Frontal ataque de Hugo Chávez deja en jaque a los exportadores argentinos

La política del líder venezolano de nacionalizar empresas es apenas la punta del iceberg. Empresarios confirmaron que el mandatario ha ido cerrando las fronteras mediante cupos y un mercado paralelo de divisas que deja fuera de carrera a los productos “made in Argentina"

A pesar del viaje a El Calafate, las reuniones confidenciales y del tratamiento privilegiado que recibió durante su última visita al país, el presidente Hugo Chávez no dudó en avanzar en su plan estatizador tocando los intereses de la empresa más importante de la Argentina.


La decisión generó sorpresa y estupor en la Casa Rosada y numerosos funcionarios salieron a aclarar que el matrimonio Kirchner estaba muy lejos de estar al tanto de la jugada del bolivariano.

La estatización de tres empresas del sector siderúrgico que forman parte del holding de los Rocca (TAVSA, Matesi y Comsigua), caló hondo y fue vivido como una verdadera decepción en el Gobierno.

Paralelamente, el sector privado condenó con dureza la jugada. La primera entidad en poner el grito en el cielo fue la Unión Industrial Argentina (UIA) que, a través de un comunicado, expresó su "repudio" y su "profunda preocupación por las consecuencias negativas de esta nueva iniciativa que afecta a una empresa argentina radicada en Venezuela”.

Sin embargo, esta maniobra que quitó el aliento en Balcarce 50 es apenas la punta del iceberg. Por debajo del témpano -algo que no se ve pero que sin embargo causa un grave perjuicio a miles de empresas argentinas- el gobierno chavista viene aplicando una serie de polémicas medidas restrictivas al comercio.

De este modo, además del escándalo que se desató por el caso Techint y Siderar, hay una “sangría” sistemática de negocios que los exportadores locales sufren en Venezuela y se transformó en la nueva olla a presión que amenaza con convertirse en una compleja crisis bilateral.

Decisiones polémicas
Las políticas anti comercio que viene desplegando Chávez no distingue entre grandes multinacionales o Pyme. Tampoco importa si las mismas habían firmado acuerdos o no con el gobierno.

En primer lugar, las más afectadas son las automotrices, que pasaron de tener un mercado clave para su ecuación exportadora a directamente ver como se le cerraban las fronteras venezolanas en un 100 por ciento.

En diálogo con iProfesional.com, fuentes de Ford Argentina aseguraron que el gobierno chavista “fijó para este año un sistema de licencias de importación y a la Argentina no le han otorgado nada, así que en lo que va de 2009 no pudimos exportar a ese país un solo auto”.

La compañía del óvalo tenía allí un mercado interesante para su Focus y la pick-up Ranger. El otro gran perjudicado con estas licencias es Peugeot, que exportaba el 206 y el 307 con sello “made in Argentina”.

Luego se ubican Toyota, con la Hilux; Volskwagen, que colocaba básicamente la Suran, y por último, IVECO. Todas estas empresas se quedaron con las manos vacías.

Maximiliano Scarlan, economista de Abeceb.com y experto en la industria automotriz, explicó que “con la crisis y la caída del precio del petróleo, en octubre del año pasado el gobierno chavista anunció que iba a aplicar licencias y cupos a la importación de 50.000 unidades para todo 2009”.

Lejos de cumplirse, luego decidieron reducir el cupo a tan solo 25.000 autos. Sin embargo, hasta ahora el único país beneficiado fue Colombia, que recibió luz verde para venderles 10.000 unidades.

De este modo, Scarlan aseguró que “en estos cinco meses, las exportaciones de autos argentinos no existieron”.

El dato no es menor: en 2007 Venezuela se había convertido en el tercer mercado en importancia para las terminales nacionales, con más de 19.200 vehículos vendidos.

“Venezuela era un destino que había crecido mucho y todo esto impacta negativamente en las automotrices. La situación es muy negativa. En estos momentos ninguna terminal sabe qué va a pasar, si van a liberar los cupos o no”, explicó Scarlan.

En la misma línea, Raúl Ochoa, miembro del comité académico de la Fundación Standard Bank y ex subsecretario de comercio internacional, explicó que en Venezuela, con el precio insignificante del combustible, se había vivido un boom fenomenal de importación de autos y esto fue absolutamente favorable para empresas de la Argentina y Brasil. Pero la bonanza ya se terminó, es cosa del pasado”.

La decadencia de los “petrodólares”
El otro foco de conflicto está originado en la caída del ingreso por el crudo, la principal fuente de recursos de Venezuela y responsable de u$s93 de cada u$s100 que ingresan al país por exportaciones.

