Desafíos para seguir creciendo

Después de un año en el que se visibilizó la gran importancia del sector, se aguardan inversiones en áreas claves.

 

Una agenda de temas pendientes apunta gestiones para profesionalizar y dinamizar el sector.


La pandemia puso a prueba a engranajes esenciales para la comunidad internacional y, en algunos casos, fue una puerta para el reconocimiento y la visualización de ciertas actividades. En la Argentina, la logística recorre ese camino. Desde marzo del año pasado, asumió una prueba de fuego y, lejos de haberla concluido, ya recibe distinciones por sus acciones conjuntas, consensuadas y articuladas entre distintos protagonistas.
Una agenda de temas pendientes apunta gestiones para profesionalizar y dinamizar aún más un sector que en territorio argentino tiene mucha tela para cortar. Referentes destacados del rubro pusieron la lupa en inversiones a destinar en infraestructuras, tecnologías y capacitación.
Eduardo Bastitta, presidente de Plaza Logística, interpretó a 2020 “como el año más importante para la logística de las últimas dos décadas”. Por un lado, tuvo “un rol vital para el abastecimiento de la población” y, además, el “e-commerce entró en un verdadero círculo virtuoso”. Según el directivo, la pandemia capitalizó la demanda y multiplicó los volúmenes operados. Todavía hay mucho por crecer. “Recién estamos viendo la punta del iceberg”, ilustró.
Para Hernán Sánchez, presidente de la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (Cedol) y secretario de la Federación Argentina de Entidades de Transporte y Logística (Faetyl), “en ningún escenario se había pensado cómo atacar una pandemia de esta magnitud. Eso nos deja una gran enseñanza. Hay que estar preparados para situaciones desconocidas ante un nivel de comercio global, en donde todo está interrelacionado”, dijo.
En opinión del directivo, la logística, “muchas veces mal cuestionada y a veces utilizada como excusa para esconder los problemas reales, demostró que está sustentada por empresas sólidas”.
Al respecto, aclaró que a diferencia de otras áreas, los hacedores logísticos dejaron las diferencias de lado. A partir de ahí, acordaron protocolos y trabajaron en la modificación de procesos. “El Gobierno nos escuchó, y el sindicato y las empresas estuvieron a la altura de las circunstancias. Se hizo en tiempo récord”, aseveró Sánchez.
Desde el Grupo Logístico Andreani, su director comercial, Juan Calvo, mencionó que si bien “previo a la pandemia las empresas productoras o intermediarias ya eran conscientes de la importancia de la supply chain, 2020 contribuyó a demostrar que la logística no es meramente transporte y almacenamiento, sino que es algo mucho más complejo. Implica, por ejemplo, la capacidad de gestión ágil y eficiente de flujos de información, aspectos de mucho valor competitivo para ellas”.
Además, enfatizó que los nuevos hábitos de consumo y las diferentes realidades y posibilidades de las industrias, “hicieron que la logística se volviera, por un lado, mucho más visible y presente en la vida cotidiana de las personas y, por el otro, que se convirtiera en una aliada estratégica para miles de pymes y grandes generadores de carga de productos esenciales para poder subsistir y salir adelante”.

 

Hacia un nuevo nivel
A su turno, Fernando Balzarini, director regional de Miebach Consulting, recordó que se mostró sorprendido por el actuar de la logística al inicio de la cuarentena. “Tuvimos una pandemia, actuamos por excepción y urgencia, y se generaron muchos microemprendimientos”, expresó. Sin embargo, aclaró que no todos “son técnicamente sustentables en el mediano y largo plazo”.
A su vez, apuntó que en el e-commerce “siempre hay una entrega física final, que está funcionando muy bien en el AMBA y con mayor nivel de sacrificio en el resto del país”. También señaló la “falta de infraestructura world class”, por lo que reclamó cambios que permitan optimizar la competitividad vigente.
Al respecto, dijo que el funcionamiento de algunas operaciones se puede dar a corto plazo, pero que si se quiere alcanzar un primer nivel se necesitan cambios más profundos. “El concepto pandemia llegó para quedarse. Es una nueva manera de hacer guerras. El mundo se va a tener que adaptar, vivir, esparcirse y a hacer turismo de esta forma. Hay que empezar a estudiar para salir de la urgencia e ir a lo continuo y sustentable”, afirmó Balzarini.
En esa línea, Bastitta consideró que las redes logísticas “empiecen a modernizarse, implementar tecnología, invertir en infraestructura para que sean cada vez más ágiles. De esa manera, “se logra un círculo virtuoso que es imparable”, indicó.
El ejecutivo detalló que las inversiones que la industria y el comercio demandan significan un gran reto cuando no hay estabilidad económica. “En cuanto a la mano de obra, el principal desafío es que los convenios sindicales, que buscan proteger los puestos de trabajo existentes, que cada vez son menos, dejen crear nuevos empleos”, manifestó.

 

Adiós al papel
El presidente de Cedol, reclamó la legalización de documentación de forma electrónica. “Somos arcaicos moviendo papeles. Es improductivo y genera costos que termina pagando el último eslabón de la cadena. Hay excepciones, pero deberían ser regla”.
Sánchez también apuntó a continuar “con la ampliación de la infraestructura para aumentar el volumen de la carga transportada y para que más rutas soporten el tránsito de bitrenes”. Entre otros aspectos, dijo que es necesario analizar el modelo portuario para los próximos 20 años y las concesiones ferroviarias.
El director comercial de Andreani dijo que el principal objetivo será tomar decisiones con la mirada centrada en las personas. “Hoy los consumidores deciden cuándo, cómo y dónde comprar, y la exigencia de inmediatez en las entregas es cada vez más relevante en la experiencia de los destinatarios y de los productores que quieren que su mercadería esté disponible en cualquier lugar, de manera rápida y a bajo costo de inventario. El futuro de los dadores de carga y de los operadores logísticos estará condicionado por esa capacidad de profundizar el foco en el consumidor”, apuntó.
Según Calvo, para que eso suceda “es fundamental una logística que esté inserta desde los procesos productivos y hasta los procesos de consumo, ya que una logística sin planificación resulta ineficiente. El desarrollo de tecnología para predecir comportamientos de consumo es muy relevante, al agilizar los flujos y generar ahorros de tiempos y dinero”.

 

Enseñanzas
Por otra parte, en términos generales, los directivos marcaron que existen algunas falencias en la capacitación. Si bien Bastitta recordó la apuesta junto a Arlog en centros de enseñanza, indicó que hay “muy poca capacitación para mandos bajos”. Apostó a las nuevas generaciones por su nivel de adaptación a las nuevas tecnologías.
Con la experiencia que dejó 2020, Balzarini sostuvo que la capacitación actual “está excelentemente bien adecuada pero a las necesidades de la Argentina y la región prepandemia”. Por tal motivo, aseguró que sería conveniente “importar o hacer participar a personas que tengan el know how internacional” para llevar a cabo una profesionalización acorde a las circunstancias actuales.
Asimismo, el especialista llamó a capitalizar lo aprendido, a crecer y darse cuenta “del mundo que viene de una manera rápida”, y agregó: “Debemos poner en práctica lo adquirido para modificar nuestras debilidades”.

 

Fuente: Transporte & Logística – La Nación