Nuestro eterno dilema: ¿Devaluar o no devaluar?

Lo más probable es que nuestro Índice de Términos del Intercambio (IT) retroceda un 14% respecto del máximo alcanzado durante el trimestre pasado (el tercero de 2008), retrotrayéndose a un nivel muy cercano al que se registró durante el primer semestre de 2007.Esta es la principal razón que existe en la economía real para justificar un ajuste del Tipo de Cambio Real (TCR) vía depreciación del Tipo de Cambio Nominal (TCN).

Los datos de la economía real local y la evolución pasada y esperada para los términos de intercambio y las monedas de nuestros principales socios comerciales parecen sugerir que Argentina necesita ajustar su TCN a un nivel entre $/US$ 3,5 y $/US$ 3,8, de forma que el TCR resultante de ese movimiento aliñe los precios relativos locales con el nuevo vector de precios relativos internacionales. Estar por debajo de ese rango no es bueno: implica perdida  de reservas, desmonetización y alza de las tasa de interés. De la misma manera, tampoco es bueno estar por encima: volveríamos a convalidar síntomas tales como la inflación alta y persistente.
 

Lamentablemente, el esquema de política económica local no fue el adecuado en los últimos años. En particular, el TCN cuasifijo nació para impedir la apreciación real, pero como toda traba se término convirtiendo en una trampa para sus creadores. Pues, son las consecuencias de esa política las que impiden que ahora el TCN pueda ajustar hacia arriba sin generar mayores sobresaltos. El elemento que surge y genera esa resistencia, es el proceso inflacionario.

 
Por lo tanto, Argentina enfrenta tres opciones: a) Ajustar bruscamente el TCN. b) No ajustarlo. C) ajustarlo gradualmente llevándolo en el cortisimo plazo a un rango de $ 3,45 – $ 3,55 por dólar. Las primeras dos alternativas son poco aconsejables. La primera podría generar un escenario de alta inflación y recesión. La segunda no es sostenible en el mediano plazo, termina en una fuerte devaluación e implica una agria recesión en el mientras tanto. La tercera es la más aceptable.
 
 
Lic. Gabriel Caamaño Gomez