La imprescindible capacitación en autoelevadores

En la Fundación Profesional para el Transporte, los cursos para operadores de autoelevadores
han tenido un crecimiento exponencial desde su lanzamiento En toda tarea profesional referida al transporte de carga la
seguridad debe ser un objetivo de permanente importancia
y de primordial atención por parte de todos los actores del
proceso logístico. Como sabemos, la maquinaria autoelevadora
desplaza varias toneladas y opera en condiciones de
permanente inestabilidad estructural y dinámica, lo que la
vuelve de permanente cuidado y de necesario entrenamiento
para su buen uso.
Las medidas de seguridad son uno de los temas principales
de todos nuestros cursos, ya que cualquier evento que
este tipo de equipos protagonicen genera consecuencias de
importancia tanto para los bienes como para las personas.
Es importante que las medidas de seguridad operativa sean
un recordatorio permanente de los responsables de logística
operativa, de la misma forma que la observancia de las
adecuaciones que toda la planta de carga y estiba debe poseer
en la zona de trabajo de esta maquinaria.
Por suerte, los requisitos actuales de seguridad impulsados
tanto por las reglamentaciones edilicias e industriales
vigentes, así como las de las ART y seguros generales de
las empresas, son muy específicos y cuidadosos de estos
aspectos.
El uso racional de autoelevadores en el depósito es un ítem
fundamental de la productividad del trabajo. Hoy no podría
concebirse la gestión profesional de depósitos y de grandes
o pequeños centros de distribución de mercaderías sin la
presencia de las maquinarias autoelevadoras.
Tanto la estiba como la carga de mercaderías actualmente
están condicionadas por las tecnologías de estanterías
estandarizadas, así como el uso de autoelevadores para la
disposición de esas mercancías en el depósito y en el autotransporte
de carga. La optimización de tiempos operativos,
como asimismo la capacidad de transporte y carga que posee
este tipo de maquinarias eleva sustancialmente la productividad
de las entidades logísticas.
El equipo
Con respecto a la elección del equipo, la diversidad existente
actualmente en el mercado brinda numerosas opciones de
maquinaria de esta naturaleza tanto desde la concepción de
su diseño y uso, así como de su costo o forma de adquisición.
Es por ello que es tan importante determinar con gran precisión
el tipo de máquina a emplear en las diferentes rutinas
y tareas logísticas de cada empresa.
El hecho de necesitar dar a la estiba y caga de mercancías
una dinámica operativa óptima, hace necesaria una elección
profesional de la maquinaria pudiéndose optar hoy en
el mercado por una gran diversidad de configuraciones y
prestaciones.
De tal forma, encontraremos que estas opciones presentan
diferentes formas propulsivas (GNC, combustible,
eléctricas), opciones del tren rodante, variedad de cargas
máximas, alturas de izado, así como formas y tamaños
diferentes según el tipo de depósito dentro del cual deban
desempeñarse.
En todos los casos, el mercado también proporciona diferentes
formas de adquisición, leasing e incluso alquiler, así
como una gran diversidad de marcas y servicios de post venta, garantías, provisión de repuestos, talleres oficiales,
etc.
Nuevas tecnologías
Es indudable la tecnología de los depósitos automatizados
ha comenzado a imponerse en la operación logística mundial.
Ejemplos de este tipo de depósitos, montados con estanterías
autoportantes de hasta 15 metros de altura y operadas
con transelevadores trilaterales, ya pueden verse en
varias empresas argentinas y de la región.
La automatización es una tendencia sostenida desde mediados
del pasado siglo, pero el advenimiento de las tecnologías
informáticas y de la robótica a costos accesibles en
función de los beneficios operativos, ha sido determinante
en los últimos años.
Suponemos entonces que estas opciones de estiba y distribución
de mercancías que han logrado aumentar considerablemente
la trazabilidad, el control de stock y la entrada y
salida de unidades de carga con mayor precisión y menores
riesgos, comenzará a ser vista con profunda consideración
en el futuro.
Es difícil de ignorar que este tipo de tecnología aporta un
indudable beneficio en la gestión logística y una operatividad
casi full time con minimización del control y el error
humano. Esto, en términos económicos clásicos, aporta crecimiento
también en forma indudable conforme la demanda
y la dinámica de los mercados exija cada vez más, tiempos y
precisiones operativas mayores.
Aun así, es incontrastable que la aplicación de estos sistemas
de almacenamiento prescinden cada vez en mayor
medida de la presencia humana, reduciéndola considerablemente.
Dicho esto, y sin elucubrar planteamientos de
sociología económica, todas las eras en donde se han registrado
avances tecnológicos importantes han modificado el
alcance y participación del trabajo humano.
Desde las reformas agrarias, las diferentes revoluciones
industriales y esta nueva global era de la información y la
comunicación, nos hemos planteado problemas y soluciones
al asunto de la generación y mantenimiento del empleo.
La mejor manera de ver las cosas ante el incontenible avance
de las tecnologías es entender que la estructura de la
fuerza laboral cambia radicalmente con gran vertiginosidad
en la actualidad, al punto que aún no conocemos varias de
las nuevas formas laborales que nos deparan los próximos
años por venir.
Así entonces, la reconversión laboral ha sido una constante
de estos cambios de paradigma históricos en materia tecnológica,
aunque también debe advertirse que conforme han
avanzado el mejoramiento técnico, la necesidad de capacitación
ha también aumentado necesariamente. El escenario
futuro, entonces, nos plantea el desafío del conocimiento, la
capacidad de adaptación al cambio y la resiliencia operativa
en materia de reconversión de los recursos humanos.
Es por ello que es preferible organizar y liderar la reconversión,
que ser objeto inanimado de la misma. Este es también
uno de los desafíos que deberán asumir Estado, dirigentes y
empresarios en un futuro cercano. Negarlo o soslayarlo es
tan necio como irresponsable.