializados que originalmente sería hasta marzo, pero que luego se prorrogó hasta el 30 de junio.

Raúl Ochoa, de la Universidad Tres de Febrero, coincidió: "Brasil es muy importante porque la Argentina tiene una relación de complementación muy fuerte. Los números muestran que el mercado brasileño acompaña más a la industria automotriz argentina que el propio mercado local".

Según un informe de la consultora IES (Investigaciones Económicas Sectoriales), las exportaciones de automotores del primer trimestre de 2009 llegaron a los 35.060 vehículos (lo que implica una baja del 46,1%).

El trabajo destaca que, a pesar de los números negros, en marzo se verificó una reacción, con un 15,5% de caída interanual, lo cual permitió morigerar el derrumbe observado en el primer bimestre, que había trepado al 62,5%. A su vez, los valores exportados totalizaron 525,5 millones de dólares, lo que representa un retroceso interanual del 39,5%.

La participación de las exportaciones de automotores y autopartes en el total de exportaciones de nuestro país llegó al 8,9% entre enero y marzo de 2009, por debajo del 9,9% de iguales meses de 2008. Pese a la caída, queda en claro la importancia del sector en el comercio de nuestro país.

Maximiliano Scarlan, economista de Abeceb.com, explicó que desde 2003 se empezó a consolidar en el país" un sector automotriz diferente, con una fuerte orientación hacia la exportación". "El principal destino es Brasil. En 2008, el 73% de las ventas fueron hacia allí; hoy esa cifra supera el 84%. La reducción de la demanda externa afectó al sector que además sufrió la desaceleración del mercado interno. Las terminales tuvieron que adecuarse a los nuevos ritmos de producción y a los autopartistas, consecuentemente, les pasó lo mismo, quizá de forma más agravada porque en la mayoría de los casos son pymes, más atomizadas, en las que los cambios se hacen más difíciles", dijo.

¿Cómo afectó la crisis a las terminales? LA NACION consultó a Toyota, General Motors, Ford, FIAT y PSA Peugeot Citroën. General Motors informó que no participaría de la nota. Ford y PSA Peugeot Citroën no respondieron.

 

El que menos sufre

Daniel Afione, gerente general de Asuntos Públicos de Toyota Argentina explicó que la empresa exporta las dos terceras partes de su producción y que Brasil es su principal destino. "Hay una caída respecto del año pasado.

Algunos mercados están sufriendo más que otros. Brasil es el que menos sufre básicamente por las medidas impositivas que tomó el gobierno con lo que lograron mantener los niveles del mercado en valores similares a los del año pasado", contó.

El director de Relaciones Externas de Fiat Auto Argentina, Javier Vernengo, explicó que la retracción del mercado automotor a nivel regional los obligó a prever un ajuste de los programas de producción y acordar con el sindicato un esquema de suspensiones rotativas del personal. "Sin embargo, la recuperación del mercado brasileño tras la puesta en marcha del Plan Lula determinó una rápida revisión de los programas pasando de una producción diaria de algo más de 200 unidades diarias, a 300, e impulsando el ingreso de unos 240 operarios", agregó.

En el primer cuatrimestre de este año, en térm
inos de volúmenes, las exportaciones de autos -Fiat Siena y Fiat Palio- registraron un aumento del 655%: pasaron de 1380 unidades vendidas en los primeros cuatro meses de 2008 a 10.424 unidades en igual período de 2009. "Hay que aclarar que recién en los primeros días de 2008, la planta de Córdoba retomó la producción y alcanzó un nivel estable de producción en el último semestre del año. Igualmente, las perspectivas son, si no hay turbulencias inesperadas, que cerremos el año por encima de las 21.506 unidades exportadas en 2008", dijo Vernengo.

Juan Cantarella, gerente general de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), explicó que de los tres subsectores que tiene el rubro autopartista, aquellos que exportan mayoritariamente su producción, y los que trabajan para las terminales, son los que están en peor situación. Para los que se dedican al mercado de reposición el panorama parece menos complicado.

"Pero más allá de la crisis, hay un tema que venía desde antes y que tiene que ver con la pérdida de competitividad debido al aumento de los costos internos y la devaluación en otros países, además de que en los últimos tiempos algunas provincias reinstauraron el impuesto a los ingresos brutos", dijo Cantarella.

