La inversión que se realizó durante 2008 permitió sumar mano de obra capacitada, adquirir maquinaria especial y mejorar los caminos. El transito internacional fue más fluido porque los días de cortes en el cruce internacional bajaron un 30 por ciento y fueron aislados.
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La inclemencia del tiempo en las altas cumbres no da tregua al paso cordillerano Cristo Redentor. El invierno es crudo a esas alturas y las nevadas inoportunas si tenemos en cuenta que, este cruce que comunica la provincia de Mendoza con el país vecino de Chile, representa un punto estratégico para el transporte de mercaderías en el Mercosur.
El desafío de cada año consiste en mantener transitable esa vía de comunicación por su relevancia económica y, aunque la inclemencia de la temporada invernal obliga a las autoridades a cerrar el paso circunstancialmente, el mayor problema era la permanencia de esta situación.
“Hace unos años atrás, el problema no era que se cortara el paso sino la cantidad de días
consecutivos que estaba anulado por cuestiones climáticas”, manifestó Eduardo Yaya, coordinador del Área de Vialidad Invernal de la Asociación de Propietarios de Camiones de Mendoza (APROCAM) para Radiotransporte en FM Cultura.
Según indicó el especialista, el camino desde Uspallata hasta el mismo Cristo Redentor estaba en muy malas condiciones y no se contaba con la máquina necesaria para limpiar la ruta. “Cualquier nevada bloqueaba el camino por diez días seguidos con el agravante que no había infraestructura para mantener la cantidad de camiones que quedaban varados y que van aumentando cada temporada”, comentó.
“La fila de camiones que aguardaban la apertura de cruce superaba los 100 km (desde Uspallata hasta la misma ciudad de Mendoza) y esto era imposible de controlar desde la seguridad vial, pero también respecto a las cargas o desde el punto de vista humano ya que los choferes tenían que sobrevivir en condiciones muy adversas”, añadió Yaya.
“En busca de una solución, diferentes entidades gubernamentales, sindicales y empresarias firmaron un convenio a partir de 2006 y esto hizo que hubiera unidad
de coordinación de cada uno de los organismos que interactúan en el paso internacional”, explicó.
Intervinieron en el acuerdo el Ministerio de Planificación, la Secretaria de Seguridad Interior, Vialidad Nacional y la Dirección de Vialidad Provincia de Mendoza, así como también la Federación de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), el Sindicato de Choferes y APROCAM.
“Esto, junto con un convenio marco que tiene Vialidad Nacional con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), permitió que Vialidad pudiera equiparse con maquinaria específica, tomara mano de obra capacitada, entre otras cosas”, agregó Yaya.
“Hoy se puede ver el dinero que el BID destinó a través de licitaciones para la zona que comprende entre la destilería de Luján de Cuyo y el túnel internacional en todo el camino porque está en excelentes condiciones, con demarcación horizontal y vertical de primera calidad, en las máquinas especiales que hay para despejar con solución salina, que hacen cortes en la nieve, en el personal dedicado a la tarea específicamente y en la reorganización de los campamentos que ya tenía Vialidad Nacional. Es un ejemplo de obra pública en los últimos 50 años”, explicó.
Los resultados no se hicieron esperar y, durante 2008, el cruce sólo estuvo cerrado alrededor de 30 días cuanto antes sobrepasaba los 45. Además de este progreso, la ventaja se reflejó en que los cierres no fueron consecutivos sino muy separados entre sí a pesar de la dureza climática del invierno pasado.
Para el 2009, Vialidad Nacional está por comenzar la refuncionalización del campamento de Puente del Inca, el último que faltaba organizar y que es clave porque esta en el centro del sector de nevadas y cordillera. Eduardo Yaya anunció que ya se encuentra terminado todo el trámite administrativo y se estima que estará terminado para fines de este año.
(Fuente: Radiotransporte)
