Novedades en la industria naval

Los astilleros buscan negocios con Brasil. Sigue información publicada en el último suplemento de Comercio Exterior de La Nación.

Tras el acuerdo firmado en julio de 2008 entre la Federación de la Industria Naval Argentina (FINA) y su par brasileño Sinaval, que apuntaba al desarrollo de una estrategia común para la construcción de embarcaciones, la FINA se reunió con autoridades nacionales para pedirles que negocien los mecanismos necesarios para que los astilleros de ambos países puedan trabajar libremente. Ya existe una comisión bilateral que le da sustento al acuerdo, pero hace falta ajustar detalles en los marcos normativos.


"La FINA trabajó mucho con la Secretaría de Industria y la Cancillería, y con el Banco Nación para ver la posible pata financiera de los proyectos. Y luego se envió el acuerdo a Brasil. La idea es poder generar UTE [unión transitorias de empresas] y un registro especial para estas operaciones conjuntas", señaló a LA NACION Pablo Noel, flamante presidente de la FINA. La industria naval local quiere acercarse a la brasileña por dos motivos: el primero es intentar "copiar" la normativa que encuadra a la actividad allí, muy "pro industria"; y el segundo es poder captar parte de la candente demanda que existe en Brasil, y que supera la capacidad de construcción de los astilleros brasileños.


Entre los temas por negociar está el impuesto que impone Brasil a las reparaciones de barcos nacionales fuera de su país (del 32,5%), que deja fue fuera de competencia al sector nacional, y las tasas del 60% para el ingreso del exterior de embarcaciones nuevas. Por el lado argentino, ayudaría modificar la normativa que permite la importación de embarcaciones usadas, algo que "ayudaría mucho" a cerrar el acuerdo naval con Brasil.


NG-19/01/2010