Daniel Oblan, titular de Oblan SA, una empresa santafecina que fabrica autopartes para máquinas agrícolas, viales y camiones -exporta más del 70% de la producción-, comentó que "lo que ocurre en términos internacionales es que piden reducción de precios". Admitió que tuvieron que hacer "ajustes inevitables para preservar la estructura y poder sobrevivir a la crisis", pero que "lo último que se toca es el personal", más allá de una razón social, porque formar mano de obra especializada insume mucho tiempo y dinero.

 

Nuevos mercados

¿Qué están haciendo para sortear la crisis?, preguntó LA NACION. "Renovar nuestros esfuerzos de venta. El encargado de comercio exterior está ahora en Irán, un mercado que empezamos a desarrollar hace algo más de un año, y luego irá a Dubai y a Francia. No se puede reducir la presencia en momentos como este, todo lo contrario", contestó Oblan.

Eulogio del Río, director comercial y de marketing de Gefco, uno de los principales operadores logísticos de la industria automotriz, coincidió en que el período más duro se dio entre enero y marzo pasados, cuando hubo "una significativa baja de la actividad", pero advirtió que a partir de abril empezó a verse "una leve mejoría". Consideró que desde el punto de vista de los números, se manejan cifras similares a las de 2006.

Para Gefco, la industria automotriz representa el 60% de su actividad, aunque desde hace dos años empezaron a diversificar sus tareas. Del Río dijo que a pesar de la baja en el trabajo no modificaron las tarifas "porque no hay margen", y que hoy la productividad "hay que buscarla por otro lado, cambiando horarios o buscando actividades complementarias para amortizar mejor, por ejemplo".

Pero más allá del freno ocasionado por la crisis, en las últimas semanas, el sector sumó otra complicación: la aplicación de licencias no automáticas para ciertas posiciones arancelarias frenó el ingreso de algunas autopartes. Al mismo tiempo, los empresarios autopartistas pidieron medidas porque dicen sufrir el impacto de la crisis tanto o más que las terminales, y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, reclamó que se fabriquen autos con más partes nacionales. ¿Es factible compatibilizar todo eso?

Rodríguez Canedo, de Adefa, contestó: "El faltante de partes por las licencias impactó en las terminales, particularmente por dificultades en la provisión de neumáticos, bulones, tornillos y partes de asientos pero gracias a las gestiones hechas desde AFAC y la comprensión de la autoridad de aplicación, se logró eximir a algunos productos y agilizar la operación en el resto de los casos, de modo de facilitar el ingreso de esos insumos y evitar un freno en las líneas de producción. Toda la cadena de valor siente por igual el impacto por la caída de ventas. Por otra parte, los autos que se fabrican aquí tienden a contener paulatinamente un mayor grado de integración de partes nacionales. Las mismas terminales destinan entre 20% y 25% de sus inversiones a desarrollar proveedores de autopartes".

Cantarella, de AFAC, también opinó: "Hay muchísimas posibilidades de desarrollar proyectos que están en marcha con más partes nacionales. Sería suficiente que nos den las mismas posibilidades de poder cotizar desde el momento 0 del proyecto, y si además se incorporaran los costos logísticos que tiene importar esas piezas, otra sería nuestra posición. El primer objetivo siempre es conseguir que el proyecto de fabricación de un auto se haga en el país, y un subobjetivo nuestro es que se haga con la mayor cantidad de piezas nacionales posible".

 

¿Y cuáles son las perspectivas para este año?

Para Afione, de Toyota, son "complicadas". "Estamos siguiendo el partido minuto a minuto. Un factor muy importante será la forma en que evolucione Brasil".

Dos datos por tener en cuenta:

1) La reducción impositiva que alentó el aumento de la demanda brasileña estará vigente hasta fin de junio.

2) En el vecino país, en abril se registró una caída de patentamiento del 14% respecto de marzo, lo que "probablemente implique pérdida de mercado para la Argentina", sostuvo Scarlan.

Rodríguez Canedo, resumió: "A fines de 2008 la industria presentaba una creciente matriz exportadora. El 60% de lo que se producía a ese momento tenía como destino un mercado externo que muestra hoy a países con caídas de ventas internas de hasta un 50%, un rango que incluye a los mercados locales de las naciones industrializadas. Las cifras registradas hasta hoy permitirían proyectar un nivel de producción local que oscilaría entre las 430.000 y 450.000 unidades para 2009. Pero, por las razones mencionadas, esas proyecciones deben basarse en un constante monitoreo de ambos mercados: el interno y el externo".

La incertidumbre sigue. La industria automotriz aún no sabe si podrá poner primera este año, y Brasil parece tener mucho que ver con eso.

 

deNeXos – 29/05/09 -MT

Fuente: La Nación