"Existe un claro sesgo antiexportador" - Por Enrique Mantilla

 

El presidente de la Cámara de Exportadores, Enrique Mantilla, cuestiona la falta de iniciativa oficial para apoyar el comercio exterior.

Hay una verdad de Perogrullo que resulta ideal para entender el desasosiego de los exportadores argentinos: la misma droga que salva una vida puede causar la muerte si el paciente fue víctima de un mal diagnóstico.

Ese es el punto que enfatizó Enrique Mantilla, presidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA). "El problema central es de diagnóstico. En el presupuesto 2009 se dice que las exportaciones serán de 73.833 millones de dólares; en agosto advertimos que serían de US$ 65.000 millones, y hoy eso pasó a ser un escenario positivo. El tema es que con una diferencia de diagnóstico tan grande es muy difícil dialogar. Cuando la distancia es tan enorme no se coincide en cuáles deberían ser las medidas".

 

 

-¿Cuál es el principal desafío de los exportadores a partir de un pronóstico de fuerte caída de las ventas?

-El primero, tratar de convencer al Gobierno de la necesidad de hacer un nuevo cálculo de las exportaciones. Si no hay un diagnóstico común, es muy complicado ponerse de acuerdo en cuál es la mejor política.

-¿Cuál es para ustedes?

-Si uno comprende que hoy los negocios internacionales pasarán de las manos financieramente débiles a las fuertes, que hay una reducción de los importadores y de los volúmenes, y que el crédito es un elemento muy importante, la clave es fortalecer la estructura financiera de las empresas que exportan. Eso les dará competitividad y, cuando se salga de este valle largo en materia de exportaciones, habrán podido mantener a los clientes y tendrán chances cuando llegue la recuperación. Por el contrario, con estructuras financieramente débiles, los exportadores perderán negocios, estarán desconectados de sus clientes y, cuando llegue la recuperación, otros habrán ocupado ese lugar.

-¿Una vía de fortalecimiento sería tener un banco exclusivo para financiar el comercio exterior?

-No necesariamente. Hay cosas mucho más sencillas. Se ve una subutilización de los instrumentos legalizados del comercio exterior. En enero, por ejemplo, la devolución de reintegros de aduana fue un 60% menor que la del año pasado, y la peor en los últimos cinco años. Se trata de dinero que el Gobierno, por mandato, debe entregar en un plazo que no hizo. Se observan anuncios como los planes para la venta de heladeras y autos, pero ¿cuál es el anuncio para el sector exportador? Ninguno. No hay la misma decisión. Además, hay que tener en cuenta que no devolver ni los reintegros de exportación ni el IVA exportador en tiempo y forma implica sacarle plata al sector exportador porque lo obligan a financiarse a tasas altas.

-¿Por qué se produce esa demora?

-No lo sé. Creo, una vez más, que hay un problema de diagnóstico. Si uno está convencido de que todo irá bien, tal vez piensa que hay otras prioridades. Si, por el contrario, entiende cuál es la situación del mundo, cuáles los problemas de las exportaciones y mira a largo plazo, actuaría de otra forma.

-¿Es ineficiencia o es una decisión política?

-Creo que es una decisión política porque la AFIP tiene sistemas para cumplir perfectamente en tiempo y forma, el problema es que si no llenan la caja, no pueden accionar el sistema. No es una decisión de la AFIP; está por arriba, y es una cuestión prioritaria de la agenda, como que en el presupuesto figura que el dólar estará este año a 3,19 y ya se cotiza a 3,50. De todas formas, es un dólar que no está en equilibrio, tendría que ser un poquito más alto. Existe un claro sesgo antiexportador. Todo lo que al principio era un estímulo ahora es un desestímulo.

-¿De cuánto cree que debería ser la cotización del dólar?

-El dólar es un punto. Lo que sabemos es que hoy no está en equilibrio. ¿Cuánto más: 7 u 8%? Hay diferentes visiones según el sector.

Los derechos de exportación forman parte de otro de los capítulos centrales del reclamo. Mantilla considera que habría que revisarlos porque la relación actual con el tipo de cambio no es la misma que había en 2002.

-¿La diferencia de pronóstico con el Gobierno parte de una equivocación genuina o de necesidades políticas?

-Parto de la base de que el Gobierno está haciendo lo mejor dentro de sus capacidades.

-¿Quiere decir que el análisis debería ser si tiene la capacidad suficiente…

-No. Me refiero a que siempre en las proyecciones económicas uno apuesta a un escenario y después viene el secretario Henry Paulson (ex secretario del Tesoro de Estados Unidos) y manda a Lehman Brothers a la quiebra y produce un paro cardíaco en el mundo. En las crisis, los hombres cuentan y las decisiones que toman son importantes. Si en vez de Paulson, que era un incompetente, hubiera estado otro, tal vez hubiese sido más manejable todo. Además, hubo muchos que pensaban que era sólo un problema de Estados Unidos que no afectaría a nadie.

-¿Podremos ser un país desarrollado algún día, con cultura exportadora real y no coyuntural?

-Es un problema de educación. ¿Podemos? Sí, pero hay que estar educados para ese equilibrio sustentable entre las restricciones y las posibilidades que hay. La CERA siempre apuesta al desarrollo de las fuerzas productivas porque eso permite mayor inc
lusión, más empleo. Pero muchas veces se aplica una política de corto plazo con un efecto que después tiene problemas.

-¿Cómo nos encuentra la crisis?

-Con una caída muy grande de las exportaciones. Habrá menor nivel de actividad y mucho menos liquidez, porque gran parte del dinamismo del mercado interno es por la entrada de dólares de la exportación.

Fuente: La Nación