No los une el amor, sino la crisis

 

Los ministros Débora Giorgi y Miguel Jorge acordaron un mecanismo ágil de solución de controversias. Brasil abrió al país las puertas de sus negocios petroleros.

 

 

La ministra de la Producción, Débora Giorgi, y su par brasileño de Desarrollo, Miguel Jorge, encabezaron una reunión bilateral en San Pablo y bajaron decibeles a los cruces de los meses previos por las regulaciones comerciales. Incluso, Jorge se manifestó a favor de la posición argentina frente a las quejas de empresarios brasileños. Más que profundizar sobre las diferencias, los ministros destacaron en forma conjunta la necesidad de trabajar para lograr la “máxima integración productiva”.

En particular, se propusieron avanzar sobre el sector de petróleo y gas y en aquellos rubros donde ya hay acuerdos. Argentina podrá participar en la explotación petrolera en Brasil mediante la producción de equipos utilizados en plataformas, con créditos ofrecidos por el gobierno brasileño, ofreció el funcionario de Brasil. “Argentina tiene una tradición importante y gran capacidad tanto en grandes equipos como en el suministro de partes y componentes para la industria”, señaló Jorge.

La financiación para las empresas argentinas del sector se haría por medio de créditos del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes), principal institución de fomento de inversiones de Brasil. A la vez, coincidieron en crear un canal de comunicación constante para intercambiar posiciones por el comercio. A la hora de intercambiar reclamos por demoras en la liberación de importaciones, acordaron poner en marcha un fast track o vía rápida de solución de controversias.

Las quejas de Brasil tienen que ver con la demora en la aplicación de licencias no automáticas de importación por parte del gobierno argentino, mientras que la delegación nacional llevó reclamos por el no cumplimiento de acuerdos sectoriales. Los ministros se reunirán cada dos meses para llevar adelante el estudio de estos temas.

En el encuentro donde participaron los funcionarios de más alto rango ministerial reinó el buen clima. Se llevó a cabo en el World Trade Center de San Pablo y a diferencia de algunos meses atrás, donde circuló la versión de que Brasil llevaría su posición a la OMC, en esta oportunidad avalaron las medidas proteccionistas de Argentina.

La aplicación de licencias no automáticas es un derecho de Argentina, y Brasil no las discute ni las discutirá”, afirmó Jorge. Incluso les restó legitimidad a las quejas: “Los industriales siempre reclaman”, generalizó, aunque destacó que se atenuaron en los últimos meses. Para el ministro, esta merma se debe al efecto de la recuperación económica, que otorga a los empresarios brasileños una situación más holgada.

De todas formas, Brasil presentó reclamos por las demoras en las licencias, no en forma puntual pero sí en general. “Como Argentina no tiene sistemas automatizados, el trámite puede demorar”, dijo Jorge. Por su parte, la delegación que encabezó Giorgi hizo presentaciones sobre los acuerdos de lácteos y baterías automotrices, en los que no se habría cumplido lo pactado. Habrá un seguimiento constante de estos temas entre funcionarios de ambos ministerios “a teléfono abierto”.

Los ministros destacaron que el proyecto a futuro es promover la integración productiva. El petróleo y el gas son sectores que encabezan la lista, donde se pretende crear “cadenas de proveedores para la explotación y exploración de petróleo”, según explicó Giorgi. También se vislumbran avances próximos en la industria naval. La ministra destacó que se deben aprovechar los acuerdos sectoriales para impulsar la integración.

Que los acuerdos de autorrestricción se transformen en reconversiones productivas”, propuso Giorgi. La complementación e integración productiva a la que refirió la ministra también tiene que ver con la idea del gobierno argentino de reducir el déficit estructural con el país vecino.

Según las proyecciones del ministro Jorge, el comercio bilateral ascenderá a 20 mil millones de dólares en el año. En los primeros ocho meses, las exportaciones argentinas cayeron un 21 por ciento, alcanzando los 6.905 millones de dólares. Las importaciones lo hicieron en 41 y llegaron a 7.192 millones.

La participación total de la Argentina en las exportaciones brasileñas se redujo de 9,2 a 7,3 por ciento, mientras que en las compras brasileñas totales los productos provenientes del mercado argentino subieron de 7,4 a 8,8 por ciento. Ganó participación, pero en un mercado que se achicó. Ambos ministros coincidieron en que no son las restricciones al comercio lo que afecta al comercio bilateral, sino la desfavorable coyuntura internacional. “Las licencias abarcan menos del 7 por ciento del comercio total”, destacó Giorgi.

Fuente P/12

Redacción deNexos

EP – 22/09/2009