Según informó el ministro de Economía, Alí Rodríguez, en lo que va del año “el poder de compra del país en el exterior bajó un 50%, dado que el ingreso petrolero se redujo a la mitad con respecto al año pasado”.

El funcionario destacó que el año anterior un barril costaba "aproximadamente u$s87, mientras que este año, durante el primer trimestre, alcanzó un promedio de apenas 42 dólares".

De esta manera, de lograr ingresos por más de u$s87.000 millones en concepto de exportaciones de crudo, los analistas esperan que los mismos no superen los u$s50.000 millones en  2009.

Esto intensificó el problema del acceso a las divisas y, en consecuencia, el poder de compra de las compañías venezolanas en los mercados externos.

El juego del dólar paralelo
Sucede que el país caribeño mantiene un control de cambio y todos los importadores y empresarios, así como los turistas y estudiantes, se ven obligados a recurrir a la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) para obtener divisas a precio oficial, que superan levemente los dos bolívares fuertes por cada dólar.

Sin embargo, según explicaron fuentes de Ford Argentina, “como casi no entregan billetes, los importadores tienen que recurrir al dólar paralelo, que está tres veces más caro. Esto provocó que ya no pudieran pagar las importaciones”.

La política de Chávez es dirigir las divisas que entrega, bajo el ca
nal oficial, a la compra de alimentos y medicamentos. El resto de los sectores industriales se ven castigados y prácticamente no están recibiendo dólares a través del Cadivi.

Para Ochoa, “estos regímenes de escasez con dos tipos de monedas son absolutamente negativos para la economía y son políticas que llevan directo a maniobras de corrupción”.

Esto provocó que todo un amplio espectro de importadores venezolanos se vea imposibilitado de seguir comprando. Así es como las empresas argentinas antes tenían un mercado seguro con la billetera de Chávez y ahora sólo ven problemas.

En diálogo con iProfesional.com, Julio Rodríguez, director de Grupo PROA, cámara que agrupa a fabricantes autopartistas, explicó que “tenemos empresas asociadas que hace dos meses están tratando de cobrar y no están viendo un solo peso. Esto también sucede con exportadores argentinos de maquinaria agrícola, que están en muy serios problemas ya que se les cayó el mercado interno y los venezolanos no les está pagando por las ventas que ya hicieron”.

En la misma línea, Juan Cantarella, gerente de la Asociación Argentina de Fábricas de Componentes, sostuvo que “en los últimos meses se intensificaron las dificultades. Venezuela pasó de ser un destino importante a ser un signo de pregunta”.

En tanto, Sergio Vacca, vicepresidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), aunque prefirió no dar mayores detalles, confirmó que hay problemas de cobro en un amplísimo abanico de sectores.

A modo de síntesis, Rodríguez aseguró que, si no son alimentos o medicamentos, “hoy todos tienen inconvenientes a la hora de venderle a Venezuela. Los empresarios están desistiendo de hacer nuevos negocios”.

La realidad en el país caribeño confirma la situación de las empresas argentinas. Es así como General Motors anunció a través de un comunicado que, debido a "atrasos» en la recepción de las divisas, acumuló deudas por u$s1.200 millones con proveedores externos, por lo cual la empresa se verá obligada a "paralizar sus operaciones desde la tercera semana de junio».

La ensambladora automotriz, la más grande del país con casi 60% de la producción, indicó que aún al cancelar las obligaciones actuales sólo podrá reiniciar "en septiembre» las actividades de sus dos plantas.

Acuerdos internacionales: hacia la “venezueladependencia”
En este contexto, resulta interesante destacar que, mientras los negocios de las empresas nacionales caen por el barranco, Venezuela es el país del mundo con el cual la Argentina ha celebrado más tratados tanto durante la gestión de Néstor Kirchner (62) como durante la actual de Cristina Kirchner (61), representando en promedio el 25% del total del vínculo convencional del país a nivel mundial en los últimos seis años.

“Sin embargo, el vínculo bilateral convencional claramente se intensificó en este último año y medio, ya que mientras durante el anterior gobierno kirchnerista se firmaba en promedio un tratado con Venezuela por mes, en lo que va de la actual gestión dicho promedio asciende a tres mensuales”, explicó Milagros López Belsué, directora de Investigaciones del Centro de Estudios Nueva Mayoría,

Más allá de la era K, en lo que hace al vínculo diplomático histórico que une a la Argentina y Venezuela a través de los diferentes gobiernos, del total de 205 acuerdos suscritos entre 1911 y lo que va del 2009 por ambas naciones, el 40% de ellos se han celebrado en 92 años, mientras que el 60% restante en tan sólo los últimos seis.

 
deNeXos – 01/06/09 -MT
Fuente: IProfesional