Operadores logísticos hacen balance

Si bien la actividad logística creció de la mano de la economía, las inversiones en estructuras de almacenamiento e infraestructura ferroviaria, vial y portuaria no acompañaron esa evolución. Los sobrecostos de la cadena de abastecimiento así lo verifican.
 


Algo cambió para que todo sigua igual”; las célebres palabras que el italiano Giuseppe Tomasi di Lampedusa puso en boca del Príncipe Don Fabrizio Corbera en su obra maestra El Gatopardo sobrevolaron las conclusiones de Carlos Musante, director técnico de CEDOL y vicepresidente de ARLOG; Hernán Sánchez, director comercial de Celsur Logística, y Jorge Tesler, director ejecutivo de TGI Argentina.


En los últimos cinco años, la actividad logística se incrementó considerablemente, al ritmo que lo hizo la economía. Pero la infraestructura no acompañó esa evolución, por lo que sufrimos faltantes de espacios para almacenamiento, no se potenció el uso del ferrocarril y siguieron pendientes importantes obras para agilizar el transporte, como las nuevas autopistas en Buenos Aires. De hecho, hay un serio déficit de infraestructuras y transporte multimodal y por eso se pueden verificar importantes sobrecostos en las cadenas logísticas”, explicó Tesler.


Sánchez coincidió con el diagnóstico, con excepción de algunas inversiones específicas adjudicadas a proyectos puntuales, “no encontramos grandes modificaciones a la red vial, a los puertos o la capacidad disponible en depósitos. Sin embargo, lo que varió es la utilización de la infraestructura. Pasamos de un alto nivel en 2006 y 2007, para comenzar a retroceder levemente en 2008 y con una caída un poco más marcada en lo que va de 2009”, dijo.


Con los recursos de estructura logística saturados ya a comienzos de 2005, la continuación del proceso de crecimiento hasta 2008 produjo un incremento de precios por demanda de los recursos necesarios: metros cuadrados operativos, flotas de transporte y equipamiento, pero en especial de la escasa oferta de nuevos metros cuadrados ‘state of the art’. De hecho, el alquiler de los denominados Depósitos Triple A pasó de 6 pesos el metro cuadrado en 2004 a 23 en la actualidad”, añadió Musante.


¿Más de lo mismo?

El vicepresidente de la Asociación Argentina de Logística Empresaria citó a Séneca -“Nunca soplan vientos favorables para el que no sabe hacia dónde va”- para puntualizar que las investigaciones realizadas por ARLOG, y debatidas en sus últimos cinco encuentros nacionales, insistieron en que “sin inversiones en estructura e infraestructura logística, no hay posibilidad de una estrategia de desarrollo económico sostenido”, porque “la estructura logística está íntimamente relacionada con una de las grandes problemáticas de nuestra región, que es la falta de competitividad frente a otras economías”.


Los tres coincidieron en la necesidad de pensar ya en los escenarios postcrisis. Al respecto, Tesler afirmó: “Cuando se reanude la actividad local a partir del año próximo, la actividad logística se verá impactada por esa falta de inversión en infraestructura de los últimos años. Adicionalmente, la ausencia de crédito internacional hará que los grandes emprendimientos se demoren. En el mediano plazo, los proyectos se irán desarrollando, ante la presión que están haciendo los distintos participantes de las cadenas logísticas”.


Sánchez, de hecho, vio que algunos proyectos empezaron a cambiar la realidad en este sentido. “Los casos del puerto de Ensenada, las ZAL y los anuncios de algunas ampliaciones de rutas pueden ser mirados como auspiciosos en materia de infraestructura. Sin embargo, de no mediar la mano del Estado, los proyectos que requieran inversiones estarán limitados a negocios puntuales. En cuanto al transporte, si bien se amplió el parque disponible de camiones, seguimos siendo altamente dependientes de este rubro, sin un horizonte claro sobre los ferrocarriles que, junto con los puertos de Buenos Aires, son los grandes temas pendientes”, agregó.


Preparados para salir a escena


MartínFurlong, de Transportes Furlong, admitió que los operadores logísticos se encuentran “preocupados frente (a lo que sucederá en el país a partir de) la segunda mitad del año y cómo va a impactar la crisis. Todavía la caída del nivel de actividad no fue muy grande; puede decirse que esto fue hace muy poquito; es decir, la economía real se mueve con otros tiempos; no es que de un día para otro se cae todo. Creo que las consecuencias se verán en unos meses más”.


En tanto, el titular de Arlog, Mauro Sperperato, creyó oportuno recordar que “nuestra vida pasó más tiempo en tiempos de crisis que fuera de crisis. Si esto va a cambiar o no, nadie puede saberlo. Ante la adversidad, uno tiene que concentrarse en lo que puede hacer; si vamos a esperar qué pasa afuera para hacer, o que el otro nos resuelva los problemas, ya estamos en problemas. Nosotros lo que planteamos es: con este escenario, qué cosas podemos hacer nosotros para amortiguar el impacto de una posible crisis. No es ser optimistas inconscientes ni pesimistas paralizados, es un punto medio”.

 

Redacción Expotrade

Suplemento T&L – La Nación

28/05/2009