La mítica fábrica teubal

El caso de firma Teubal es un ejemplo del desarrollo textil de otro tiempo. Los Teubal eran originarios de pueblo de Alepo, Siria, situado en un clasico cruce de rutas, pasaje necesario entre Europa y Oriente. Traian en la sangre el arte de comerciar. Sus abuelos ya lo hacian con las tribus nomades que una vez por ano llegaban en demanda de ropa tejida a cambio de trigo, avena y quesos. Los negocios fueron declinando, comenz6 a imperar la pobreza y era necesario mirar hacia America.
El primero que llega es Ezra, el hermano mayor, el de las ideas, luego se sumard Nissim(1906) que mediante sus relatos escritos, permite reconstruir todo el proceso del gran crecimiento que tuvo la empresa. Su primer trabajo fue de vendedor ambulante. Ezra era el mayor al que todos le tenian un total acatamiento; el y sustres hermanos (Nissim, Mi¬guel y Elias) fundaron Ezra Teubal & Hnos. Nissim era el encargado de it a Manchester, emporio textil de Inglaterra, que imponia sus telas en el mercado mundial.
Luego vino un paso importante: tener la industria propia. Dijo Nissim: » mi hermano Ezra tenia la facultad de ver el presente e intuir el futuro» y a pesar de no estar de acuerdo el resto de los hermanos se adquiri6 en 1922 la fabrica de tejidos La Franco Argen¬tina, que por su estado y situacion se compro a solo el 40% del valor. En 1928, la planta se traslado a Versalles.
Barracas era por entonces un semiller° interminable de conflictos

obreros, ademas faltaba agua y era necesario comprarla a un precio al¬to. Esta decisiOn fue la piedra fun¬damental para la gran empresa. Un buen tecnico es la llave de una buena industria textil y los Teubal lo tenian claro. Contrataron en Inglaterra a WolstonHolme, un especialista en articulos de tweed, que entre 1930 y 1935 estuvo de moda.
La principal materia prima era la lana, lo que llevo a los hermanos a viajar por la Patagonia. Compraban lotes de lana previamente seleccionados en las mismas estancias. Por entonces eso era una aventura: desperfectos del coche, falta de nafta y albergues en alguna pulperia, comiendo algfin charque no muy sano. La lana era transportada en camiones hasta la fabrica, donde los obreros la clasificaban seem su calidad yell& por vellon, mecha por mecha. De ahi a la maquina abrido

ra, luego el lavado intenso que dejaba un subproducto: la lanolina, base de las cremas terapefiticas. Seguia el cardado, hilado, torsion y luego las maquinas urdidoras. El proceso seguia en los rollos de los telares, lanzaderas que van y vienen y luego, el Oiler° crudo, maquinas pinzadoras, zurcidoras, etc., y, al final, las piezas listas para la yenta.
En 1936 adquiri6 en Europa una fabrica integra y muy moderna que le permitio aumentar considerablemente la producciOn. Al ario siguiente, la firma se constituy6 como sociedad an6nima con sede ‘en Alsina 786. En 1943 se comprO una manzana muy prOxima y tres ailos despues se edifico la nueva planta. Se compraron telares automaticos ultramodernos en Estados Unidos. La empresa estaba preparada para fabricar entre otras, telas de vicuna y alpaca y un surtido interesante de
telas para trajes de senora. Famoso era el tope de Teubal, la tela piel de camello, los tweed. En 1938 se hicieron cargo de la algodonera de Villa Devoto. La Segunda Guerra Mundial favorecio la demanda del hilado de algodon y la empresa comenz6 a reponerse rapidamente trabajando a maxima capacidad Paralelamente, Ezra y Elias decidieron adquirir la hilanderia Manulana que cont6 con el apoyo financiero y tecnico de la firma pero sin su participaci6n directa, todos los hermanos no estaban de acuerdo en ampliar las actividades comerciales. La expansion continuo con la participacion en la firma italiana especializada en terli¬dos industriales Tibat yen la MA, una sociedad de inversiones
Los Teubal tenian sentido de comunidad. «Nuestras fabricas dieron ocupacion y ensenanza a miles de
trabajadores argentinos (…). Nues
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tra produccion entrega productos totalmente nacionales (…). Nuestros obreros y emplados son nuestros companeros», dejo escrito Nissim. Davi4,Alacid, que trabajo 36 albs en la firma, lo testimoni: «Pagaban las quincenas, hasta en tiempos dificiles (…). Yo atendia hasta seis maquinas a la vez, siempre renovaban los telares». Maria Luisa Gazarian recuerda a Ezra. «Era muy bueno lo mismo que Nissim; daban trabajo a mucha gente, no eran orgullosos».
Los vaivenes econOmicos apresuraron el final, cuando ya no estaban para enfrentar los problemas los tesoneros hermanos. A finales de los ochenta la piqueta fue derribando el emporio textil de quienes no tenian nada y conquistaron todo.
La autora es historiadora, especializada en medios de transporte. Email: susanaboragno@fibettelcom.ar