El mítico motor Scania V8 cumple cuatro décadas

 

La potencia, la sensación al volante y el sonido inconfundible contribuyeron a forjar la leyenda del motor Scania V8. Con un fantástico consumo para su potencia tan elevada, ostenta la reputación de ser casi indestructible y poseer un excelente valor de mercado. El resultado es una combinación difícil de superar. La sólida reputación establecida por el motor de 14 litros alcanzó una nueva dimensión con la versión de 16 litros, lanzada en 2000.

 

Cuando se realiza una inversión, la rentabilidad a largo plazo es un aspecto muy importante. Además, se deben tener en cuenta las prestaciones complementarias obtenidas gracias a menores tiempos de viaje. La durabilidad y confiabilidad adicionales contribuyen a elevar la vida útil. Más años de operación reducen la depreciación del camión y le otorgan un valor de reventa que no tiene rival.

Esos son algunos de los detalles que los clientes del V8 Scania tienen en cuenta cuando realizan sus cálculos. Para muchos fanáticos del legendario motor, es imposible separarse de sus fieles herramientas de trabajo. En algunos casos, la revisión después de 2 millones de kilómetros fue suficiente para darle al motor un nuevo ciclo de vida, o dos… No se sabe aún cuál es el límite definitivo de su vida útil, pero sabemos que algunos camiones Scania V8 siguen funcionando al cabo de 5 millones de kilómetros o más.

El Rey del Camino

Scania lanzó su motor V8 de 14 litros y 350 CV a finales de los 60. En ese momento, fue señalado como el motor diesel de camiones más potente de Europa y mantuvo ese título durante muchos años. Así, el motor V8 convirtió al camión Scania en el Rey del Camino.

Su desarrollo comenzó cuando se pensaba que 250 CV eran demasiados. Los ingenieros de Scania-Vabis comprendieron que esa potencia no sería suficiente a largo plazo, especialmente para los transportes de madera y el transporte pesado de larga distancia, por lo que decidieron revolucionar el mercado.

La luz verde fue en 1962 y coincidió con el desarrollo de una generación de camiones de cabina avanzada, presentada seis años después.

Como un motor de ocho cilindros en línea no cabía bajo una cabina avanzada, los ingenieros optaron por una configuración en V que encajaría bajo la misma cabina que el motor de 11 litros y seis cilindros en línea, pero con 100 CV adicionales. El resultado fue un propulsor potente y muy compacto, que marcó la pauta para un nuevo nivel de prestaciones en camiones.