El desafío del transporte argentino

Argentina es uno de los mayores proveedores mundiales de alimentos. La influencia de los altos costos y la modernización en el futuro crecimiento.

El país sudamericano cosechó casi 100 millones de toneladas de granos la temporada pasada y el Gobierno quiere incrementar la producción a 148 millones de toneladas para el 2015, pero los expertos consideran que podrían generarse cuellos de botella si no se mejora la red ferroviaria y vial.

Las exportaciones agrícolas representan el 52 por ciento de las ventas del país al exterior.

"Si no tenemos la logística, el día que querramos aumentar la producción no vamos a poder sacar los productos" del campo, dijo Jorge Tesler, director ejecutivo de TGI Argentina SA, una consultora en infraestructura logística.

La producción agrícola argentina -principalmente la soja, el maíz y el trigo- se expandió e intensificó de manera formidable en los últimos años, gracias a una fuerte alza en los precios internacionales de los granos y a un tipo de cambio favorable.

Pero la falta de una amplia red ferroviaria es un escollo para muchos productores de las zonas más alejadas de los puertos, cuyos márgenes se ven muy limitados en épocas de bajos precios.

Además, las carreteras argentinas y los accesos portuarios también requieren de inversiones mayores y obras para enfrentar las crecientes metas productivas, según los expertos. Muchos caminos rurales ni siquiera están asfaltados, lo que dificulta el traslado de granos y animales los días de lluvia.

Si bien la caída de los precios internacionales en los últimos meses sembró dudas sobre el futuro de los granos, las estimaciones para el ciclo 2008/09 mantienen niveles de producción similares a los de la campaña previa en Argentina.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) prevé que en el ciclo 2008/09 la producción argentina de soja llegue a 50,5 millones de toneladas, la de maíz a 19 millones y la de trigo a 12 millones.

ESPERANDO EL TREN

A diferencia de Estados Unidos, donde la mayor parte de los granos se mueven por tren y vía fluvial, en Argentina entre el 70 y el 80 por ciento de la producción agrícola es transportada a través de camiones, a pesar de su mayor costo.

El amplio sistema ferroviario argentino fue prácticamente desmantelado tras su privatización en la década de 1990, mientras que, a pesar de ser el medio más barato, sólo un mínimo de los granos se mueven por el extenso río Paraná, debido a la falta de dragado.

"El desarrollo del tren favorecería al productor y le ahorraría muchos millones a Argentina", dijo Rogelio Pontón, director de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario.

Los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y de la actual mandataria, su esposa Cristina Fernández, colocaron en los últimos años el problema de los ferrocarriles en la agenda política y reactivaron ramales que habían sido clausurados en distintos puntos del país.

Es necesario "reconstruir un sistema ferroviario como tienen los grandes países desarrollados del mundo", dijo la semana pasada la presidenta, tras la reinauguración de talleres ferroviarios en la norteña provincia de Tucumán.

Pero muchos expertos se muestran escépticos respecto de los anuncios oficiales y reclaman un plan nacional.

Al encontrarse cerca de los puertos de mayor capacidad, la pujante pampa húmeda -que abarca partes de las provincias centrales de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe- no sufre los altos costos de los fletes.

Sin embargo, los productos de las regiones agrícolas marginales, como las provincias norteñas de Tucumán, Salta, Santiago del Estero y Chaco, deben recorrer largas distancias para entregarse, con elevados costos en camiones.

"La única forma de zafar del corset geográfico que tenemos es tener un transporte (barato) y ése es el ferrocarril, que en este momento no existe. (…) Sería la gran solución del problema de fletes del noroeste y noreste de Argentina", dijo Ramón Puchulu, productor agrícola de Tucumán.

Fuente: Reuters