De Narváez convocó a los empresarios

 

El candidato a primer diputado nacional bonaerense por la Unión PRO instó a los empresarios a que se involucren en el debate con la dirigencia política, para lograr la sanción de la legislación que contemple los reclamos del sector

 

 

 

“Cuando comencé mi carrera, lejos de ser empresario, era el nieto del dueño y, cuando terminé de cursar en diciembre fui y hablé con mi abuelo para ver que hacía y me mando a trabajar a los Depósitos de Amancio Alcorta. Los primeros meses de trabajo me dediqué a aprender aquello que estaba muy lejos de ser lo que es hoy la logística, imagínense fue en 1969”, así recordaba sus inicios laborales Francisco de Narváez.

El candidato opositor -quien demostró tener conocimiento formado sobre el tema logístico- fue el único orador del primer desayuno ARLOG de junio, desde el que convocó a los empresarios a acercarse a las reuniones de comisiones de la Cámara de Diputados para presentar su posición, “porque el que no está en el vestuario, cuando empieza el partido pierde”.

En un tono claro y relajado, De Narváez insistió en que “hoy en Argentina hay que definir el largo plazo, aventurarse a salir al mundo y, más allá de las elecciones, hay que acordar el largo plazo, cuál va a ser el rol de los gobiernos, de los privados, del Estado”.

Insistió en que “hay que superar el aislamiento entre lo político y el empresariado. Aspiro a que ambos sectores puedan reunirse” y aseguró que “en los debates en el Congreso, veo una orfandad inmensa de los legisladores en el conocimiento de lo que es cada uno de los sectores”.

“Argentina tiene que empezar a ser gobernada sin improvisaciones, no se lo puede hacer con la política por un lado y el empresariado por el otro, lo tenemos que hacer entre todos, tampoco lo puede hacer la cultura, la academia, el sindicalismo, ni el deporte”, destacó.

Al hacer un balance de más largo plazo, de Narváez reconoció que “en los 90 se tomó una política necesaria: la convertibilidad” para superar la hiperinflación pero criticó su permanencia en el tiempo por parte del ex presidente Carlos Menem.

Agregó el candidato de la Unión PRO que “la reforma constitucional de los 90 fue un error y el país fue una fiesta para algunos y una derrota para otros” y, de inmediato, consignó que “ahora, con este gobierno es cierto que hubo aciertos y errores. Al principio, hubo aciertos pero después se entró en un rumbo errado”.

Ante unos 200 dirigentes del sector logístico, reconoció su “vocación de gobernar la provincia de Buenos Aires, porque si avanzamos sobre los problemas de infraestructura podemos impulsar al resto del país en ese sentido. Dado el peso que tiene la provincia, vamos a pedir cuatro ministros: Infraestructura, Desarrollo Social, el Campo y Seguridad y Justicia”.

En otro sentido sentenció que “hay que transformar la Ruta, 6 desde La Plata hasta Campana, en un collar de parques industriales, algunos temáticos y otros no”.

Haciendo una lectura de la posición que debería adoptar el país en la región, el dirigente opositor fue taxativo: “tenemos que seguir el camino de Brasil, con la conciencia de que la brasileña es una economía de nivel mundial. Argentina tiene que ser a Brasil lo que Canadá es para los Estados Unidos”.

En cuanto a la coyuntura preelectoral, aseguró que “desde diciembre el kirchsnerismo no va a tener quorum propio, no va a tener más de 100 diputados, y lo que pase va a depender de nosotros, la gente le va a exigir a la oposición”.

“Pero, si perdemos las elecciones, aunque sea por un voto va a ser muy peligroso para la Argentina, porque, en esos cinco meses, la Cámara de Diputados se puede convertir en una caja de Pandora y el oficialismo va a aprobar leyes que atenten contra la propiedad privada, contra la libertad de expresión, contra el campo”.


Redacción deNexos – EP