El embarcadero platense recibirá una inversión de más de US$ 250 millones

 

 

 

 

  Mientras recorre la explanada de la cabecera Berrisso del puerto La Plata, donde espera que llegue el primer buque portacontenedores, en septiembre de 2010, a lo que será Tecplata -terminal que operará por 30 años el embarcadero platense, contrato que obtuvieron la filipina Ictsi y la argentina Loginter, tras una inversión de más de US$ 250 millones-, Daniel Rodríguez Paz, observa, por sobre el río, a Ensenada. Hoy vence el plazo que tiene el operador Wilson, Sons (a cargo de la terminal de Río Grande, en Brasil, entre otras) para afianzar una oferta sobre esa cabecera.

 

 

"Si no lo hace Wilson, el muelle lo hacemos nosotros. Si tenemos un dragado a 34 pies, no nos vamos a quedar de brazos cruzados", señala Rodríguez Paz, en alusión a cómo piensa capitalizar el canal que Jan De Nul logrará como parte del acuerdo con Tecplata.

Hiperactivo, fanático de la gestión pública y de la actual administración (sobre la que no ahorra elogios, tras considerarla como "el mejor Gobierno desde [el retorno de] la democracia"), el presidente del consorcio de gestión del puerto La Plata se obsesiona con la idea de transformar este puerto petrolero en "uno de contenedores que esté bien posicionado en el mundo".

En tanto, logró que Mitsubishi, Kia, Hyundai y la china Chery lleven sus vehículos desde Montevideo hasta los depósitos y playas que armaron para ello en la cabecera de Ensenada. Y pone todas las fichas a que las empresas de la zona franca puedan lograr operar directamente, cuanto antes, en este puerto, en lugar de traer las mercaderías venir por camión desde Buenos Aires. "Esperemos que haya bodega pronto. Hoy no hay barco para el tráfico. Necesitamos un barco de 500 TEU por mes", indica.

La maquinaria trabaja segando terrenos, asfaltando calles, abriendo unas y cerrando otras, todo en el acceso inmediato a la terminal. Pero todavía no hay novedades sobre la prolongación de la Autopista Buenos Aires-La Plata ni sobre la llegada al puerto de la ruta 6. "Está todo en el presupuesto de este año", se limita a comentar Rodríguez Paz.

El mes que viene, Tecplata comenzará con la apertura del dragado, que Jan De Nul ya llevó a los 30 pies, aprovechando que tiene el contrato, para ir haciendo pruebas en el terreno.

"Todo camina. Para una Argentina donde se anuncian cosas y, después de un año, pasás y no hay nada hecho… Esto va a toda velocidad. Hay que tener en cuenta que no le dimos nada a ellos. Todo lo que hagan ya es ganancia", señala.

-Cuando se hizo público el anuncio de la llegada de Tecplata, las aguas se abrieron y muchos sospecharon de esta inversión. ¿Qué dice al respecto?

-Nuestra contraparte ya depositó la garantía y abonó las primeras cuotas del canon fijo. Está construyendo a su costo y cerrando la apertura de dragado con Jan de Nul por US$ 35 millones. En la Escuela Naval de Olivos se pueden ver todos los días a los prácticos del puerto La Plata haciendo la simulación con los barcos de proyecto que van a ingresar. El proyecto está en marcha, es el principio de una realidad. Otra cosa no puedo decir.

-¿De cuánto es la garantía que se constituyó y las cuotas?

-La garantía es de 2,5 millones de dólares. Pagó los primeros dos meses desde la tenencia, 40.000 dólares mensuales. Cuando esté la terminal lista el canon será mayor. Ya trajo las máquinas, empezó a contratar gente en Buenos Aires y en La Plata. Continuamente vienen ingenieros de Filipinas y Estados Unidos, nos presentaron los proyectos y los estudios de impacto ambiental, y están gestionando la compra de 1 millón de metros cúbicos de tosca para el segado… Insisto, el desarrollo está en marcha y lo veo con mis ojos, no en un papel.

-¿Y por qué las suspicacias entonces? ¿A quién no le conviene tener un puerto nuevo, con esta capacidad?

-(Piensa) Es evidente que la terminal va a generar una competencia con Montevideo. Desde la navegación, el puerto es complementario a Dock Sud y a Buenos Aires, a los que tal vez no les interese la complementariedad. A mí lo único que me preocupa es que firmamos un contrato, se avanza según el contrato y lo único que entregamos fueron 15 hectáreas, sin construcciones ni muelle. Este puerto es un beneficia para la Argentina, la provincia y la región. Mi trabajo es desarrollar el puerto de La Plata, no tengo los elementos para pensar en la problemática del comercio exterior de todo el país.

-La Plata es uno de los pocos puertos con obras activas de largo plazo…

(Interrumpe) -No coincido en que sea el único puerto. En Dock Sud se están haciendo ampliaciones, Bahía Blanca está haciendo inversiones considerables y el Gobierno nacional anunció importantes obras para Barranqueras… Y se adjudicó la extensión del dragado en la hidrovía. Lo de La Plata impacta porque es una inversión privada, donde la parte pública cede terreno pero no comparte la inversión.

-¿Cómo impacta esta crisis?

-Ictsi lo ve como algo coyuntural que no afecta una inversión de 30 años. Están acostumbrados a los ciclos y para ellos, las crisis pasan. En este momento, la crisis le conviene en la etapa constructiva porque compran más barato, la mano de obra está disponible y les resultó fácil abrir las ofertas para la compra de las cinco grúas para la terminal, que es el equipamiento que más tarda en llegar, justo por la crisis. La concesión es de 30 años, y ahora lo ven así.