La clave femenina

 

La presidenta de Xerox, Ursula Burns y la gerenta de renta fija de JP Morgan, Heidi Miller; ubicadas entre las 50 ejecutivas más influyentes, según Fortune, dan cuenta de las claves de su éxito.

 

 

Quién iba a creer que Ursula Burns, la nueva practicante de ingeniería mecánica del verano de 1980 llegaría a ser la presidenta de Xerox y miembro del directorio. Ella sí. Porque aunque reconoce que la compañía tiene una política inclusiva hacia las mujeres, que ayudó a que la contrataran, afirma que de ahí en adelante "me gané mi puesto gracias a mi trabajo duro y mi buen desempeño".
Incluso se ha destacado en la crisis. A medida que la película ha ido empeorando, cuenta que le ha tocado tomar decisiones difíciles para reducir los costos y no sabe lo que depara el futuro, pero está segura de que están haciendo lo correcto para sobrevivir: "Ayudar a nuestros clientes en los temas críticos del negocio, que son la productividad, la eficiencia y los costos".
Durante los tiempos difíciles en Xerox, Burns explica que ha aprendido varias lecciones. La importancia de escuchar, especialmente a los clientes y a los empleados, "y que no podemos comunicarnos tanto con los accionistas", afirma. También ha sido fundamental rodearse de gente honesta y crítica, a medida que ha ido escalando en la organización, ya que ellos se atreven a decir las cosas como son; y "que el buen liderazgo se trata del éxito de la compañía y no del propio", plantea.

Hoy, siendo la segunda al mando, se dice que podría ser la sucesora de la actual CEO, Anne Mulcahy. Y su exitoso camino lo pueden seguir todas, asegura: "Las mujeres deben enfocarse en la oportunidad. Para mí, eso significó arriesgarme tomando trabajos en distintos lugares de la organización y participar de los equipos clave que influirían en los resultados del negocio".
Heidi Miller, de asistente del CEO de JP Morgan a líder de las banqueras: "Me preocupa el impacto del ambiente actual en las mujeres de la industria financiera".
"No hay una forma correcta de ser una mujer trabajadora, y sólo se debe hacer lo que a uno le acomode", dijo en 2001 Heidi Miller, directora de los Servicios de Treasury and Securities de JP Morgan, algo así como la gerenta de renta fija de la firma, a la que le toca decidir qué deuda comprar.
Y su intuición femenina claramente no falló. Miller logró ganancias récord en algunos de los trimestres de 2008, lo que la llevó a ocupar el puesto número uno de las mujeres más poderosas de la banca, según US Banking -por segundo año consecutivo-, además del lugar número 17 dentro de las ejecutivas más influyentes de Fortune.
Y quizás más meritorios son sus primeros pasos dentro del mundo financiero. En 1992, esta historiadora de Princeton y Yale aceptó el cargo de asistente del actual CEO de JP Morgan, James Dimon, sin siquiera negociar su sueldo, y rápidamente logró escalar a los puestos directivos, tradicionalmente ocupados por hombres.
Pero su éxito no la distrae de su inquietud por el posicionamiento de las mujeres en la banca: "Me preocupa el impacto del ambiente actual en las mujeres que trabajan en la industria financiera", cuenta en exclusiva.
Explica que aunque la presencia femenina ha mejorado en los últimos 15 años, todavía hay mucho trabajo por hacer: "Al igual que todos los trabajadores, las mujeres están siendo afectadas a gran escala por el bajón económico, los despidos, el estancamiento de sus sueldos o los indiscutidos recortes de sus salarios. Pero en contraste con los hombres, están saliendo del mercado laboral en mayor medida".

Según Miller, esto es un tema crítico tanto para los Estados Unidos como para la industria financiera, y las directivas del sector privado deben unirse, apoyarse y formar nuevos talentos. Una preocupación que ha promovido desde antes de la crisis, pues ya en 2001 trabajó en el planeamiento de la Cumbre de Liderazgo Femenino de la Casa Blanca.

-¿Cómo explican el éxito de JP Morgan para sobrevivir en medio de la crisis?
"James Dimon y todo el equipo han estado enfocados en las prácticas de nuestro negocio principal -manejo de riesgo, proyecciones, prepararnos para los "días lluviosos"- desde antes que estallara la crisis. Esta estrategia disciplinada de riesgo nos ha permitido servir bien a nuestros clientes durante este ambiente tumultuoso del mercado, y pensamos mantenerla. En mi división, hemos hecho un gran trabajo en satisfacer las necesidades de nuestros clientes y utilizar el capital sabiamente".
"Tenemos una gran franquicia. No se me ocurre una mejor institución para superar estos obstáculos. Estoy segura de que J.P. Morgan continuará alzándose como el líder en este ambiente problemático, y nuestros clientes pueden estar seguro de eso, sin importar los desafíos económicos que vendrán".
– ¿Cómo planea enfrentar este año de crisis económica?
"Usando una armadura. Le he dicho a todos que debemos mostrar fortaleza y que debemos unirnos para proteger nuestra franquicia. Creo que con cada desafío viene una oportunidad y este será un año para seguir mostrando a nuestros clientes que podemos hacer un gran trabajo por ellos en el mejor de los tiempos, y lo que pueda convertirse discutiblemente en el peor de los tiempos. Por eso en cierta forma nuestra estrategia no cambia".


Fuente El Mercurio (Chile)

Prensa Expotrade – EP